En el proceso revolucionario están pasando cosas subrepticiamente de difícil delación. Si miramos a nuestro alrededor y utilizamos de manera oportuna la intuición, podremos asistir al más sublime y delicado asunto en materia del manejo de nuestros recursos en ministerios y organismos públicos, es decir el presupuesto ordinario y el derivado de créditos adicionales. En principio esta materia tiene algo de técnico, por lo tanto, trataremos de explicar en que consiste la teoría y practica presupuestaria, como soporte de la ejecución y demostración de la gestión pública.
A partir del año 2005, se aprobó que el presupuesto de los organismos de la administración pública incluyendo los ministerios, se laboraran bajo el sistema de presupuesto por proyecto y quedando como actividades aquellas materias de orden regular donde aparentemente no hay inversión, por ejemplo sueldos y salarios regulares, gastos de publicidad entre otros gastos. Esto cambió de manera radical la concepción del presupuesto por programas, donde lo esencial eran las metas y objetivos. Bien vale decirlo que la buena o mala ejecución presupuestaria hasta entonces estuvo reñida con el remanente de recursos al cierre del ejercicio fiscal, es decir que si la institución A le sobraba algo más del 10% del presupuesto, era que algo funcionaba mal y teóricamente dicho presupuesto para el año siguiente era considerado para la rebaja en ese porcentaje. Eso nunca ocurrió, diversos y osados mecanismos eran puestos en funcionamiento como por ejemplo, con “cargo al ejercicio anterior”, de esta manera pasaba la cosa sin mayor diligencia posterior.
Desde que está en vigencia el presupuesto por proyectos la dimensión es otra y los mecanismos otros, de igual manera que si se le hiciera seguimiento a cada uno de los proyectos presentados por las distintas unidades de cualquier organismo y/o ministerio, fácilmente se detectaría por donde andan las cosas. La institución encargada de hacer este trabajo entiendo es el Ministerio de Planificación y Presupuesto a través de la ONAPRE, organismo este encargado de materializar el cumplimiento de la normativa vigente en la aplicación y ejecución del gasto. Por otra parte el Ministerio de Finanzas a través del Sigecof mantiene el control sucesivo de los gastos y habilita o libera el pago quincenal de sueldos y salarios y los recursos destinados a inversión, además de gestionar los créditos adicionales que van a desembolsar en cada institución.
No sabemos a ciencia cierta hasta donde ha llegado el seguimiento que el Ministerio de Planificación y Desarrollo debe hacer en estos menesteres y como está el cumplimiento de los diversos y numerosos proyectos presentados para cumplimiento en el ejercicio o en algunos casos si el mismo requiere proyección a otros ejercicios.
Dicho esto, pasemos al componente político administrativo que está detrás del manejo presupuestario. Esta materia en verdad requiere de personas que conozcan los mecanismos de funcionamiento, por ser de alta capacidad técnica, sobre todo el referido al manejo del Sistema Sigecof en el Ministerio de Finanzas, por tanto dicho personal requiere tener la experiencia debida en estos menesteres. No vamos a decir o asegurar que en todos los organismos y ministerios, estas unidades están conformadas por personal desde director hacia abajo, que vienen de la cuarta república, pero si es cierto que un alto porcentaje de estos califica en este orden de ideas.
Según el título del presente escrito pueden comenzar a inferir de lo que se trata, lo que queremos exponer de manera objetiva y buscando esa línea casi oculta del manejo presupuestario, invisible e indivisible, en resumen una de las razones está íntimamente ligada a la eficiencia del gasto y la utilidad traducida en beneficio para la población, es eminente que el gasto presupuestario en nuestro país debe ser transformado en un gasto para la gente y la pregunta es: de acuerdo a la estructura presupuestaria vigente y el manejo discrecional que se hace, el presupuesto ordinario y extraordinario de las instituciones está en capacidad de dirigirse hacia el gasto social y el cumplimiento de metas y objetivos determinados por la comunidad a través de los Consejos Comunales, ha dejado de ser rígido el presupuesto, en qué consisten la diversidad de proyectos aprobados para cada institución y están estos conectados con el ser y el como hacer.
Definitivamente hace falta preparar nuevos cuadros para que ejerzan bajo el compromiso de la revolución la responsabilidad social que exige la hora actual, bajo el esquema vigente es imposible y con la gente que está al frente de las unidades de presupuesto y planificación mucho menos, con algunas excepciones, he allí donde se ubican los peligros que debe enfrentar la actual etapa del proceso revolucionario venezolano, en áreas tan importantes como el presupuesto y la planificación deben estar personas y capacidades realmente comprometidas.
Nuestro deber, como conocedores de la materia, es desnudar esta realidad la cual debe comenzar a ser atacada de manera eficiente, progresiva y definitiva, en aras de evitar que en mediano tiempo puedan surgir conspiraciones que utilicen el presupuesto como descalabro ante una crisis de orden político económico, el enemigo está siempre al acecho, lo que se juega hoy en nuestro país para ambos lados es crucial y determinará el rumbo definitivo de la libertad de nuestro pueblo, ellos tratarán de horadar y de hecho están trabajando en ello las bases más vulnerables y el manejo presupuestario lo es, lo que significa que de este lado tenemos que afinar los mecanismos de defensa y contraataque de manera cada vez más perentoria