"El último refugio de todo fracaso: la ambición"
Oscar Wilde
Antes la casi nula aparición de nuevos cómicos, que en verdad hagan reír, la oposición y sus aliados se encuentran empeñados en hacer el papel de reemplazantes. Han tratado de convertir al país en un circo a través de la política. Llevan 22 años sacudiendo el proceso bolivariano por todas las vías posible, con la ayuda del más poderoso y sanguinario imperio, la maquinaria que le sirve de soporte a cuanto gobierno se instala en los Estados Unidos, pero, alegremente, solamente ven el fracaso en la gestión del gobierno venezolano. Hablan de fiasco todos los días, apoyados en las arremetidas del dólar. Se despiertan por las acciones del gobierno gringo, pero no para enfrentarlo, sino para entrar en convulsiones con disparates tan mal pensados, que después de una ensordecedora alarma entran en un profundo silencio totalmente desfasados.
Apenas comenzó el mes de diciembre lanzaron nuevamente una arremetida criminal con el dólar, moviendo todos los armarios de la economía venezolana y el salto bestial de los precios de los artículos de primera necesidad, es para repetir la expresión de la campaña presidencial del folklórico Luis Herrera Campíns ¡Esto no lo aguanta nadie! Tan es así, que, a pesar de los avances tecnológicos, los mismos comerciantes duermen, como los vigilantes por raticos, porque, como dice el refrán ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente! La especulación no descansa ni un instante y en el remarcar está la clave.
Se apagó la chicharra de Guaidó, a pesar de todo el oxígeno utilizado para mantenerlo el mayor tiempo "vivo". Ahora, es reemplazado por la acción voraz del dólar y sus miles de tentáculos más el explosivo aparato mediático ¡casi nada! y todavía los nuevos opositores abortados precisamente de la izquierda ven el fracaso del lado del gobierno, y entonces, como podemos llamarlos, cuando asume una posición sumisa antes los ataques del imperialismo ¡unos vulgares oportunistas y malos payasos!
Los últimos ramalazos del dólar han despertado algunos economistas; qué casualidad, casi todos se identifican como de la izquierda, pero ningún reconoce el bloqueo aplicado por el imperialismo para llevarnos a esta terrible situación, donde los precios precisamente los impone la moneda gringa. Ni siquiera en estos momentos, cuando el propio gobierno estadounidense producto del mal momento por el que está atravesando habla a la calladita de suavizar algunas medidas ¿Quién es más cínico e hipócrita?
Con toda razón un amigo, cuando dialogo con él, más de deporte, que, de otra cosa, siempre trae a colación los momentos de mucha incertidumbre, angustia y tensión, pero al final se convertían en respuestas contundentes del pueblo. Son los años de un pasado reciente, cuando los Pompeo y compañía parecían perros de presos, y creían tener a su alcance a la supuesta víctima y no dejaban de ladrar ni dormidos. No pasaba un día que no apareciera una declaración amenazante contra el gobierno y el pueblo venezolano sin respetar la mortal epidemia del Covid-19, el cual dejó una cifra de muertos por demás alarmante en su propio país, pero nada les importaba. El objetivo era y es salir del gobierno de Maduro para extraer el petróleo, vital herramienta de la economía capitalista gringa y al no poder y tener que pagarla en dólares, recurren a cualquier estrategia posible para defenderse. La inmediata, desvalorizar el Bolívar a como dé lugar.
