El Arado y el Mar

Ni invasiones ni fraudes, los espectáculos no disipan al fantasma del 4F

El madurismo agotó la fuerza, el apoyo que heredó de Chávez, lo perdió en su afán de congraciarse con los capitalistas; se desligó del Chavismo, lo convirtió en una cáscara que esgrime a conveniencia. El madurismo ya no tiene fuerza, perdió el apoyo popular, eso se vio claro en las elecciones, y tampoco tiene la fuerza de las ideas.

En estas condiciones paupérrimas, el madurismo apela al espectáculo para intentar recuperar el apoyo perdido, y para disipar los peligros que le dan insomnio; el fantasma del 4F lo atormenta en las noches.

Recordemos el espectáculo del Esequibo, pretendieron movilizar a civiles y militares alrededor de la urgencia de recuperar el Esequibo, sanar a la Patria herida en un costado. Inventaron un referéndum, inventaron diez millones de votos que le otorgaban un mandato que debían cumplir. De todo hicieron… Y de la noche a la mañana, todo se esfumó, se lo llevó el olvido. 

Las elecciones del 28 de julio le pasaron la factura de sus desatinos y deslealtades, de allí salieron maltrechos. Patalearon, escondieron las actas, movieron a la “justicia” se proclamaron. Pero todo fue esfuerzo nulo, el mundo les dio la espalda, ni  Lula y ni Petro quisieron acompañarlo en esa infamia. El madurismo decretó emergencia, en esas condiciones de debilidad corrían mucho peligro, los atormentaba el fantasma del 4F que, “por ahora”, recorre a la Patria.

Se reunieron de emergencia, y aterrorizados, parieron nuevos espectáculos: la invasión era el mejor para distraer a los Patriotas. Y, prestos, descubrieron planes de invasión, armamentos, declaraciones, capturaron a soldados extranjeros, y agentes secretos, qué casualidad, de España, adonde fue a trancar el inefable edmundo. Los voceros se activaron, las fuerzas se pusieron en alerta, consiguieron así distraer de la invasión principal, ocultar al invasor.

El madurismo, funciona como un ejército invasor, y sus acciones han tenido éxito, el país está desmontado, ha sufrido una gran derrota militar: el ejército invasor madurista consiguió:

1.     Destruir las vías de suministro, la logística del país invadido.

2.     Destruyó la economía del país invadido

3.     Pulverizó la organización social del país invadido

4.     Desmoralizó a la población del país invadido, al punto que por millones tocaron a retirada.

5.     Destruyó la credibilidad de los comandos nacionales, el país invadido quedó sin vanguardia, sin jefatura real. Colocó la riqueza del país invadido en manos extranjeras, el petróleo.

6.     Ocupó el territorio del país invadido.

7.     Todo lo anterior sin que los defensores de la patria se dieran cuenta ni ofrecieran resistencia.

Fue la guerra ideal: ganarla sin pelear, sin disparar un tiro, sin que el país ocupado caiga en cuenta. 

Ahora es necesario iniciar la recuperación de la Patria, decretar la ¡Ofensiva Patria! Lo primero es, ahora sí, identificar al enemigo: el madurismo es el invasor, en  coyunda con la oposición gringa, y sus jefes máximos son los capitalistas, los imperialistas, contra el capitalismo es la batalla final. Ya nos lo dijo Chávez: ¡Patria Socialista! Esa era la única manera de tener Patria. Esa es la batalla que se debe dar, ya basta de engaños, de espectáculos embaucadores. Todos somos soldados en esta guerra, todos tenemos algo que aportar en la defensa de la Patria.

¡CHÁVEZ, PATRIA!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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