¡Vivan las cadenas!

Así gritaba la resistencia española ante la invasión francesa napoleónica. No voy a defender al invasor José Bonaparte, o Pepe Botella, como llamaron cariñosamente los patriotas españoles al hermanito de Napoleón. Con igual ternura llaman hoy Rey de Copas a Juan Carlos algunos echadores --no sé por qué.

Pero no fue solo por patriotismo que aquellos españoles clamaban por sus cadenas, sino para rechazar el liberalismo que traía Su Majestad don Pepe, embotellado en champaña, aunque ya bastante estropeado, si es que alguna vez tuvo vigencia entre terror y guillotina. El desafío era decir “yo no quiero libertad”.

En el prólogo de la Historia de O, un clásico del sadomasoquismo, Jean Paulhan cuenta cómo unos esclavos haitianos pidieron a su amo volver a su cautiverio. Dice Paulhan que sería interesante conocer aquella solicitud.

No hay que ir tan lejos. Aquí mismo en Venezuela sabemos cómo muchos opositores quieren que les encasqueten de nuevo, por ejemplo, los créditos indizados, el llamado anatocismo, es decir, cobrar intereses sobre intereses para que termines debiendo más al final que al principio. Ese tipo de crédito está destinado a extinguir a la clase media en una sola generación, pues le bloquea el derecho a la vivienda, al automóvil y a otros bienes que la definen como clase.

Hemos visto por televisión cómo una ricahembra derramaba ante Eduardo Samán una bolsa de arroz partido, exigiendo que el Excelsior Gama la hiciera pagar un precio altísimo y petardista por un producto de calidad infame. Claro, por algo en latín la palabra excelsior significa 'más alto'...

Esta simpática matrona, enardecida, es como una señora madre que me espetó durante el Paro Flexibilizado que estaba dispuesta a que su hijo perdiese un año de su carrera con tal de salir de Chávez. Nunca supe por qué sacrificaba a su niño inocente de todo y no se sacrificaba ella, digo yo. ¿Será que aquella criatura de cuatro años era responsable de la presencia de Chávez en Miraflores?

Admito mi incompetencia intelectual para comprender a una clase social empeñada en desaparecer. Ya sus estudianticos demostraron ser unas nulidades engreídas, capaces solo de quemar chaguaramos. Ya los están volviendo reputaciones consagradas.

rhernand@reacciun.ve


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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