A construir el Partido

Masiva fue la aceptación y la respuesta por parte del pueblo venezolano, a la propuesta de la creación de un partido de la revolución. Varios millones de hombre y mujeres dieron el paso de inscribirse como aspirantes al Partido Socialista Unido de Venezuela, aunque después tan solo una minoría asumiera una actitud militante.

La expectativa de Batallones Socialistas de hasta cuatrocientos aspirantes se redujo en la realidad a entre treinta y cuarenta y cinco promedio y algunos de quince o veinte compatriotas. En los batallones que se mantuvieron haciendo sus reuniones desde que se instalaron se ha producido un nucleamiento, algunos viejos militantes y muchas caras nuevas. Está naciendo una nueva organización popular al calor de la revolución bolivariana.

Ahora corresponderá a esos núcleos ir construyendo verdaderos batallones, ir constituyendo esas comisiones que ya tienen sus responsables, entre esa gran cantidad de vecinos, camaradas que dieron el paso de inscribirse, pero necesitan de la acción de una política revolucionaria, para irse comprometiendo cada vez más y de acuerdo a sus posibilidades, interés y disponibilidad.

Un partido revolucionario no se construye de la noche a la mañana. Tendrá que irse acerando en la medida en que se consolida como la herramienta necesaria para las luchas del pueblo, para sus movilizaciones, para su formación política, para su participación protagónica en la construcción del socialismo. Esa es la tremenda tarea que tenemos por delante

ES NECESARIA LA DEPURACION

Si hablamos de un partido revolucionario, de la herramienta política del pueblo para hacer la revolución, no podemos estar hablando de una organización en la que con toda facilidad entran y se entronizan personeros de la vieja política haciendo uso y abuso de sus más malas mañas. Y cuando decimos personeros de la vieja política, estamos hablando de la política reaccionaria y corrompida, la de la compra de conciencia, de la amenaza y la componenda, del chantaje y el abuso de poder. Es decir estamos hablando de personeros del poder tanto en la cuarta como en la quinta república y que hoy tenemos como voceros de batallón o como delegados al Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela. Tenemos a la contrarrevolución en el propio corazón

Pero como contrapartida en gran cantidad de los organismos de la organización naciente, el sentir revolucionario, la voluntad de las bases se hizo valer y tenemos verdaderos gérmenes de instancias del poder popular, donde se ha respetado nítidamente el carácter democrático que tenemos que garantizar para nuestro partido. Dura será la pelea, pero hay que librarla, en estos momentos está en juego el destino quizás de la revolución bolivariana. Cerremos filas con nuestros voceros y delegados, discutiendo, estudiando, participando a través de ellos de todos los eventos en la conformación de partido. Ejerciendo la vigilancia revolucionaria y poniendo por otro lado a funcionar cuanto antes las comisiones para el trabajo, convocando a esos miles de compatriotas que tan solo están esperando la convocatoria concreta del partido.

EL EQUIPO GANA.

El Presidente Chávez nos está convocando a hacer equipo con él. Comprendiendo esto como punto de partida, asumimos la construcción imprescindible de la organización revolucionaria, el Comandante la necesita, la revolución la necesita. No importa lo pequeños que sean esos equipos en un principio, lo importante es que haya equipo, que se plantee los problemas, se distribuyan las responsabilidades para abordarlos y chequee su cumplimiento y ejecución. Todo ello estrecha y profundamente entrelazados con el pueblo, marchando con él, aprendiendo con él.

mundoiribarren@gmail.com





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Edmundo Iribarren


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