Un bodeguero, héroe de abril de 1810

I.- En Sur América se siguió el ejemplo que Caracas dio.

Hoy se cumple otro aniversario de cuando unos pocos caraqueños, optaron por fin por soliviantarse y crear en América del Sur el primer gobierno autónomo, aunque bajo la advocación poco honorable de Fernando VII, aquel Borbón que, con su padre Carlos V, se volvieron genuflexos y gelatinosos ante la emergencia clasista llamada Napoleón Bonaparte. Lo que revela que la mayoría de los pocos, todavía no se había cansado del tutelaje peninsular, aunque si de la explotación y el pillaje. Sólo que entre caraqueños mantuanos y peninsulares, había unos más explotadores y pillos que otros.

Poco tiempo después el “Gran Corzo” puso, en el trono de la dinastía borbónica, a su hermano José Bonaparte, alias “Pepe Botella”, adorador de Baco.

De las hoy capitales suramericanas, Caracas fue la primera en pronunciarse; luego le siguieron en este orden, Buenos Aires, Bogotá y Santiago de Chile. Y el 27 de abril de 1810, el Cabildo de Cumanà, ciudad entonces cabecera de la Gobernación del mismo nombre, de la cual Barcelona era provincia, se transformó en Junta de Gobierno Provincial Independiente. Pocos dìas después, en un razonado documento dirigido a la Junta de Caracas, los cumaneses dejaron sentado su condición de independientes. Mientras tanto, Barcelona se plegó al movimiento; en junio se adhirió a la Regencia – vale decir bajo el dominio español- y en octubre retorna a las líneas de la independencia.

II. Unos callan y la crisis se acentúa.

Y la posterioridad del pronunciamiento de los ilustres hijos de la ciudad marinera y mariscala, como la llamase Andrés Eloy, que sólo fue un lapso de una semana, nada si tenemos conciencia de la separación en todos los sentidos que había entre una provincia y otra de Venezuela, no se debió a que hubiesen recibido informes tardíos de lo sucedido en Europa. Contrariamente, Cumanà bien informada estaba en los niveles oficiales y hasta en las calle. Allí todos supieron a tiempo de la humillación de los borbones y el mando etílico de “Pepe Botella”.

La maledicencia y otra que no es tal, de libro en libro y muy discreto estilo, hablan de un personaje ilustre e ilustrado que, siendo empleado del régimen hispano o colonial en la ciudad del Manzanares, pero no nacido allí, supo antes que los caraqueños, de ciertos acontecimientos políticos de España a través de la prensa británica y trinitaria. Apresurose el joven políglota a informar a las autoridades españolas y empeño puso en no pecar de imprudente ante los criollos. Ni “Toñito” Sucre o el padre Patricio Alcalá, tío de éste, fueron informados por aquel conducto. ¡Eso dicen entre páginas y tinta!

III.- Un bodeguero difundió las noticias subversivas con olor a pescado.

Y cosa curiosa; ¡en este mundo de todo se da!; hubo una vez en Cumanà un bodeguero inocente que sin saber ni querer, convirtiose en activo y eficiente propagador de ideas republicanas e informaciones de los sucesos europeos y la crisis de España.

El anti-héroe cumanés, quien pudo llamarse Pedro o Juan y de apellido Esparragoza, Estaba, Meaño, Arcas o Cermeño, con frecuencia viajaba a Trinidad y de allá traía cosas que vender. Y periódicos viejos para envolver trozos de papelón, lonjas de pescado seco y cuanta cosa le comprasen sus clientes y paisanos.

Toda literatura británica, y como tal la prensa, no podía circular en la Venezuela colonial y esa disposición envolvía a Cumanà, por supuesto. Pero de aquella manera inesperada y hasta muy original, aunque no planificada, el humilde e inocente bodeguero, ponía con frecuencia en manos del público, del cual formaban parte hablantes del inglés, relaciones de los sucesos que se daban en Europa, las opiniones que en Inglaterra se tenían sobre ellos y finalmente la versión británica de la disolución del poder imperial español.

Aquel hombre, combatiente clandestino sin saberlo, dejó su huella en la historia y sirvió, quizás para su asombro y miedo posteriores, a la causa de América. La censura española fue violada de manera infantil y hasta simpática. Ideas y noticias corrieron entre olores de especies, pescado salado, cecina de chivo y carne rancia. Pero pasaron; porque no hay idea buena y trascendente que muera antes de tiempo. Como la humedad, de alguna manera traspasan las barreras que se les interponen.

Y el pobre bodeguero, el anti-héroe oriental, a la cárcel fue, cuando el poco refinado aparato represivo del decadente régimen hispano supo de sus infantiles pero peligrosas zoquetadas.

El 19 de abril pues, no es sólo Fernando VII, los borbones, Emparan y su mando renunciado; el cura Madariaga y su dedo agitado detrás de una espalda enjuta; Ribas y su grito oportuno de “vuelva al Cabildo” y tantos gestos y frases repetidas. También el pueblo, el de Caracas y el de acá, hizo posible el acontecimiento que celebramos hoy.

Ya en esos dìas y los posteriores, en todas las guerras y gestas heroicas, también quedó escrito la falsedad de esa vaina con la que algunos caraqueños nos fastidiaron por décadas, según la cual “Caracas es Caracas y lo demás monte y culebra”.

Y más falsa aún es, esa historia oficial y tradicional que nos enseñaron, que consistió en seguirle los pasos a Bolívar e ignorar la participación, heroicidad, sacrificios, combatividad constante de los venezolanos, que a lo largo del territorio nacional e incansablemente, hicieron y escribieron la verdadera. En aquella historia, el pueblo sólo tenía presencia cuando aparecía el gran caraqueño.

Y la verdad siempre fue en cierta medida diferente, porque el pueblo lucha, combate y hasta vota; en fin hace historia. ¡Quita y pone! Y muchas veces sin querer ni saber.

pacadomas1@cantv.net


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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