¡Por fin alguien lo dijo!

Antes de empezar, quiero aclarar que aquí les estoy presentando mi percepción e interpretación personal de los hechos, pero eso no significa, por nada, que yo tenga razón, no, no, no.

Ustedes mismos pueden hablar con otra gente que habría tenido experiencias parecidas a las mías para confirmar que lo que yo digo y percibo sería verdad, o sería lo más cercano posible a la verdad.

Posiblemente yo esté totalmente fuera del orbite en este asunto, pero es así que yo personalmente lo percibo y lo entiendo.

Entonces …

Que los articulistas acomplejados aquí en Aporrea que siguen apoyando al actual jefe de Estado venezolano, y que tienen la costumbre de inventar cualquier excusa para proteger al actual jefe de Estado venezolano aunque cometa o sea el principal responsable de barbaridades y atrocidades humanas, y que atacan públicamente aquí en Aporrea a [cualquier] persona que exponga estas barbaridades y atrocidades para protegerlo a él, bueno, que se abstengan de acusarme falsamente, como lo han hecho varias veces, de decir cosas que yo jamás dije ni insinué … y que tampoco me pongan sus mediocres palabras en mi boca diciendo cosas irracionales como que mis intenciones, al escribir este artículo, serían las intenciones que ellos se imaginarían que serían las mías, ya que, obviamente, ellos no están dentro de mi cabeza ni dentro de mi corazón para conocer mis intenciones, ¿verdad?

Además, yo jamás les daría acceso, ni a mi cerbero, ni a mi corazón.

Y …

Que no me vengan a acusar de odiar al actual jefe de Estado venezolano, o de instigar al odio, no señor, no, no, no, porque, de hecho, yo no lo odio, ¿y saben por qué?, porque yo no tengo absolutamente ninguna razón para odiar a ese tipo de persona que yo naturalmente desprecio por su comportamiento, más bien, y muy sencillamente, así como lo he mencionado varias veces en mis artículos, yo no le tengo a él (ni a ninguna persona como él) absolutamente ningún respeto, ni una sola gota de respeto, eso es todo, pero eso no significa que yo lo odie, ¿cómo voy a odiar a alguien a quien yo le asigno cero valor humano?

Ven, a mí personalmente, no me importa un carrizo lo que le pase a él, él puede engordar, perder 300 kilos y desaparece misteriosamente, puede enloquecer, o ponerse repentinamente viejo, o caerse de un árbol, o comer cangrejos en vivo, él puede intentar volar como un pajarito recién nacido desde un barranco, o puede enfermarse de sífilis o Covid, aun puede ser llevado al cielo sobre una nube de algodón o besarse el mismo mil veces cada mañana viéndose en el espejo, y a mí no me importaría un carrizo, eso es todo, el asunto es muy sencillo.

Si yo lo viera caminando por la calle, bueno, simplemente lo ignoraría así cómo ignoro a toda la gente como él (en mi percepción).

¿Eso es tan difícil entender?

No creo, ¿verdad?

Bueno …

Por fin alguien de autoridad reconocida, Gustavo Petro, el presidente electo de Colombia, ha confirmado algo que hace tiempo que yo esperaba que se demostrara públicamente … algo que me imagino el actual jefe de Estado venezolano, quien tiene el ego del tamaño de su monumental capacidad de mentir (en mi percepción), temería.

Titular en Aporrea: Petro considera "prudente" la no asistencia de Maduro a su investidura

¡Por fin!

Una suave, pero contundente, patada pública por el trasero.

Es que …

¿No han notado que desde hace varios años ya, casi ningún jefe de Estado sobre este planeta pareciera querer reunirse públicamente (o verse) con el actual jefe de Estado venezolano, ni siquiera, pareciera, quisieran hablarle por teléfono o verle la cara en una foto, más bien parecieran querer evitarlo completamente y pretender que él no existe?

¿Verdad?

¿Me equivoco?

Tal vez que sí …

¿Pero, saben por qué la mayoría de los líderes del mundo parecieran querer evitarlo y no verle la cara al actual jefe de Estado venezolano?

