El 2021 apenas comienza pero pareciera que ya hemos transitado un rato largo de trayecto del año. La misma dinámica nos atropella diariamente, dólares en lugar de la moneda nacional, precios desorbitantes, bachaqueros a granel copan el excenario. Mi papá decía: "Llegará el día en qué nos comeremos unos con otros" Ya llegó ese dia.
Traigalo, traigalo, traigalo, gritan los compradores de café en las calles biscucuyenses, La rutina vuelve a adueñarse del pueblo. Los campesinos en nuestra lucha diaria, conuco, siembra, atropellos, desmanes de la burguesía agraria y ojos ciegos de quienes deben defender la nación, mientras tanto los mercaderes preparan sus agallas para continuar deglutiendo el trabajo creador del campesino.
Trancurren los días año tras año, el campesino y conuquero sigue dejando su pellejo bajo el sol inclemente, mientras los gobiernos se visten de promesas que no alcanzan para alimentar nuestros tripones. Este cinco de enero se instaló una nueva asamblea nacional, más tarde anunciarán con aires demagógicos (como si no los conociéramos) su voluntad de lucha por un mundo mejor para los habitantes de la patria. Ojalá cumplan aunque sea el 10% de lo que dicen. ¿Cuántos campesinos hay representándonos en esa instancia de debate nacional? Allí se dibuja el interés que sienten por nosotros, La respuesta es la misma de siempre, El país se desangra entre la corrupción y la desidia, propuestas inconclusas y demagógicos amagues de trabajo se retuercen tras el abrazo de la pereza y la indolencia. Le otorgaremos nuevamente el beneficio de la duda. Si fuera por las leyes este país fuera el mejor del mundo, pues tenemos una extraordinaria carta magna. Lo que hace falta es voluntad, coraje y mucha humildad, honestidad y sabiduría. El campesino requiere más que palabras y leyes, requiere compromiso creador y palabra cumplida.
De nuevo cuarentena en lugar de trabajo, nos quieren encerrados y guardados en nuestros aposentos, ¿cuando anunciaran el primer bono del año? ¿cuando aparecerá la bolsa clap? un pueblo así jamás saldrá de la miseria.
Ayer nos tocó comprar una bombona mediana de gas en 20 dólares y lo peor es que los líderes comuneros son quienes nos estafan. Al menos en mi pueblo es así. Las comunas, instancias creadas para la producción organizada, para la construcción de una nueva sociedad, se convierte en nuestros propios verdugos. Las comunas se convierten en bodegas de intermediación para expender productos, es eso lo que vemos en mi territorio. El estado los dota de vehículos solo para el disfrute particular. ¿Cuál Tito? ¿Cuál Tito? Dicen por aquí.
Quisiéramos comenzar el año de manera distinta, pero este año es de campaña electoral y nos intoxicaran de demagogia. No entienden que el trabajo es lo único que puede consolidar un país serio, la cuarentena nos atrapa y nos impide el trabajo fluido y normal. Tres armas para controlar el descontento excibe el estado, las bolsas clap, los bonos y la cuarentena radical, de ese modo nos callan y nos calman, mientras tanto las crisis y la corrupción nos tragan sin compacion alguna.
Todos nuestros esfuerzos deben direccionarse al trabajo, lo demás es mera distracción para hacernos cada día más esclavos y menos libres. Mientras tanto el campesino no puede perder mas tiempo en nimiedades, debemos dar un paso al frente por el trabajo, la producción y la organización. De allí la necesidad histórica del encuentro creador y solidario para construir juntos las respuestas necesarias. Nos vemos en Biscucuy en Febrero en el 1er. ENCUENTRO NACIONAL DE CAMPESINOS, CONUQUEROS Y YERBATEROS. Informate mas acerca de este evento en la página www.fundaconuco.blogspot.com.
