La agencia de noticias Sputnik News fue a Barinas y allá, en las calles, hizo varias entrevistas. Personajes de distintas tendencias emitieron su opinión acerca de lo acontecido. E hizo esto la agencia informativa, en los mismos espacios y tiempo donde y cuando, los comandos de las fuerzas que se enfrentaron en la contienda electoral, de manera pública, hacían sus explicaciones acerca de los resultados.
Es posible, por lo que dice la agencia de noticias, muy conocida e identificada, no se tratase de verdad de un evento donde los pertinentes emitían sus opiniones y hacían sus denuncias y reclamos, sino de un acto donde la dirigencia daba las explicaciones de lo acontecido, de acuerdo a sus muy particulares percepciones y deseos. Algo así como un acto unidireccional, del lado de las cúpulas se emitía hacia el público; el pueblo, el primer interesado y hasta afectado de todo lo que acontece, sólo hacía de receptor. Algo como intentando explicarle a un paciente adolorido, no el origen de su dolor, lo que es facultad del médico, sino donde lo siente y hasta la intensidad.
Uno de los entrevistados por la agencia de noticias mencionada, dijo "Estoy contento porque Barinas despertó, esto es un cambio, pero no es ninguna sorpresa para nosotros. Esto se venía venir, porque los gobernantes nos abandonaron, no se pusieron los pantalones cuando los necesitamos. Y, entonces, necesitamos que venga gente nueva a trabajar de verdad por el pueblo de Barinas".
https://www.aporrea.org/regionales/n370600.html
Cualquiera pudiera pensar con simplismo que tal opinión carece de valor, dado que todo parece sugerir que el emisor es un opositor y siendo así, no vale la pena prestarle atención. Por esto es bueno saber se trata de la opinión de un trabajador de la gobernación de Barinas. Y al señalar esto, el analista debe recordar, en primer término, el estado de vida casi terminal de todos LOS funcionarios al servicio del Estado. Entonces, es la opinión de un hombre que forma parte de un enorme universo que se siente abandonado y para él, "Barinas despertó"; y hasta casi asegura que eso "es un cambio".
Y es digno de tomar en cuenta eso de "los gobernantes nos abandonaron……".
Pero agrega algo muy particular, como que "no se pusieron los pantalones cuando los necesitamos".
Después de la derrota gubernamental o el acto electoral de Barinas en noviembre, desde distintos frentes, incluso del gobierno mismo, se habló del estado de abandono que vivian las poblaciones de esa entidad, empezando por la ciudad capital, aparte de las tribulaciones que padece la gente, común a todos los venezolanos, por lo miserable del salario, los efectos de la hiperinflación y el abandono y deterioro de los servicios públicos, empezando por la salud, el agua y electricidad. Sin hacer mención a "sutilezas", como las comunicaciones.
El presidente Maduro se conformó con atribuir aquello a funcionarios que "viven encerrados en sus oficinas con aire acondicionado".
Sin duda, es por eso por lo que el entrevistado por Sputnik, habla que les "abandonaron" y de la falta de pantalones, como se dice y dijo él, en lenguaje coloquial.
Todo lo anterior nos remite a volver sobre un tema que hemos planteado tantas veces, que se nos ha vuelto repetitivo y rutinario. Y este es que sigue prevaleciendo, entre quienes determinan el hacer del gobierno y el Psuv, la concepción centralista. Todo se decide desde arriba. Se desdeña la saludable idea de hacer germinar un verdadero liderazgo regional que se sienta comprometido con la gente que le acompaña y toda a la que está obligado, por el interés de mantener el control. Como se insiste en ignorar los reclamos de la multitud por sujetarse a las opiniones frías de técnicos como desalmados que repiten las enseñanzas de la escuela burguesa..
Por este sometimiento, que no es más que la reproducción del mismo que las clases dominantes imponen en la sociedad, empezando por el Estado, los gobernantes y "dirigentes" de las regiones (las comillas tienen un elocuente intención) impuestos o escogidos, sin importar las formas, en veces hasta electivamente, pero con el aval y todo el respaldo desde arriba, del mando central, actúan como robots, faltos de iniciativa y hasta "personalidad", sujetos a decisiones ajenas a la región; pues el respaldo del centralismo no pasa de escogerles y ayudarles a que ganen elecciones en caso se vean obligados a ello. Pero por eso mismo carecen de voz y autoridad para reclamar a los poderes nacionales por los derechos y las necesidades de sus gobernados y se limitan a esperar que les caigan las migajas, si es que siquiera eso sobra.
