El PSUV: ¿Un Partido Revolucionario o una Comparsa?

Hace unos meses atrás y previo a la fecha de elección de las autoridades nacionales del PSUV, tuve la oportunidad de escribir una nota, que se publicó por este medio con el titulo “el partido que necesita el gobierno”.

Intentaba en esa ocasión exponer, una preocupación o idea, en la cual planteaba la inconveniencia de continuar con un partido (igual al MVR), cuya directiva o dirigencia estaba en posiciones de gobierno y esa circunstancia, impedía observar con “ojo” crítico el desarrollo de las políticas. Planteaba que la elección de las autoridades nacionales tenía que prorducir un partido capaz de imitar a un “pepe grillo”.

Para ser más preciso, decía lo siguiente:

Un primer aspecto que sería importante evaluar y considerar, se expresa en la idea de lograr una dirección nacional en la cual, el gobierno no tenga mucha presencia. Se trata de seleccionar una Dirección Nacional donde no haya una participación destacada (mayoritaria) de personas que están en funciones de gobierno, porque ello puede facilitar la construcción de una dirección extremadamente dócil y se pierde así la oportunidad, de disponer de un partido con capacidad de mirar críticamente el ejercicio de gobierno. El partido debería ser la primera instancia contralora, evaluadora y defensora (cuando se el caso) de la política del gobierno y no parece muy conveniente, dejar esa función de control y evaluación a personas que tienen funciones de gobierno.

Justificaba además la inconveniencia de esa opción, porque pensaba (y pienso aún) que los ministros, viciministros con responsabilidades en la directiva del partido, podían dispersarse en sus funciones de gobierno y con ello, producir descontentos y desencantos con consecuencia en la capacidad de movilización del PSUV.

No se si la presencia de funcionarios de gobierno es cuantitativamente importante en el PSUV, pero es evidente, que el partido tiene una profunda deficiencia para considerar en su agenda de trabajo, asuntos y temas que trata el gobierno y estar en condiciones de poder ofrecer oportunamente, una opinión política sobre ellos. La situación se hace aún ás crítica, porque esa actitud casi “bobalicona”, impide también “mirar” y hacerle seguimientos a las buenas iniciativas e idaes que impulsa Chávez y que tardan un mundo para que logren concretarse. El PSUV parace ser más bien una agencia de festejos, cuya función se orienta fundamentalmente a realizar actos de masas que no exgen el uso de muchas neuronas, porque si está Chávez en la agenda se plena el auditorio.

La Propuesta de Diseño Curricular creo que no fue suficientemente trabaja políticamente y tuvo que ser recogida. La propuestas tenía sus deficiencias, pero a estas alturas, no se sabe con seguridad, si esa “recogida” se planteo porque el asunto educativo es un tema polémico y sensible para la sociedad o porque las deficiencias y la falta de discusión política, dejó abierta situaciones que la oposición supo manipular y obligó a que el gobierno diera un paso atrás. Para el momento en que Chávez decidió posponer el asunto, el PSUV aún no estaba con su directiva nacional instalada, pero igual; los voceros y líderes de ese momento son en gran medida los que están ahora.

El tema económico e inflacionario es igualmente una “papa caliente” que sólo parece preocuparle a Chávez y muy a pesar de los esfuerzos por controlarla; el tema continúa preocupando y conspirando con la política del gobierno para disminuir los niveles de pobreza. Hasta donde he podido leer y hacer memoria; ese tema no aparece en la agenda de reuniones y trabajo del PSUV.

La Ley de Inteligencia y contrainteligencia fue otro asunto donde se deja ver esa deficiencia del PSUV. La ley era excelente hasta que Chávez reconoció que efectivamente, el instrumento contenía artículos contradictorios que no respondían al perfil o a los lineamientos que el gobierno tiene sobre derechos humanos y otros puntos. Por los medios de comunicación próximo al proceso, “desfilaron” dirigentes del PSUV resaltando las bondades del instrumento que después el propio Chávez cuestionó en el momento en que presentaba los candidatos en el Estado Zulia.

Creo que la dirección Nacional del PSUV debe imitar la actitud de Chávez y entender que la lectura y la formación es una actividad fundamental para un dirigente político. Por lo menos Deben meterse un “puñal” de Gramsci y entender cosas que son muy elementales para un revolucionario. La Dirección Nacional debe acostumbrarse a ver Chávez como un humano con una gran responsabilidad y una agenda cargada de temas y conflictos, que requiere apoyo y de vez en cuando, no estaría mal, que se tomaran la molestia de colocar en su agenda de reuniones esos temas y conflictos para “echarle un ojito”. No queremos una agencia de festejos como partido o una organización que funciona solamente para convocar eventos de masas: Es necesario contar con un partido que tenga un perfil y una actitud revolucionaria.



evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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