El CNE, dirigido desde Miraflores, se salta la constitución. Puso al medio toda clase de basura leguleya para que no se cumplan sus mandatos. Pero la constitución se protege a sí misma con el artículo 350: "El pueblo de Venezuela , fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos." Si el CNE y el gobierno atentan en contra de los principios democráticos más básicos, tenemos derecho a desconocerlos, y, paso siguiente, salir a la calle para refrendar nuestro rechazo.
Si siendo fieles o estando atados al mandato de la ley no podemos revocar a un gobierno renegado; si este gobierno tuerce con descaro las instituciones a su favor, sólo nos queda ejercer –¡por fin! – nuestra libertad, conquistar la justicia que deseamos, con valor, ejercer la libertad con propósito,… no la libertad del rebaño (que vota cada tantos años llevados de las narices, sometidos hasta el cansancio).
La libertad es un compromiso, una voluntad responsable, hoy es hora de ejercerla. ¡Tanta paja que se habla de la libertad y a la hora de practicarla no entendemos de qué se trata! Pues, si queremos ser libres debemos tener fe en nosotros mismos, agobiados, cansados, "confundidos" porque tenemos miedo a ser libres. Libertad es responsabilidad por nuestros actos y coraje. Nada ni nadie nos hace libres.
Nos engañan con las elecciones y con la constitución. Saltan los esquiroles de la revolución diciendo que todo debe ser legal. ¡Es un teatro! ¡Una puesta en escena para adormecernos!
No hay amenaza imperial, lo que hay es mucho peor que eso, canibalismo imperial, de todos los imperios, del capitalismo y de sus capataces; hoy que estamos debilitados, adormilados, dopados por el madurismo marginal e irresponsable.
Diosdado Cabello (ya descubierto y sin vergüenza), Nicolás Maduro y los Rodríguez representan o son la cara pública de toda esta confusión, secuencia de mentiras y este desastre social. Si no es Maduro, si no es Diosdado, si no es Jorge Rodríguez serán otros, igualmente pusilánimes los que ejerzan por ellos la entrega del país a los capitalistas, hay que recobrar dignidad y estatura política.
No hay revolución sin libertad, responsabilidad individual y valor. La solución a nuestra crisis está en cada uno de nosotros. Cada quien es responsable de la desgracia del otro, del vecino, del hermano. Eso forma parte de la libertad.
Libertad no es tirarse a los brazos de un patrón despiadado. Libertad no es votar o consumir cualquier basura que te ofrece una tienda. Libertad es creer y luchar por algo concreto y hacerlo por nosotros y nuestros semejantes sería el más noble acto de libertad. Libertad es valentía y lucha incansable. Libertad es equilibrar nuestros instintos, darles una dirección… justicia es equilibrio, vencer las fuerzas destructoras, es poder respetar a nuestros semejantes sin la amargura del egoísta, del mezquino.
El "revocatorio" del CNE no nos puede detener, como una señal de tránsito, para que no revoquemos a estos picaros. La manipulación de la ley no nos puede detener. A los ciudadanos honrados y traicionados, a los militares manipulados, a los intelectuales y profesionales confundidos con el socialismo falso de Maduro, a los chavistas asustadizos… ¡todos debemos comprometernos con nuestros hermanos en las desdichas!..., y a la vez liberarnos de la mentira madurista.
¡Debemos ser el poder popular, comunal, socialista real! … la indiferencia y la salida personal nunca será solución para nadie…, de esa forma no alcanzaremos fuerza, salud como pueblo y como individuos; no lograremos vivir dignamente, porque somos seres sociales e individuos que nos debemos al colectivo social, no gregarios y a la vez enemigos, todos compitiendo indiferentes al destino común... De forma personal y egoísta no habrá salvación para nadie. O todos o nadie.
Libertad es ahora un compromiso con la salud de todos, no escaparse a un mundo uniformado, por las redes sociales, del "metaverso" de la idiotez… ¡Hay que salir a la calle, participar, protagonizar el cambio, en este momento de crisis moral y política que nos lleva inertes a la desaparición como nación, pueblo, país, a la fragmentación total, que es lo que pretenden los imperios y negocio capitalista.
OIGAMOS A CHÁVEZ, ARTÍFICE DE NUESTRA CONSTITUCIÓN