Desde hace bastante tiempo, en Venezuela se acostumbró a que un pequeño grupo de personas se ponían de acuerdo, se reunían, discutían y aprobaban los fundamentos y estatutos de un partido político, luego un representante de ese grupo registraba un documento constitutivo y ya con eso estaba legalmente creado el partido, después las personas que habían fundado la institución salían a la calle a afiliar personas, sin aun éstas saber de los principios filosóficos y otros detalles de la organización, y se dejaban convencer fácilmente por la promesa de recibir prontamente abundantes prebendas; es así como con el consentimiento a la ligera de estos adherentes los jerarcas del partido acudían a las oficinas de registro electoral e inscribían a la organización política. La mayor parte de los afiliados a ese partido no sabían en donde se habían metido y no se interesaban en saberlo, de manera que nunca tuvieron nada que ver con su funcionamiento y dejaban que el grupito fundador, 10 o 15 personas, hicieran lo que les pareciera bien; sobre todo lo que a su líder fundamental se le ocurriera.
Hoy estamos viendo algo diferente, hoy se está invitando a toda la gente, sin excepción de credo, raza, pensamiento, filiación política, adinerado o no, a discutir los asuntos esenciales para la conformación de una organización política, cada quien podrá expresar su pensamiento y hacer su proposición, plantear sus ideas sobre el funcionamiento y filosofía; y participar en la definición del camino que se debe escoger. A esas reuniones pueden acudir las personas que lo deseen, aun aquellas que están confundida y que por ello están contra del gobierno presidido por Hugo Chávez, allí pueden participar y exponer sus ideas y si esas ideas son acogidas por la mayoría de los asistentes serán plasmadas en el documento constitutivo; procedimiento más democrático no se ha visto en ninguna parte del mundo.
Es lógico que exista en Venezuela gente confundida con tal proliferación de mensajes malsanos que se ven, leen y escuchan todos los días a través de los medios de comunicación y en boca de dirigentes laicos y no laicos, en consecuencia, si alguna persona quiere darse cuenta de donde está la verdad, verdadera, no tiene una mejor oportunidad que el aceptar la invitación que se le hace a inscribirse para participar en los grandes debates que se darán. La gente puede estar segura que será el pueblo de Venezuela, en el ejercicio de su poder creador, la que dirá su última palabra en la formación del partido y la conformación de la directiva de esa futura y estupenda institución política.
En la actualidad todo venezolano puede colaborar en el afianzamiento de una sociedad democrática, participativa y protagónica, pues los líderes de cualquier organización, política, patronal, laboral, social, religiosa, gremial o de cualquier otro tipo, tienen la plena libertad de aceptar la invitación a dar este gran debate ideológico y hacer valer sus ideas; vea si no es la mayor oportunidad para que el venezolano hable y sea oído. De manera que no hay dudas de que estamos viviendo un período amplio de revolución y que ella está brindando la forma más expedita para constituir por las bases una organización política, no dependiendo de los deseos únicos de una camarilla.
Son muy pocos los venezolanos que están de acuerdo en regresar al régimen político que existió en el puntofijismo y para cerrar la mínima posibilidad de volver a él, habrá que consolidar los valores de libertad, independencia, paz, solidaridad, territorialidad, soberanía, justicia, derecho a la vida, a la vivienda, a la alimentación, a la salud, a la educación; en fin al disfrute de una vida digna. Por lo tanto nadie debe perder la oportunidad de asistir a estas reuniones, la participación depende de un simple requisito, acogerse al Plan de Inscripción de Aspirantes a Militante que actualmente se está realizando en el país los sábados y domingos, ya que con esa inscripción se obtendrá el derecho a intervenir en la gran fiesta democrática que en próximos días se llevará a efecto. Haz conocer tu poder de decisión y si con posteridad no estás suficientemente convencido, pues no formalizas tu afiliación como militante activo del partido político que, después de estas deliberaciones, se formará en Venezuela.
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