De los garrafales errores de la izquierda. Chávez y el hiperliderazgo (XII)

El debate alrededor de Chávez o mejor usando su figura para cada parte sacar ventaja, dada la justificada popularidad y liderazgo del comandante, sigue encendido en base a asuntos insustanciales y hasta anecdóticos; donde cada quien procura aparecer como auténtico heredero suyo, asumiéndole hasta como ajeno y sin ninguna responsabilidad en los errores cometidos, como si no hubiese sido un humano, que como tal nace con esa debilidad.

¿Cuántos errores cometió Bolívar sin perder su grandeza?

Favorece esa conducta el hecho que empezase a dejar el poder, dada la enfermedad que lo abatió, cuando apenas comienzan a sentirse los efectos de las primeras sanciones impuestas por EEUU, pero todavía el nivel de vida de los venezolanos no había caído en picada y menos llegado a las antípodas como llegó y se empeña en quedarse.

Como tampoco se percibían con suficiente rigor los efectos de los errores cometidos por el "estratega" petrolero y zar de la economía Rafael Ramírez, ante la mirada anonadada de acompañantes o compañeros que no se atrevían a cuestionar nada por mantenerse sutiles, cuidadosamente discretos o ignorar lo que acontecía para no "aparecer como imprudentes" . Y todo eso comenzaba a emerger, pese la insistencia del presidente de decir que, "aunque los gringos no nos compren una gota de petróleo, nuestro proceso seguirá su marcha triunfal".

Al parecer, el comandante, pasó por alto y eso es muy grave, que los "gringos" podrían hacernos mucho más cosas que dejarnos de comprar una gota de petróleo. Y es grave que el presidente y sus más cercanos asesores eso no percibieran y menos manejaran aquellas relaciones con el debido cuidado, equilibrio, sin dejar de alentar y realizar los cambios que las circunstancias demandaban y la realidad hiciese posible.

No es necesario buscar en la basura, para hallar pruebas verdaderas acerca de la corrupción en el manejo de las finanzas derivadas del petróleo y percatarse de la poca perspicacia, la tendencia a exagerar en el lenguaje insustancial y nada diplomático, pero también por debajo, en el siniestro mundo de las malas intenciones, pues de esto pudiera haber, de quienes manejaron la estrategia política petrolera. Lo menos que pudiera decir, pues es lo que creo, pese todo, Chávez cedió a lo infantil que anidaba en él, el sentirse en un momento de su vida por encima del bien y el mal y, además, se dejó envolver por consejeros muy malos, poco perspicaces o muy estudiadamente predispuestos, porque creyó que aquello entraba en sus objetivos y propósitos.

Por lo que sé, he leído y escuchado, el Dr. Jorge Giordani, fue los pocos que todo eso percibía, por lo que más de una vez se separó; por eso habló con insistencia de sus "desencuentros" y aquello de "presidente ya basta de tanta regaladera". Nadie hasta ahora le ha acusado de nada indebido y al final reactivó sus críticas. Lamentablemente ha callado y espero que haya sido por decisión libre, goce de buena salud y siga trabajando para, en su momento, darnos algo sustantivo.

A Chávez, si aceptamos como válida la idea que fue víctima de la inoculación de una enfermedad mortal, lo mataron dos veces. La segunda fue imponerle una estrategia en materia petrolera y política absurda, como enfrentarse a un gigante, siendo un David sin su respectiva honda, que no era una simple honda, sino una armada con piedras con el alma y fuerza del dios de su pueblo. Y lo más triste y doloroso, no hubo quien ante aquello lo "atajase", como solemos decir los cumaneses, sino que por los efectos del proceso mismo, todos le hicimos la venia.

