En 1958 después de la caída de Pérez Jiménez la esperanza de hacer una revolución radical socialista se vio adormecida por Rómulo Betancourt, Caldera y Jóvito Villalba en el pacto de "punto Fijo" (pacto de Nueva York), de donde fue excluido al partido comunista y la izquierda adeca. Fue un pacto de la burguesía con el brote político de la socialdemocracia adecocopeyana.
Estos pactos de la clase trabajadora con la burguesía sirven de diluyentes de los movimientos revolucionarios radicales, clasistas, socialistas. Así mismo se perdió la revolución en la insurgencia de los años 1960, 70, 80, en una pacificación que quedó desarmada de herramientas políticas importantes, además de los fusiles. Sin una victoria clara la mayoría de los combatientes se replegaron y desaparecieron de la lucha resolviendo sus asuntos de forma privada, y un resto se asimiló al concurso democrático burgués. De esa experiencia seudo democrática nace el sector político que hoy gobierna en nombre de Chávez y del socialismo, la Liga Socialista, que ha compartido el gobierno con elementos de BR, PRV, MIR, militares y muchos oportunistas con orígenes menos claros.
Hoy hemos celebrado, cada quien a su manera, el regreso de Chávez luego del golpe de Estado del 2002. Recordando los hechos a través de fotos y videos, realmente la reacción popular para la reposición del comandante Chávez en la presidencia del país, es digna de nuestra historia de pueblo rebelde. Mariano Picón Salas habla en su Suma de Venezuela de herencia y tradición, y si hay una herencia y tradición legítima es la de ser un pueblo rebelde, desde tiempos de la independencia hasta hoy.
Sin embargo vivimos un momento de reflujo, de retirada del mar de la rebelión. El 13 de abril del 2002 marcó un hito de nuestra historia, como dice el capitán Diosdado, pero la emergencia de Maduro marcó otro en dirección contraria, el de la restauración de la socialdemocracia y del control político de la burguesía en el país. Cada 11 de abril tiene su 13, pero cada trece parece que siempre tendrá su diluyente, su restaurador del orden burgués y los valores burgueses…, cada 13 tendrá su "Maduro".
Diosdado Cabello conmemora y celebra estas fechas y muestra un video del comandante Chávez muy elocuente, si lo usamos como crítica al gobierno de Maduro. No obstante Cabello insiste en que él está cercano a Maduro "como uña y carne", que son uno solo indisoluble. Pero veamos lo que dijo Chávez en ese video:
… "hay que volver a las raíces, muy de cuando en cuando, en estos procesos tan dinámicos hay que volver a las raíces, para retomar aquello de recordar de dónde venimos, porqué estamos aquí y para qué estamos aquí nosotros, ¿para que sea permitido ser adormecidos por el cansancio de la batalla, o por los cantos de las sirenas de la burguesía, por los valores burgueses de la comodidad, del apoltronamiento, del aburguesamiento?… Nosotros estamos aquí para hacer una revolución verdadera… para eso estamos aquí… es una raíz de rebelión, es una raíz de rebeldía, es una raíz subversiva, subversivos somos y subversivos ustedes, porque tenemos que terminar de subvertir el viejo orden burgués que todavía vive, la vieja cultura burguesa... –y en primer plano se ven Maduro y El Aissami aplaudiendo las palabras lapidarias de Chávez– "
Uno se confunde con Diosdado. Estas palabras de Chávez contradicen todo lo que es y ha hecho Maduro y el madurismo hasta ahora. No sé si valga la pena recordarlo (la falsificación del Plan de Chávez, las leyes de inversiones extranjeras, la de las ZEE, la Ley antibloqueo y la violación de la Constitución, la derogación de la Ley de hidrocarburos y desaplicación de la Ley del Trabajo, las restauración de tierras y empresas a empresarios conspiradores y ahora la privatización de PDVSA), pero el hecho es que lo que está a la vista no necesita anteojos. Además –y a pesar de – todas las fórmulas pragmáticas para frenar y diluir la revolución bolivariana y socialista de Chávez, el gobierno de Maduro, que lleva 9 años, ha gobernado a costa de esas "ideas radicales", de las palabras de Chávez, traduciendo, lo que en boca del mismo comandante está más que claro, en los dislates y traiciones de Maduro y el madurismo.
Nosotros estamos aquí para hacer una revolución verdadera, dice Chávez, y Maduro ordena falsificar el plan de la patria y acusar a mismo Chávez de facilismo, de haber hecho una revolución a 100 $ el barril; persigue a los trabajadores y libera a los conspiradores; pacta con la derecha y con el imperio en secreto; entrega nuestro petróleo a Chevron. Dice Chávez que estamos aquí "no (para) ser adormecidos por el cansancio de la batalla, o por los cantos de las sirenas de la burguesía, por los valores burgueses de la comodidad, del apoltronamiento, del aburguesamiento" Sin embargo uno de sus ministros de economía apuesta por una "burguesía revolucionaria", un engendro conceptual nacido del cansancio de su mente, y, a su favor, restituye todas la confiscaciones hechas por Chávez, dejando desamparados a los obreros de las empresas socialista y trabajadores campesinos y, por supuesto, lo hace mutilando la esperanza revolucionaria socialista a favor de la "comodidad" (el pragmatismo) entregando el control de la economía y nuestros recursos a los privados… ¡Más fácil es destruir que construir! , por eso demolieron a PDVSA, acabaron con las empresas socialistas, fundos zamoranos, abandonaron las universidades, los hospitales públicos, los desarrollos de infraestructuras, trenes, puentes, etc., dándole nuestros ahorros y recursos en divisas a los privados y a toda clase de pícaros oportunistas, del gobierno y fuera de él, para "desarrollar las fuerza productivas" dentro del capitalismo y con los valores y la lógica del capitalismo.
¿¡Cómo entender estos disparates "comunicacionales" de Diosdado!? ¿Será que conspira en silencio?
Hoy conmemoramos el 13 de abril del 2002, pero no tenemos nada que celebrar, Maduro y el madurismo entregaron la revolución de Chávez, sin vergüenza, sin pena ni gloria.
¡VIVA CHÁVEZ! ¡VOLVAMOS AL PLAN DE LA PATRIA ORIGINAL!