Esta entrega permite hacer una evaluación crítica, respecto de los recientes resultados electorales en los comicios de Bolivia, Ecuador y Perú.

En el caso de los comicios regionales de Bolivia, según datos oficiales y con una tendencia irreversible, en las 4 gobernaciones incluyendo el departamento de La Paz, el MAS habría perdido.

En 1 departamento el MAS perdería con la derecha, en 2 departamentos con otros candidatos del MAS pero que fueron por fuera de las candidaturas del MAS IPSP y en la Paz sería una lista de izquierda del Alto la triufadora, de los ponchos rojos. Podemos decir que el mapa electoral del estado plurinacional de Bolivia sería el siguiente:

La oposición ganaría 3 departamentos, incluyendo Santa Cruz con Camacho como gobernador. El MAS IPSP obtiene 3 gobernaciones, candidaturas no oficiales del MAS dos gobernaciones y fuerzas de la izquierda indigenista 1 gobernación en La Paz, con Santos Quispe, hijo del líder de los Ponchos Rojos, el Malku Felipe Quispe.

Indudablemente que estos resultados le garantizarían a Luis Arce cierta gobernabilidad, pero constituye un elemento a revisar, sobre las alianzas que el MAS debe construir a lo interno del movimiento revolucionario en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Es decir, el MAS es el partido de vanguardia dentro de la Revolución Democrática y Cultural boliviana, más no es hegemónica y debe construir alianzas tácticas y estratégicas con otros factores revolucionarios en ese país, y que este proceso comicial ha hecho visibles.

En el caso de Ecuador, bueno algunos han señalado de "batacazo" el triunfo electoral del candidato de la derecha, Guillermo Lasso, derrotando al candidato de izquierda, Andrés Arauz. Alguna gente nuestra hace análisis del proceso electoral ecuatoriano, obviando que el tema de la segunda vuelta en esos países constituye una reconfiguración de los factores de poder y de fuerzas, y que en los momentos en que las elecciones se polarizan, se redefinen y por eso se dan resultados como éstos.

Porque tiene que ver con las alianzas que se configuran y se constituyen, y con la inclusión o exclusión de ciertos y determinados factores. La política no sólo es razón sino que además es fuerza.

Arauz pierde la elección en la segunda vuelta por su incapacidad de la izquierda en llegar a acuerdos y por el montaje que le montó el fiscal Barbosa en plena campaña electoral, que golpeo fuertemente su imagen.

El movimiento indígena en ese país encabezado por Yaku Pérez logró 1.600.000 votos nulos (muy distinto al movimiento indígena boliviano, que tiene mucha más conciencia). Un dato y un detalle que le otorgó el triunfo a la extrema derecha extractivista y petrolera.

Arauz no logró introducir en su discurso ni en su proyecto político un proyecto no petrolero y ambientalista y esto también le pasó factura.

Sin duda que la derrota de Arauz, al igual que los triunfos en su momento de Macri en Argentina y de Bolsonaro en Brasil representa un importante retroceso a los procesos de integración de nuestro continente.

En el caso de Perú, en esta primera vuelta el candidato de izquierda Pedro Castillo, adelanta la votación con un 17,49% versus el 13,09% obtenido por Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori y ex primera dama de ese país. Pero aún falta por escrutar datos, por lo que aún el panorama electoral sobre el rival o la rival de Castillo para la segunda vuelta en Perú falta por ser definido.

Se cumplió lo que habíamos señalado a la víspera, de que la definición de la elección presidencial en Perú se daría entre un contendor de izquierda y uno de derecha. Dios quiera que la izquierda peruana se una y logren un triunfo, que la Patria Grande mucho sabría agradecer.

Además que se compensaría de manera importante y considerable la dolorosa derrota en el Ecuador, la cual algunos dábamos como triunfo de los factores revolucionarios en el continente.

Castillo no la tendrá fácil, independientemente quien sea su contendor para la segunda vuelta en el Perú, la cual será el 6 de junio del presente año. Castillo enfrentará y chocará poderosos intereses de la oligarquía peruana, y en especial de la limeña, son contar los factores internacionales que tratarán de no permitirle la llegada al poder.

Pero de ahí que los pueblos nuestros deben empujar y evitar el avance neoliberal y permitir el reflujo de la oleada de gobiernos progresistas y revolucionarios en el continente.

Ha habido diversas y variadas consideraciones respecto a estos resultados que no quisiera "llover sobre mojado", pero quiero cerrar estas líneas con lo siguiente.

Es importante que podamos extraer las enseñanzas que estos procesos comiciales nos están dejando, porque de este lado caemos en el triunfalismo. No olvidemos que este año es electoral en Venezuela, y que a finales de año tendremos comicios regionales y municipales.

Como lo he señalado en artículos anteriores, dependiendo de los resultados que estas elecciones arrojen, se define en buena medida el futuro de la Revolución Bolivariana y la posibilidad de que la oposición pueda organizarse para un eventual referendo revocatorio en contra del mandato de Nicolás Maduro.

Y las circunstancias están muy complejas y difíciles y no permiten márgenes para cometer errores.

Por lo que hay que trabajar duro y desde ahorita, y trabajar el tema de la participación, si no queremos llevarnos sorpresas nada agradables en las venideras elecciones.

Recordemos que cuando veamos las bardas de nuestros vecinos arder, debemos poner las nuestras en remojo.

Así las cosas en la Patria Grande.

¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!