Con la pasión que lo caracteriza en sus alocuciones dirigidas a nuestro pueblo, nuestro líder presidente, Comandante Hugo Chávez Frías, haciendo referencia a la educación con valores socialista, tercer motor de la revolución en esta etapa, señala: “ La educación no tiene que ver sólo con el estudio de una materia determinada o con sacar el sexto grado, es mucho mas que eso, se trata de los valores, la cultura, la solidaridad. Una revolución ETICA, por eso tomo la tremenda frase de Bolívar allá en Angostura: “MORAL Y LUCES SON LOS POLOS DE UNA REPÚBLICA”, y continúa…. “educación popular en todos los momentos y en todos los espacios…. “hay que demoler los viejos valores del individualismo, del capitalismo, del egoísmo, hay que crear nuevos valores, y eso se logra a través de la educación, del ejemplo…; este es el tercer gran motor.”
En este sentido no queda ninguna duda, para quienes nos manifestamos soberanamente en los comicios del pasado tres diciembre a favor de la propuesta de construcción del socialismo del siglo XXI, de la importancia de la educación como engranaje fundamental para la acción, para el arranque y puesta en marcha de los cinco motores de la revolución, pero, eso si, una educación emancipadora y liberadora, basada en principios y valores de: solidaridad, cooperación y justicia social, a fin de que el pueblo asuma, desde una ética de lo colectivo y de la defensa de sus derechos sociales, su papel como protagonista y corresponsable de la profundización de la democracia y la superación de la pobreza material y espiritual.
Desde los espacios de MISION CULTURA, tutores, facilitadores y activadores venimos apostando al fortalecimiento de este modelo de educación emancipadora, donde a partir de nuestro papel multiplicador en el seno de las comunidades, a través del accionar cotidiano y en las propuestas y desarrollo de proyectos, hagamos letra viva las palabras de nuestro comandante, en el sentido de fomentar y lograr los espacios para la reflexión permanente sobre las costumbres colectivas del entorno en el que interactuamos, a fin de desmontar, primero lo que conocemos y definimos con frases como: Cuanto hay pa’ eso…., o ..No me den.. ponganme donde haiga; es decir, la vieja cultura de la cuarta república, en donde se robaba, porque sencillamente, no había razones para no hacerlo, y en su lugar, habilitar todos nuestros ambientes para la siembra de los valores socialistas, donde se reivindique el amor por el otro, y donde entendamos que, como decía el Che, “ la revolución se lleva en el corazón, no en la boca para vivir de ella”.
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