Se buscan ministros voluntarios, que trabajen sin cobrar

Yo no voy a ponerme aquí a disertar sobre las diferencias entre revolución y reforma. Llenos están los estantes de las bibliotecas y las librerías de estudios eruditos al respecto. Entre esos hay verdaderos clásicos. Sólo diré que una revolución requiere que se hagan cosas excitantes, novedosas. Una revolución que no excite, no es tal.

No es la primera vez que el Gobierno Bolivariano hace un llamado a los ciudadanos para que se incorporen al trabajo voluntario. Por ejemplo, numerosas brigadas de voluntarios se unieron al trabajo de recuperación y mantenimiento de escuelas el año pasado. He oído decir que el trabajo que se realiza en los recién creados Pdvales se espera que sea llevado a cabo por voluntarios. Espero que no sea cierto, que se trate de un montaje más de Globovisión.

Más de una vez el Presidente Chávez ha llamado a sus colaboradores cercanos a dar muestras de desprendimiento. Una vez llegaron a rebajarse el sueldo algunos allegados al Presidente. Predicar con el ejemplo ha pedido el Comandante en numerosas oportunidades. Ha criticado la opulencia que ostentan muchos funcionarios del Gobierno Bolivariano en otras. Incluso, al propio Presidente poco lo vemos vestir costosos trajes, los cuales cambió por su camisa roja y de vez en cuando una chaqueta del mismo color. Esa manera de vestir se ha ido imponiendo entre los miembros del Gabinete.

Un muestra interesante de desprendimiento y de compromiso cristiano revolucionario sería que lo ministros, por lo menos algunos, trabajaran sin cobrar por ejercer esos cargos. Que esos funcionarios cobren solamente el sueldo del trabajo que tenían antes de ser ministros. Si un ministro era profesor universitario que cobre ese sueldo, si era maestro de Educación Básica que cobre ese sueldo y así sucesivamente. De esa manera podríamos saber quiénes realmente están allí por su vocación de servicio, por su amor por el pueblo, por su compromiso revolucionario.

Verdad que esa propuesta es balurda. Verdad que no es justo que un ministro trabaje por un sueldo miserable. Verdad que un ministro se merece un sueldo de varios miles de bolívares fuertes. Verdad que ser revolucionario no significa querer vivir en la pobreza. Bueno, si todo eso es verdad déjense de la paja del trabajo voluntario. Una nación donde hay tantas carencias, y tanto “pelabola”, no se puede levantar con el trabajo voluntario. Los grandes problemas del país no se van a resolver con voluntarios. Mucho menos con la concepción burguesa de trabajo voluntario.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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