A cuatrocientos años de la obra del manco de Lepanto, cuenta esta obra que un hombre de buenas intenciones, abrumados por tanta lecturas caballerezcas, se tornó confundido y se puso a vivir aquellas historias montado en el huesudo Rosinante. De tanta lectura se tocó, trastornó y fue tras Dulcinea del Toboso. Se hizo acompañar de un señor llamado Sancho y recorrieron caminos donde la aventura fue maracada por las ilusiones (transformaciones) y alucinaciones (invenciones), delirio verdadero para el quien la siente, locura desbordada para quien las contempla.
Esa obra demostró en aquella época el poder de los medios para comunicarnos, en este caso de la lectura, para desquiciar a cualquiera y ya hemos tenido comentario sobre el papel de los medios de comunicación modernos y la infofrenia la cual fue dada a conocer al pueblo por Bianco.
Antier salieron los "ortodoxos" (incluyen a los de antiercito: a Ramón, Didalco, Ismael,...) que lo de Chávez, lo tuyo, lo mío, lo de la revolución eso no es socialismo porque no está en mi manual. Hoy sale otro hermano quien de tanto leer, no el romancero o caballeresca, sino de leer tanto socialismo, anda pa ´trás y pa´ ´lante, de un socialismo a otro y llama a votar no al socialismo que no sale en los libros. Con mis libros no te metas. Lo peor que siendo valiente de leer lo que ha leído, le sirve al manual ciagénico (generado por la C.I.A) y le aporta factores para "atreverse" a dar un golpe, quizás pa´ la feria de la Chinita como lo hicieron para matar a Anderson.
Adiós hermano, gracias por tu apoyo tan valioso. Hasta la victoria siempre (la del socialismo bolivariano del siglo XXI no del estado Aragua).
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