Maduro no sabe gobernar, no tiene carácter ni madera de Estadista, ignora las nociones más elementales de la política, de Nación, de soberanía, de estrategia política, social y económica. El 19 de febrero del 2021, hace un año, decía Maduro "Las puertas de Venezuela están abiertas a la inversión petrolera de EU", al tiempo que condenaba el gobierno de Biden por el bloqueo económico, haciendo una diferencia entre los intereses de Biden y los intereses de las petroleras.
Los intereses de Biden son los intereses de las empresas y corporaciones norteamericanas, pero eso creo, no estoy muy seguro, que el presidente Maduro lo sabe. Lo ridículo es pensar que las petroleras norteamericanas no acompañan las decisiones del presidente Biden. Todo lo que hace Chevron en Venezuela lo decide Biden, no Chevron. Como conclusión, ese petitorio hecho por Maduro el año pasado está dirigido a Biden, no a las petroleras, pero debe mostrar un poco de dignidad al rogar por las inversiones de EU en Venezuela, desdoblando su discurso en dos: uno capachero y otro dulce. EU no es un aliado estratégico de Venezuela, no por Maduro sino porque al gobierno de Biden no le da su gana.
La "alianza estratégica" de Venezuela con Rusia es una estrategia más Rusa que venezolana y en nada impide a EU que lo haga con Venezuela, se trata de interese económicos, de una competencia comercial de países coloniales, para ser más exactos, no hay muchas diferencias políticas o ideológicas. El gobierno de maduro no hace alianzas estratégicas, solo cae en ellas. Si Biden lo decide Maduro termina siendo un aliado de EU, tal y como lo hace con Colombia, porque Maduro no tiene una estrategia política, social, económica para el país, no sabe qué hacer ni para dónde llevar al país, se deja llevar por las corrientes de los capitales internacionales.
La nota es de febrero del 2021, en la web, Francia 24: "El presidente Nicolás Maduro dijo este viernes que "las puertas de Venezuela están abiertas a la inversión petrolera" de Estados Unidos, país que le impuso un embargo energético en 2019 como parte de una batería de sanciones para propiciar su caída.
"Arcaron con misiles el corazón de la economía venezolana de manera cruel por la vía de la prohibición de las actividades y la restricción a todas las empresas petroleras del mundo y particularmente a las empresas estadounidenses", dijo Maduro en un acto transmitido por la televisión oficial.
"En la onda de la Ley Antibloqueo" --le otorga poderes extraordinarios para sortear las sanciones de EEUU--, "en la onda de nuevos contratos beneficiosos para la República y para los inversionistas internacionales estamos procediendo a avanzar en la negociación con empresas del mundo entero", añadió.
"De Turquía, de la India, de China, de Rusia... de Europa y quiero decirle a los inversionistas de los Estados Unidos de Norteamérica (...) que las puertas de Venezuela están abiertas para la inversión petrolera, gasífera, petroquímica (...) para trabajar en una sociedad ganar-ganar"."
Que Maduro esté tomando partido por Rusia en una guerra político comercial entre capitalismos, entre colonialismos, es una retrechería, una malcriadez de Maduro, el cual, en el fondo poco le importa aliarse con Rusia como con EU, Francia, Inglaterra, China; CON TAL DE QUE LE PERMITAN GOBERNAR EL CAPITALISMO EN VENEZUELA, Maduro está dispuesto a accionar su "ganar-ganar" al precio que sea, así sea vendiendo el Roraima y el Orinoco.
Por otra parte, si es cierto como dice Martorano, que en una guerra mundial (OTAN Rusia) Europa se acabaría en una semana y el mundo en dos, tomar partido en esa locura es una payasada, un chiste de botiquín. No hay razón, ¡ninguna razón!, ni por una FALSA alianza estratégica con Rusia ni por tener de vecinos a Colombia, para que Maduro comprometa al país, a su pueblo, a sus militares, en una guerra intercapitalista, entre potencias capitalista, y menos que lo haga de forma personal, unilateral, sin preguntar, como un muchacho retrechero; que en nombre de la paz, nos implique en una guerra capitalista porque Biden no lo quiere.