No es necesario apelar a ninguna prueba en particular, ellas abundan, son del dominio público, el presidente Chávez al parecer, hizo una mala evaluación, al hacer la afirmación anterior, como que entrar en un conflicto con EEUU, no nos traería ninguna lamentable consecuencia. Y como se suele decir, para muestra basta un botón, leamos partes de las recientes declaraciones del diputado Ángel Rodríguez, Presidente de la Comisión de Energía y Petróleo de la AN, según las cuales, "las medidas unilaterales y coercitivas, así como el bloqueo económico y financiero, afectaron grandemente el proceso de producción de petróleo", pero agregó además, "nosotros esperamos que las negociaciones y el diálogo, sean un espacio para que los países que están participando se conviertan en promotores, para que los niveles de sanciones disminuyan". Pero también hizo mención como Venezuela tuvo necesidad de la participación de otros países, para poder llegar a los niveles en los que ahora se encuentra la producción.https://primicia.com.ve/nacion/diputado-angel-rodriguez-afirma-que-pdvsa-puede-mantener-meta-de-produccion/

Es decir, pisamos un peine que nos provocó una caída estrepitosa, por creer infantilmente que, antiimperialismo significa necesariamente ser enemigo de EEUU, refocilarnos en desafiarlo, gritar como carajitos ¡abajo el imperialismo!, estando bajo su control y sin hacer nada sustantivo para salir de ese estado y esperar que a quien aludimos y enfrentamos se mantuviese inalterable. Aunque, la vida que hemos llevado los venezolanos estos últimos 12 años, como mínimo, sirve de sobra para pensar que el comandante, no sabemos por qué razón, pudo haberse equivocado en tal magnitud. Pues decir que todo eso se justifica en una actitud firme contra el imperialismo o antiimperialista, no parece suficiente. Ser antiimperialista y asumir poses en las relaciones dentro de ese mundo que podrían afectar, como a nosotros nos han afectado, son cosas diferentes.

Pero vale la pena recordar aquí dos cosas. La primera de ellas es parte del contenido de una conversación fugaz que sostuve con el Dr. Giordani, recién muerto el comandante-presidente, al finalizar un acto en el cual presenté uno de sus libros, circunstancia que se dio, como dije entonces, "porque ya Giordani no era ministro, pues de seguir siéndolo, hubiesen buscado a otro".

Me contó el exministro que, las veces que visitó Cuba, estando en la isla hospitalizado el barinés, pudo constatar que más nadie, salvo los familiares cercanos, Rafael Ramírez y Nicolás Maduro, tenían acceso al presidente. Es decir, hace suponer que estos dos eran los encargados de manejar lo relacionado con el aparato del Estado. Pero Ramírez, seguía siendo el zar de las finanzas y el petróleo.

Esta circunstancia, como fortuita, tiene su explicación algo racional aunque se mire desde lejos.

Chávez había dado a Ramírez todos los poderes en materia del manejo de la industria petrolera y otras áreas de la economía, como el orden y dirección de distribuir los recursos provenientes de la industria; por algo se le llamó el zar de la economía. Pero le dio algo más. Un lunes, a menos de 24 horas de haber pronunciado un discurso en su programa dominical, "Aló presidente", donde se pronunció contrario, como otras veces, a que funcionarios del Estado fuesen dirigentes del partido, tema que tocaremos de manera específicamente más adelante, en este mismo trabajo, designó a Ramírez vicepresidente del partido para lo zona de oriente. Un cargo para el cual, lo puedo asegurar con la certeza que no estoy equivocado, para el cual tampoco estaba preparado ni era idóneo, por variadas circunstancias.

Aquella conducta, aparte de una concepción equivocada, pese el discurso, de los que hay muchas muestras y de diferente índole, resultó de la lucha de facciones dentro de aquel partido, formado de manera contingente y aluvional. De algo que hasta ahora nadie ha sabido explicar racional y convincentemente, se valió Ramírez para llegar a ganarse la confianza a todo trance del entonces presidente. Esa es una incógnita que nadie ha descifrado, pese la falta que bastante hace.

Un partido, para que se consolide el liderazgo de los diferentes niveles, demanda tiempo, relaciones personales hasta íntimas, mucho trabajo y discusión en equipo. El "chavismo" no tuvo la suerte de vivir ese proceso.

