Quince prominentes miembros del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela acaban de producir una ruptura –fractura mas bien– de la organización comunista criolla, ¿la razón? considerar que la organización marxista-leninista se agotó ante la avasallante propuesta del partido unido socialista, impulsada por el presidente Chávez.
Dos figuras legendarias del comunismo venezolano, de simbólico peso y liderazgo e inclaudicable trayectoria revolucionaria destacan, a nuestro juicio, como figuras cimeras del marxismo dentro de los dirigentes que han abandonado la tolda roja para poner toda su sabiduría, conocimientos, experiencia y capacidades, me refiero a Carlos Del Vecchio y a Roberto Hernández. Suponemos que detrás suyo hay un grupo de las llamadas células organizativas y muchos militantes.
Naturalmente, no es el PCV la única organización donde militan los comunistas, hay infinidad de éstos en otras agrupaciones más pequeñas y muchos más sin militancia pero que han permanecido fieles a sus principios revolucionarios. La derrota político/militar de los años sesenta, la diáspora surgida a raíz de la división del PCV entre partidarios de la lucha armada y adversarios de ésta que liderizaron Gustavo Machado, Jesús Faría, Pedro Ortega Díaz, Petkoff, Márquez, Alfredo Maneiro; después la cuasi destrucción del PC por Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez y otros que formaron el socialismo rosa del MAS, partido que rápidamente se torna en oportunista, clientelar, social demócrata y se suma al modelo neo colonial explotador; luego la división que en el campo de la lucha armada produce Douglas Bravo con sus posiciones anti partido revolucionario. Nace la Causa R, el MPDIN, etc., etc. Muchos intentos revolucionarios donde activaban los comunistas de siempre, muchos de los cuales hoy se vuelcan, sin ambages, sin dudas, a la construcción del partido revolucionario, el partido bolivariano y socialista.
Los comunistas de viejas y nuevas generaciones se reencuentran en la naciente organización, con su carga de utopías, sus ideario revolucionario, sus saberes y su comprensión del momento único, estelar, que vive el proceso revolucionario y el país todo y se ponen del lado del pueblo en revolución.
La nueva dinámica, con su carga de cambios y transformaciones, donde los revolucionarios de siempre, fusionados en el torrente del pueblo, cierran un importante capítulo de su vida política, atrás quedan para ellos partidos como Podemos, el PPT, el PCV... Si se disuelven o no, no es tan importante, la dinámica revolucionaria la marcan las masas, el huracán revolucionario que arrastra, guía, conduce al líder fundamental del proceso, el estratega, el ideólogo, Hugo Chávez Frías. Es una fusión dialéctica: pueblo/lider, líder/pueblo en permanente ritornello: denme, toma, dinos, guíenme, guíanos, yo, ustedes, todos.
Una organización nueva, de nuevo tipo que se está inventando, como decía el maestro Simón Rodríguez, en el nuevo siglo, el de la utopía del socialismo del siglo XXI, hacia allí dirigen sus pasos los pepetistas Rodolfo Sanz, Miguel Benavides, Luzbelia Marín (formados políticamente en el MPDIN), Aristóbulo Istúriz, Alí Rodríguez y otros muchos. Los comunistas Carlos Del Vecchio, Roberto Hernández y toda una pléyade de hombres y mujeres de vanguardia. Igual con la militancia y dirigentes de Podemos.
Se está terminando de cerrar el ciclo histórico de los partidos nacidos en el siglo XX. Los de la derecha básicamente han desaparecido, los barrió el pueblo en revolución, la crisis generada y canalizada por el huracán Chávez les dio el finiquito. Los de la izquierda tradicional, con su sectarismo, su clientelismo, su anti unidad, sus debilidades congénitas y poca presencia de masas, se están reduciendo a caricaturas políticas. Una nueva era político/organizativa está naciendo en Venezuela, los revolucionarios con más visión estratégica así lo están entendiendo, por ello se están sumando al naciente partido bolivariano socialista. (19-04-07) (humbertocaracola@gmail.com)
