Creo que debemos parar de pensar y actuar como pandilleros

Les escribo otra vez desde mi teléfono.

¿Por qué?

Porque el actual Estado venezolano me quemó mi computadora otra vez, la séptima en ocho años, y por eso estoy reconstruyendo otra con piezas de los escombros de cuatro de ellas y algunos componentes nuevos que mi esposa me mandó desde el extranjero.

Algunos tal vez se preguntarán porqué no consigo una nueva computadora, ¿verdad?, bueno:

1) es que … mi pensión es de solo $30 al mes y solo recibo unos $150 al mes desde el exterior, pero me cuesta mínimo $200 al mes solo para la comida y el agua que necesito cada mes para no morir de manera anticipada, o sea, no tengo cómo comprarme una nueva computadora, y no puedo ir a un café internet porque no puedo salir a la luz del sol debido a mi enfermedad, y de haber algún café internet abierto de noche, no tengo cómo pagarme un taxi, y no hay transporte público aquí después de las 8 PM, y

2) es que … aquí en Venezuela a menudo te venden productos como nuevos cuando no lo son, por ejemplo reemplazan las pilas nuevas con pilas viejas para que tengas que volver a la tienda a comprar la pila nueva que ellos te robaron en primer lugar, entre tantas otras trampas practicadas regularmente por la inmensa mayoría de los comerciantes en este país "sin ley" y salvaje conducido principalmente por gente que hace lo mismo, de engañar, estafar, y robar a los más pendejos, honestos, e inocentes, sí señor, un montón de camaleones oportunistas corruptos, pandilleros políticos, y criminales, incluso dentro del mismo gobierno … y esa no es una opinión personal únicamente, eso lo puedo comprobar.

Bueno, por eso mi esposa me manda cosas desde el exterior.

Aquí en Venezuela, ya no se puede confiar en nadie casi, es algo terriblemente triste.

Por ejemplo, un vecino mío, pensionado y muy pobre, me robó todas mis tuberías de agua para revenderlas para conseguir dinero para sobrevivir, así es la Venezuela de hoy, pregúntenle a cualquier persona honesta que vive aquí, y ellos les contarán historias de cosas que solo ocurren en los países más subdesarrollados del planeta.

No es solamente triste, es igualmente patético, y creo que nos da a muchos venezolanos y venezolanas de buena fe, tremenda vergüenza … o sea … básicamente … nos da tremenda vergüenza hoy en día ser venezolano bajo la gobernanza del actual jefe de Estado venezolano, o sea, nos da tremenda vergüenza tener al actual jefe de Estado venezolano al frente del país (al frente de nuestra sociedad), el principal culpable de que hayamos como sociedad reculado por lo menos 100 años en casi todos los ámbitos de vida del país, y decenas de miles de años en términos humanos y morales, en la determinación y el reconocimiento y diferenciación entre el bien y del mal y las correspondiente mejores prácticas y aplicaciones comunales fundamentales.

Bueno ...

Desde hace tiempo, leo y veo y escucho a gente hablar de la lealtad, y hay algo que me choca.

Aquí en Venezuela, y probablemente como ocurre en todos los países subdesarrollados del planeta que todavía funcionan en base a principios colonialistas, como la Venezuela de hoy bajo en mando del actual jefe de Estado venezolano, la lealtad tiene, en términos políticos, una connotación muy diferente a la de los países desarrollados.

En general, he notado que, por ejemplo, en los países desarrollados como Canadá, la lealtad política es hacia un concepto político o tendencia política, y no necesariamente hacia quienes ejercerían el poder sobre la promulgación de tal concepto o tendencia.

Me explico (por ejemplo).

En general, en Canadá, el cual es un país con tendencias sociales más socialistas que capitalistas, así como en casi todos los países europeos modernos desarrollados, si una persona dice ser leal al concepto del socialismo (programas sociales equitativos y accesibles a todos sin afiliaciones políticas, religiosas, etc.), uno va a votar por cualquier partido político que impulsaría los programas sociales respectivos, sin importar qué partido político (o figura política) impulsaría estos programas de tipo sociales que corresponderían al concepto del socialismo en el cual uno creería.

De hecho, ha ocurrido muchas veces, no solo en Canadá, sino también en Inglaterra y probablemente en todos los países desarrollados del mundo, que un partido político conservador (digamos más orientado socialmente hacía el capitalismo) ha ganado elecciones en base a propuestas electorales de tipo más socialista que las propuestas hechas por los partidos políticos llamados socialistas en primera lugar.

O sea, un elector, como ciudadano, sería normalmente leal al concepto, y no necesariamente al partido político, por ejemplo, en EEUU ocurre a menudo que un miembro del partido republicano vota por un candidato demócrata, y viceversa.

Por eso, creo yo, el porcentaje de la población en los países desarrollados que se inscriben para ser miembros de algún partido político, es muy bajo, por ejemplo, en Canadá, se estima que menos de 2% de la población es miembro de algún partido político, mientras en EEUU, probablemente el país desarrollado con el mayor índice de participación política como miembros de algún partido político, el porcentaje no pasa del 50%, además, aún entre los miembros (la inmensa mayoría republicanos o demócratas), por lo menos un 30% no vota (se abstiene), o sea, aún siendo miembro de algún partido, mucha gente no vota ni por su propio partido, o sea, alrededor de solo 35% de la población de EEUU votaría en base a la lealtad partidaria.

Lo que quiero demostrar es que, me parece que, para progresar como sociedad, debemos aprender a ser leales a los conceptos, y no a los políticos.

Debemos aprender que el pandillerismo en la política, como lo es aquí en Venezuela, donde uno se hace miembro de algún partido político y consecuentemente vota por su partido político o por algún personaje político asociado a ese partido político aún cuando ese partido político o personaje político actuaría completamente contrario a nuestras creencias fundamentales, estorba el progreso y el desarrollo de nuestra sociedad ya que está forma de hacer política --- retrograda y colonialista (¿estás conmigo o contra mí?)--- inevitablemente propicia lo que en inglés se llama "turf wars," o sea, la guerra entre pandillas por el control de territorios, lo cual no es nada positivo y es además absolutamente destructivo en todas sus facetas en estos tiempos modernos en esta parte del mundo moderno.

Para avanzar, entre otras cosas, creo debemos parar de pensar y actuar como pandilleros.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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