Camarada Chávez, ¡Échele un ojo a Minpades!: La pobreza no es un problema de estética

El asunto que voy a referir me dejó como en otro planeta, como si no perteneciera a éste. O como si no tuviera memoria, porque sufrí un shock por alto voltaje... En días recientes leí el Periódico Últimas Noticias, fijé particular atención a una entrevista que el 13 de Junio de los corrientes, le realizaron a la titular del Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social, camarada Erika Farías, quien sin mayor observancia al impacto que le pueda causar a la Revolución Bolivariana algunas declaraciones, se lanzó al ruedo dejando en evidencia sus más vitales y profundas convicciones racistas.

El tema de la entrevista obedecía al Plan integral para embellecer a la Ciudad Capital, y sobre el cual la Ministra señaló que "embellecer a la ciudad Capital… contempla también el abordaje de personas que viven en situación de calle".

UUUUUYYY, diría mi abuelo Octaviano. Camarada Presidente, éste discurso no cabe en la Revolución Bolivariana y más aun cuando es, ha sido y sigue siendo el pueblo, esa masa de sofisticados soñadores, cuyas esperanzas fueron aniquiladas durante más de cuarenta años por los colmillos sigilosos de los gobiernos burgueses.

Querido presidente, Usted es testigo de la nobleza y entrega de este pueblo que lo ha dado todo. Pueblo al que todavía se le arruga el corazón cuando a usted se le quiebra la voz. O se le asoma una lágrima. Este, no hay duda, es un pueblo que lo quiere, como se quiere a una madre o a un hijo, porque, en el primer caso, siempre querrán lo mejor para sus crías y, en el segundo, en nuestros hijos, abrigamos nuestras mayores esperanzas.

Pero en décadas anteriores al año en que usted asume la presidencia de Venezuela, el neoliberalismo fue servido por muchos de los hijos de esta Patria. Y el pueblo fue cruelmente reprimido ante los reclamos que éstos asomaban como respuesta a los paquetes Burgueses que les imponían desde el FMI.

En muchos otros casos también fungimos como carnada para llenar las cárceles, hospitales y demás nichos creados para los sectores llamados "disfuncionales" o "anómicos", producto de las políticas y programas empobrecedoras.

Pero no todo termina allí. Aquí el sistema capitalista le impuso papeles estelares a personajes de esta tenebrosa novela, cual fue la reproducción de este sistema y la legitimación de la pobreza, como forma estructural de la acumulación capitalista. Ahora bien, a este punto era necesario llegar, debido a que la ciudadana Ministra con su declaración, desdibuja una verdad que como revolucionarios nos preocupa, y es que la mendicidad no fue un accidente de la sociedad venezolana (es que hasta mi hijo de tres años dice que los accidentes no existen). Pero tampoco fue el destino de algunos individuos que asumieron esa "carrera". Eso obedeció y obedece a un modelo inhumano, constructor de pobreza, asesino, racista, mercantilista, como es el Capitalismo.

Ante este escenario, desde tan importante instancia no se puede ni debe reproducir el discurso de la Sociedad Sambil, que haciéndose valer de retóricas como éstas, según las cuales la pobreza afea sus calles y ciudades (fundamento esgrimido para privatizar los espacios públicos).

La realidad es que no podemos ignorar la pobreza y menos aún ver el problema de la indigencia como algo estético, no ciudadana Ministra, esto es pobreza, esté parada en el Valle, centro, este, oeste, en nuestras autopistas o en las márgenes de Río Guaire. Y donde quiera que estén son compatriotas que requieren una atención integral como política de Estado. Esto es justicia e inclusión social, que es lo que está llamado a adelantar ese ministerio.

(*) Prof. Universidad Bolivariana de Venezuela

E-mail: martinjpadrino@hotmail.com


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Martín José Padrino (*)


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