Bueno, para que sepan, yo no puedo decirles de manera contundente que yo sé, pero sí puedo especular, y eso es precisamente lo que haré.

No es que yo sea un experto en esas cosas, pero les voy a decir una cosa, yo trabajé durante muchos años directamente con la mafia siciliana, La Cosa Nostra en NYC y Montreal, trabajé directamente con las mafias judías, igualmente en Montreal y NYC, y acompañé a los Hell’s Angels (como artista para sus familias) en buena parte del territorio canadiense francés durante unos 11 años, y aunque yo jamás me involucré en ningún asunto criminal, aprendí muchas cosas con ellos.

Entre otras cosas, aprendí que para trabajar o andar con ellos, uno debe adherirse estrictamente a sus reglamentos, a su código, lo cual para mí fue muy fácil ya que yo no miento, ni tampoco soy un cobarde, o sea, yo no me escondo de la verdad, yo no manipulo o tergiverso la realidad a conveniencia, y yo no abuso de los más débiles, o sea, soy una persona de honor y de valentía que no usa la cobardía como instrumento para justificar mis acciones y que si yo voy a ir en contra de alguien, yo siempre voy por la cabeza, no voy, como hacen los cobardes, por la presa fácil, por el pobrecito pendejo al final de la jerarquía, no señor.

Eso precisamente forma parte del código de esa gente.

Ven, si uno quiere sobrevivir en ese mundo, uno tiene que pensar, ser, y actuar así, uno debe cumplir con ese y otros criterios, si no, a uno lo matan, y punto, chao, chao.

Ellos no le dan a nadie --- a absolutamente nadie, ni siquiera a un familiar o amigo de larga data, ni a un socio, ni a nadie --- una segunda chance, no señor, y así es, pregúntenle a cualquier persona que habría trabajado con esa gente, y ellos les confirmarán esta verdad, de hecho, si ustedes conocen a policías que han tenido que negociar con esa gente, ellos les dirán la mismas cosa … y aquí no estoy hablando de la delincuencia común y corriente, no señor, ese mundo no tiene nada que ver con este mundo, más bien --- y a veces en colaboración con la policía ya que la policía no puede salir a las calles a asesinar a delincuentes de manera arbitraria y justiciera ---, esa gente de esas mafias con las cuales yo trabajé y/o anduve, son quienes se deshacen de la delincuencia común y corriere de las calles, principalmente por dos razones, porque:

1) esos delincuentes estorban sus negocios, y

2) esos delincuentes no siguen su código de ética, lo cual incluye de no abusar de los más débiles, como por ejemplo de robarles sus carteras a las viejitas, o de robarle su moto a un pobre, o de meterse en la casa de un vecino, y cosas así.

… y por extensión … de no quitarles sus salarios mínimos a los más pobres, de no quitarles sus medicamentos a los enfermos, y de no quitarles su comida nutritiva a los inocentes e impotentes que además deben trabajar por como esclavos para quienes le quitan lo poco que tienen, etc., etc., etc.

Bueno …

Yo personalmente conocí a dos personas que fueron asesinadas por esa razón, una de ellas fue asesinada a tres metros de mí y enseguida lanzada por una ventana, y la otra que fue asesinada a las 7 de la mañana saliendo del apartamento de su novia, el mismo apartamento donde yo estaba reunido con ellos la noche anterior … y uno que casi asesinaron, pero que no asesinaron, simplemente lo dejaron deformado e inválido de por vida.

Ese miserable, quien andaba estafando a los pobres, jamás abusó de los más débiles otra vez, jamás.

Así es ese mundo.