Por supuesto, hay regiones, por el carácter del capitalismo venezolano, como las del centro del país, donde hay clases del capital fuertes y exigentes y ello se ha reflejado en el poder político. Tanto como que suelen generar una dirigencia que se hace escuchar por los mandos partidistas u oficiales con poder nacional.
Por esto aquel hombre, trabajador de la gobernación de Barinas, habló de la "falta de pantalones". Para él, y eso de no deja de tener un enorme valor, todo está sujeto a la falta de personalidad, liderazgo e identidad del "dirigente", candidato y gobernante con su región que en comienza en la gente.
Otro de los entrevistados, de esos que deambulaban por los alrededores donde los comandos de los factores que se enfrentaron en esa peculiar contienda electoral exponían a los pasivos oyentes sus elaborados y convencionales "análisis", unos sintiéndose derrotados y otros triunfadores, dijo a la agencia de noticias:
"Yo no pensé que iba a ganar la oposición, pero la verdad es que acá hay muchas carencias, mucha falta de trabajo, decadencia en la luz y el agua. Yo no sé si la oposición va a resolver cosas pero espero que esta gente haga algo de todo lo que prometió. Porque te digo algo, yo no voté y soy chavista de Chávez, y debo reconocer que Arreaza [Jorge] se comportó a la altura, eso me gustó mucho, porque asumió el hecho, la derrota, y ese es un gesto, una expresión, que está muy bien".
Esta opinión tiene el mérito de haber sido emitida, como él mismo lo dice, por alguien que se dice chavista, quien advierte que se abstuvo y explica las razones de su comportamiento. Y sus razones son las mismas que motivan o desmotivan a la enorme cantidad de abstencionistas o votantes emigrados del chavismo a la oposición. Y, lo que más debería llamar la atención a cierto universo venezolano, es el riesgo que tal emigración no sea hacia espacios democráticos, progresistas, nacionalistas, hasta revolucionarios, que tengan como meta fundamental la soberanía y resolver las calamidades de los trabajadores y las multitudes, sino todo lo contrario.
No es nada difícil, aunque si extraño, observar como mucha gente, hasta de reconocida formación intelectual, se ha dejado atrapar por las emociones y son estas las que la están imponiendo la lectura de la coyuntura, de manera tan deformada que, en lugar de elaborar sus propias respuestas y promover los encuentros y reencuentros lógicos, están optando por asumir las preparadas por sus históricos contrarios. Para decirlo en el lenguaje coloquial de la política venezolana, viendo al gobierno desplazarse hacia la derecha por un camino como sinuoso, a la escondida, por esos "caminos verdes", que tienen mucho del color del dólar, otros parecieran querer "saltar la talanquera", como para querer llegar primero, obviando que "hay que saber llegar". Y esto lo justifican o intentan explicar en su rechazo al gobierno o por lo incompetente que a este valoran.
Barinas, es ni más ni menos, un espejo donde se refleja la vida nacional. Una práctica donde dirigencia y liderazgo, vienen siendo inventados, creados a imagen y semejanza del poder central. Por lo que el ancestral centralismo venezolano, de las viejas republicas, se ha intensificado, pese lo que años antes, en los tiempos que comenzamos a elegir los gobernadores, habíamos avanzado y lo establecido constitucionalmente de "participativo y protagónico". Y es por esto que a dirigentes y gobernantes "les faltan pantalones".
Pero también en Barinas, como en Venezuela toda, los salarios son de miseria, la inflación y la especulación desenfrenada nos acogota. Los servicios, empezando por la salud, agua, recolección de desechos sólidos, transporte, han traspasado el límite de la precariedad y ante todo eso no se avizoran soluciones y las propuestas oficiales, cuyo discurso habla de antiimperialismo, parecen como atadas al interés del capital externo, como eso de la Ley antibloqueo y la de Zonas Económicas Especiales, de las que, según lo que hemos aprendido de Luis Britto García, como remedios, son peores que la enfermedad.
Pero es de nuestro conocimiento de muy vieja data y por razones intelectuales, que esa oposición, que forma y dirige el otro extremo de la polarización, es totalmente ajena a nuestros intereses, de los trabajadores, de la gente humilde y todo lo nacional. En ese universo, de hecho, no hay cabida para quienes discrepando del gobierno, tenemos un proyecto de país soberano, independiente y donde los trabajadores y la gente toda, goce de los beneficios que les son inherentes.
Antes de cerrarse a toda revisión y discusión con quien discrepe o disponerse a dar saltos largos y hasta espasmódicos, estimulados y dispuestos para irse al lado contrario, es bueno abrirse, disponerse a actuar racionalmente y de buena fe, para encontrar los caminos donde hay cabida para tanta gente llena de esperanzas, buenas y con deseos e ideas realizables.