Chávez, vamos a decirlo de esta manera coloquial para disipar las malas intenciones o interpretaciones o las dos cosas al mismo tiempo, tuvo la mala fortuna de fiarse en gente que de eso no eran merecedores, para muestra basta la flor de Miquilena, a quien solía llamar su "padre". Pero sin salir de lo coloquial, uno podría también decir que, en ese sentido, no tuvo buena vista o pulso y a lo mejor la velocidad de los acontecimientos le dificultaron en exceso. Es extremadamente escandaloso, por lo menos para mí siempre lo ha sido, que el comandante hubiese nombrada Tesorera Nacional a quien al parecer fue su enfermera y de quien se sabe su pasado, presente y porvenir.

También es de antología el caso de aquel joven que fue su ministro de finanzas y puesto por él para que lo eligieran dos veces gobernador de Aragua. Se trata de alguien que formaba parte del círculo íntimo o el primer anillo como ellos solían decir.

Lo mismo podría decirse de aquel joven de apellido Izarra, proveniente de la industria de la televisión privada, a quien de inmediato puso a desempeñar altas posiciones y en las primeras de cambio, como decimos los venezolanos, dejó el "pelero" y en este caso, bien recuerdo, bastante fue advertido el comandante.

Es por demás ilustrativo y hasta sugerente, algo a lo que he hecho referencia antes. En una conversación que tuve con alguien que, en diversas oportunidades me había dado demostraciones de haber tenido relaciones cercanas con Ali Rodríguez Araque, le pregunté:

¿Por qué Rodríguez Araque, tan cercano a Chávez, de esos del primer anillo, conocedor del tema petrolero y a quien se le tiene con un alto perfil, no advirtió a Chávez acerca de la errada estrategia en la que Ramírez le arrastraba?

El personaje con quien hablé, me miró un rato fijamente y luego me contestó:

-"Justamente, esa misma pregunta se la hice a Ali y recibí como respuesta que Chávez no le hace caso a nadie".

Si revisamos las relaciones o discrepancias entre el comandante y el general Mûller Rojas, lo que he tratado en otro trabajo, inserto en mi libro "De lo mesiánico venezolano", hallaremos muestras de eso mismo.

Para reforzar esto quiero recordar una conducta peculiar del entonces presidente. Era habitual que, en el programa "Aló Presidente", alguna comisión designada por él mismo, para que elaborase un plan de financiamiento de automóviles para algún sector de la vida venezolana, lo presentaba en detalles. Como el tipo de vehículo, su precio, cuota inicial y cuotas mensuales a pagar por el comprador del automóvil favorecido por el plan. El presidente revisaba aquello que había sido un trabajo de una comisión que tuvo que cumplir determinadas investigaciones, un protocolo, cálculos, invertir tiempo, etc., y al fin, al "aire" como se dice coloquialmente o frente a las cámaras, él sin previa consulta a nadie, terminaba estableciendo cada condición, como monto de la cuota inicial, el número de cuotas mensuales a pagar y el monto de cada una de ellas. El trabajo presentado por la comisión terminó en una pérdida de tiempo y en la descalificación de quienes lo presentaron, quienes hasta pudieron haber terminado siendo vistos por los favorecidos como unos fariseos.

Contingencia, turbulencia, torbellino, todo eso junto, parecieran haber impactado y condicionado la conducta del presidente emergido como líder de los venezolanos a partir de aquel torbellino que fue el Caracazo.