Aparte de haber podido trabajar con esa gente sin ser asesinado, debido precisamente a que yo no miento (aunque he mentido accidentalmente unas pocas veces), y no abuso de los más débiles, tuve la gran oportunidad de también trabajar directamente con los dueños de algunas de las empresas más grandes del mundo (en sus respectivos ámbitos de actividad), pero, en asuntos muy secretos relacionados principalmente con los avances tecnológicos en las telecomunicaciones, en armamentos, y en asuntos espaciales, lo cual también me llevó a conocer personalmente a algunos líderes mundiales y a algunos de sus más confiables asesores (de entonces), y a algunos de sus jefes militares y de inteligencia, incluso a agentes de la CIA, de la MOSSAD, y MI5, y "especialistas" de tipo marine de las fuerzas especiales de Canadá, de Francia (la legión extranjera francesa), y de Egipto (conocí personalmente al ministro de defensa de Mubarak), entre otros, gente que son personas que tampoco mienten ni permiten la mentira, aunque muchos de ellos, particularmente entre los líderes políticos, son muy malas personas, donde todos deben mantener un código de honor y de valentía frente a cualquier situación, so pena de ser asesinados por no cumplir.

Sí señor, así es.

He tenido la suerte de conocer personalmente a personas de muy alto rango o de muy alto estatus a nivel internacional, pero siempre los he conocido dentro de un ámbito o contexto operacional o personal, jamás dentro de un ambiente o contexto político, no señor. Yo siempre me he rehusado de participar en la política, porque esa es una de las cosas que a mí más me disgusta, la política, y ¿saben por qué?, porque, con muy raras excepciones, los políticos son básicamente todos iguales (en mi apreciación), son exactamente iguales a los delincuentes comunes y corrientes de las calles, esos que no siguen el código de honor.

Si por casualidad, digamos en alguna reunión, me encontraba con alguien que empezara a abordar un tema operativo de manera política, bueno, yo simplemente me paraba y me iba, y eso lo hacía en cualquier nivel, incluso frente al dueño de la empresa que fabricó parte de la estructura del brazo espacial para la NASA, a mi no me importa, yo no trabajo, jamás, con gente que son incapaces de cumplir el código de honor.

Es así de sencillo.

Por eso yo jamás trabajaría con el actual jefe de Estado venezolano, ni con absolutamente ninguna de sus conscientes colaboradores o socios, no señor.

Ese, el mundo que conocí y todavía conozco, es un mundo donde cada quien, la élite mundial, sus respectivas mafias (todas las élites usan mafias), y sus operadores sobre el terreno (incluso la inteligencia, fuerzas especiales, mercenarios, etc.), deben comportarse de cierta manera, siempre bajo un código más o menos parecido, a nivel mundial, si no, son excluidos, a nivel global.

Todos los operadores que yo conocí en mis aventuras en guerras, en contratos secretos, en operaciones clandestinas, etc., todos esos operadores me confirmaban siempre la misma cosa, y es por eso precisamente que yo pude trabajar con esa gente, por que yo no miento, ni tampoco oculto la verdad.

Bueno …

Eso dicho …

Creo que todos sabemos que el actual jefe de Estado venezolano miente regularmente y que ha estado mintiendo públicamente desde el momento en que asumió el poder sobre el Estado venezolano, además, creo que también es evidente que en estos últimos años, él además ha estado ocultando, manipulando, y tergiversando la realidad, en secreto, a su ventaja, pero con fines que parecieran ser únicamente políticos y personales, precisamente para su propio beneficio y el beneficio de unos pocos aliados y colaboradores, ¿verdad?, pero, más allá todavía, él lo ha estado haciendo de manera cada día más agravada (en el sentido de la honestidad, de la transparencia, de la Constitución, etc.) … y generalmente con resultados particularmente devastadores para los más débiles de nuestra sociedad, y eso, en mi libro, en mi código, y en el código de la inmensa mayoría de los jefes de Estado de este planeta, es totalmente inaceptable.

De poner estos concepto en una fórmula matemática, creo que lo haría de la siguiente manera:

la mentira + el abuso de los más débiles + la cobardía = una persona despreciable

Así lo veo.

Bueno, creo que precisamente a causa de esto, no le convendría a Gustavo Petro, ni a casi ningún jefe de Estado del mundo, verse reunidos con el actual jefe de Estado venezolano.

Así lo percibo.

¡Por fin alguien lo dijo!

(NOTA: Digo que "lo dijo," porque no encuentro otra manera más concisa para decirlo. Lo que quiero decir, es que, por fin alguien ha expresado públicamente algo que pareciera corresponder precisamente a lo que yo percibo.)



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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