La primera información que tuve sobre José Vicente Rangel fue en 1983, cuando se convirtió en candidato presidencial, apoyado por factores de la disminuida izquierda Venezolana, con el pasar del tiempo algunas veces de forma casual y otras por inquietud intelectual, me interesé por su trabajo político y periodístico. Pero no fue si no luego del Golpe de Estado de 2002, que tuve la oportunidad de conocerlo personalmente, fue en una de esas largas marchas desde el parque del este hasta la Av. Urdaneta que me impresiono con su asombrosa Longevidad era casi imposible seguir su paso en las marchas, siempre amable con quien lo saludaba. Ese mismo año el plan conspirativo siguió en marcha; luego del golpe de estado éramos poco los que todos los días salíamos con nuestra esperanza a defender el proceso revolucionario, allí estaba siempre José Vicente, en medio de los tiros en los próceres en diciembre de 2003, debajo de las bombas lacrimógenas lanzadas por el helicóptero de la policía metropolitana en la Vicepresidencia, durante el paro petrolero, enfrentando los ataques mediáticos esto además de sus complejas funciones como Vicepresidente.
Hoy, algunos compañeros que confunden la tarea revolucionaria con el jalabolismo pretenden descalificar a José Vicente, por su propuesta de llamar a los venezolanos al dialogo. Estos compañeros argumentan que esta propuesta es capituladora y conciliadora con La Oligarquía; que desfachatez, según estos compañeros 5 millones de Venezolanos que se manifestaron contra la propuesta del presidente en el referéndum del 15 de Febrero son Oligarcas, esto es igual que afirmar que la Sra. Que vende arepas a la esquina de nuestra oficina es oligarca, pues tiene profundas criticas contra los funcionarios del gobierno, es lo mismo que decir que los desempleados que encontramos en los portones de las fabricas donde hacemos vida sindical y a los cuales no ha llegado la revolución pues aun se encuentran en el mas grave estado de exclusión, son oligarcas.
Hay que recordarle a estos compañeros que no solo esos 5 millones de Venezolanos no son todos oligarcas y de oposición, sino que tampoco todos los que se dicen del proceso son revolucionarios, eso lo demuestra la larga lista de saltadores de talanquera que se ha incrementado en los últimos años, es cierto que en la oposición hay gente que le ha hecho mucho daño al país y no merece ese privilegio histórico, pero no es menos cierto que en el proceso hay también gente que lo ha hecho peor, pues no solo se han corrompido y burocratizado sino que con su perversión están matando la esperanza de nuestro pueblo. es por eso que no debemos descalificar a priori la propuesta de José Vicente, creo que deben sentarse en una mesa todos aquellos Venezolanos que le duela de verdad nuestro país, sean o no, afines al liderazgo del presidente Hugo Chávez y colectivamente elaborar una propuesta donde se beneficien todos los sectores, principalmente los que siempre han sido excluidos, pero que sobre todo se construya el desarrollo definitivo de nuestro país.
José Vicente Hoy, con su marcha rápida y hablar pausado, no solo ha demostrado su fidelidad con la revolución ante las adversidades, si no que hoy ante los seudo radicales y jala bolas, demuestra su valentía al poner en la mesa esta propuesta, para de esta forma constituirse en uno de los grandes valores de la política Venezolana.
(*) Dirigente Sindical de Falcón.
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