A pesar de ser un año tan atípico por la pandemia, nuevamente nos invade la transculturización de una imposición que nunca indagamos, que consideramos cierta y que ha mantenido a la humanidad sumisa a base de cuentos y mentiras, esto es la Navidad. Fiesta que representa la llegada del "Niño Jesús"; pero en realidad si estuviese vivo físicamente tendría más de dos mil años y sería un viejito (me hace recordar la película "El curioso caso de Benjamín Button, cuyo protagonista nace viejo y muere como un recién nacido). Según investigaciones realizadas existía en la antigüedad el concepto de la "Edad integral" que hacía referencia a que las grandes figuras salían del mundo en la misma fecha en que había entrado. En este caso, si la pascua ocurría a finales del mes de marzo, entonces la tradición la ubicaban específicamente el 25 de marzo, su concepción debería haber ocurrido en la misma fecha. La idea de la navidad se propagó en 1223 cuando Francisco de Asís tuvo la idea de reproducir en vivo la escena que habría rodeado el nacimiento de Jesús y a partir de ahí se extendió por toda la cristiandad este hecho, el cual fue llamado por los cristianos el "nacimiento del Niño Jesús" o también Niño Dios. The Encyclopedia Americana dice que en Occidente no se estableció el 25 de diciembre hasta mediados del siglo IV, y en Oriente hasta más o menos un siglo después, por ende Jesús no nació en esta fecha ni tampoco autorizó la celebración de la navidad, como tampoco lo hicieron sus discípulos. De hecho los primeros cristianos no celebraban el nacimiento de Cristo. Además, la iglesia católica reconoció en su periódico del Vaticano L´Osservatore Romano que "la verdadera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un velo de incertidumbre que no han podido levantar ni la historia romana, ni el censo imperial de la época, ni la investigación de siglos posteriores".
Esta fecha se impuso para coincidir con una fiesta pagana. El origen pagano de la navidad tampoco es tan claro como parece. En el siglo XIX esta teoría era ampliamente aceptada; pero no hay datos de una gran fiesta asociada al 25 de diciembre hasta el año 274 D.C. cuando el emperador Aureliano instauró la celebración al sol invicto. Por otro lado Jairo Vargas, en su libro "El Encuentro como Ladrón en la Oscuridad", manifiesta que Jesús fue concebido de la unión entre María y José como se engendra cualquier ser humano; se casaron cumpliendo las leyes mosaicas; que Jesús nació finales del mes de marzo en la constelación de Aries abriendo la era de Piscis. Según el autor, la pareja se desplazaba hacia Belén con el fin de cumplir compromisos de trabajo para sostener a la familia, pero las limitaciones de aquel tiempo y el embarazo de María les impidieron continuar el viaje y por eso dio a luz en un establo. Es la farsa más grande que se cometió desde hace más de dos mil años para los que siguen un rito, una religión, un dogma, como la iglesia católica; con un valor agregado —más bien antivalor—, muy importante: que los mercaderes, comerciantes que profesan todo tipo de creencias o el capitalismo perverso, han utilizado esta fecha para el consumismo. Instan al ser humano a gastar lo que no tiene porque hay que recibir al niño Jesús y al año nuevo como nuevo; así te lo incrustan en tu chip del cerebro, a través de la publicidad y el marketing. Son los niños los principales protagonistas de estas fiestas decembrinas mercantilistas, ya que esperan la llegada de este personaje virtual con los regalos, infundada por el capitalismo y la religión para contribuir más al enriquecimiento de los empresarios y fortalecer la religión. Un cuento que todos los años se inventan y pasa de generación en generación, si nadie lo rompe seguiremos teniendo el dominio y control de esta fuerza oscura en nuestra psiquis, en nuestra sociedad y en este sistema perverso que no termina de morir, donde todos los gobiernos capitalistas se benefician en todos los sentidos. El gobierno de Venezuela le hace gala, sigue alimentando este caldo de cultivo porque no hay formación radical de consciencia en este sentido de sus líderes. Lo curioso es que nadie le sabe explicar al niño o a la niña porqué ese personaje no se dejó ver su rostro; mientras que los adultos que profesan alguna religión creen que el rostro de Jesús es una imagen; otros los veneran en las pagodas mirando hacia el techo, otros lo buscan en sus libros sagrados. Y en realidad Jesús es Verbo no Sustantivo.
Y tú hermano ¿has visto el rostro de Jesús? ¿Te lo has imaginado? ¿Aún crees que es el rostro que nos pintan en las películas? ¿Sigues pensando que es el rostro con piel blanca, de ojos azules y cabello amarillo? Jesús es el Amor que no termina! Es el rostro de un niño, de una mujer, de un hombre, de un anciano… Es la manifestación de la naturaleza en la flora y la fauna, en todo ser vivo, en la vida salvaje de nuestra Madre Tierra. Es el hombre que labra la tierra para producir y darnos sus frutos. Es el hombre que lucha por la paz y la libertad. Es la mujer que lucha por sobrevivir. Es la quietud, es la Paz, es la Gratitud, es el Perdón, es la Sonrisa, es el Abrazo que brindas a tu hermano, incluso es el rostro de tu prójimo al que le manifiestas resentimiento, rencor, ira,… Es el dolor del que sufre a causa de la guerra, al mismo tiempo la figura de quien la hace…"El niño Jesús" ahora hombre está en todas partes, inclusive donde crees que no está: está en el ser que ignoras, en el mendigo, en el blanco, en el negro, en el mulato, en el indio, en el asiático, en el que hace la guerra, en el que construye un puente, en el que hace la paz, en el ateo, en el religioso, en el homosexual, en el que piensa distinto a ti… Cuando aprendamos a ver el rostro de Jesús en cada Ser Vivo, entonces entenderemos el propósito de la vida en este plano: Amarnos de manera integral, solo así veremos que tus hijos son mis hijos, tu pan es mi pan, mi casa es tu casa y tu causa es la mía. No lo busques en imágenes ni en pagodas, ni en fechas especiales, porque Jesús trascendió más allá de estos conceptos y formas. Búscalo dentro de ti, en el corazón de cada Ser y verás el Milagro de la Vida: el Nuevo ReNacer, el Nuevo Hombre, la Nueva Mujer.
¡Feliz ReNacer y Venturoso Año Nuevo 2021!