Siquiera uno puede explicar y hasta entender el origen del poder de Maduro. De eso hay muchas evidencias. Como que Maduro no era un dirigente con los pies de barro, uno de los tantos que a esos niveles llegó y al primer estremecimiento se vinieron al suelo. Maduro entra al primer anillo de Chávez, estando éste preso en Yare, pero no le llega sólo. Es para esa tarea la voz y figura autorizada por la Liga socialista. Cuando se funda el MVR, el partido original de Maduro, la Liga Socialista, opta por una doble vida, se mantiene afuera como partido, esperando el desarrollo de los acontecimientos y al mismo tiempo se trasladan como militantes al partido fundado por Chávez y dentro de éste, era la única fuerza coherente, organizada y planificada en medio de aquel espacio aluvional donde circulaban militares y civiles. La Liga Socialista se convirtió en una fracción fuerte y coherente dentro del MVR, "enfrentada" a una multitud en desorden, personalista, individualista, donde cada quien tenía su propio proyecto, sano, poético o diabólico, pero dispersa.

No era extraño que, dirigentes del MVR, procedentes de la Liga Socialista, incomodados o rebajados de categoría por alguna circunstancia, renunciasen a la militancia en aquél, volvían a la original militancia, para regresar con los mismos galones, una vez resuelto el conflicto en el que estuvieron envueltos dentro del partido de Chávez.

Chávez sabía, consciente estaba de eso, tanto que lo aceptó con normalidad; más de una vez le dio validez a que dentro del partido persistiesen los grupos organizados. Como sabía que Maduro dentro del MVR era quien más poder tenía. Diosdado, hasta por un simple efecto como ecuménico, era la figura militar, como la esencia del chavismo, pero aparte de su poca experiencia política, carecía de un verdadero y organizado poder dentro del PSUV, como tampoco lo tuvo Ramírez, aparentemente rodeado éste, en la mayoría de los casos, siempre las excepciones existen, de gente sólo interesada en los negocios y las cuentas en dólares. Pese gozaba, como ya dijimos, de la casi absoluta confianza del presidente.

Personajes como Rodríguez Araque, José Vicente Rangel y una larga lista, no eran más que astros relucientes, refulgentes, que giraban apartados de todo, en aquel sistema planetario.

También se supo, porque en este mundo no hay nada oculto, lo sucedido una tarde, recién llegado Ramírez a Cuba, en los últimos días que el presidente estuvo allá hospitalizado.

En Venezuela los técnicos petroleros ya venían advirtiendo acerca de la tendencia a la caída de los altos precios del petróleo, circunstancia en la que se fundamentó Ramírez para darle prioridad a la Faja Petrolífera del Orinoco y cerrar en buena cantidad los campos de petróleo liviano pese la enorme capacidad de reserva que allí aún existe.

Cada día que pasaba se producía un notable descenso del precio del hidrocarburo. La caída era insistente y pronunciada. Y Venezuela, con Chávez y Ramírez, se habían jugado a "Rosalinda" en la FPO, mientras los precios habían llegado por debajo del nivel del costo de producción en ella.

Es sensato pensar que, pese sólo entrasen al espacio íntimo del presidente enfermo de gravedad, por parte del gobierno, Ramírez y Maduro, lo hacían otras personas y otras más estuvieran cerca como para conocer de ciertos detalles, por lo que se pudo saber que, entrando el primero de los nombrados a los espacios del presidente, quien se comunicaba por medio de un mecanismo que imagino como un teleprónter, según la explicación a la que tuve acceso, preguntó acerca de los precios recientes y la tendencia firme en el mercado, dada la respuesta ahora pesimista del interrogado, aquél optó por apagar el aparato y se sumió en la soledad y el silencio.

En conclusión, tal como el Caracazo se produjo, dejando a casi todo el mundo con la boca abierta y sin saber qué hacer o camino tomar, se produjo el liderazgo de Chávez, de una manera contingente. Claro las buenas intenciones del comandante, su sensibilidad social y disposición a luchar en favor de un cambio sustancial en la sociedad venezolana, fueron en medio de aquella incertidumbre, causales para que su liderazgo se consolidara con sus respectivas particularidades. No había otro personaje o mejor siquiera grupo, hasta amplio, que emparejase la carga, estableciera el equilibrio y sirviese de freno, contención y mejor forma de auscultar, por eso sucedió aquello que llamaron el hiperliderazgo y este, al final, ha sido un fenómeno que ha venido generando muchas dificultades.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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