¿Cuándo iremos a aprender, hasta cuándo repetimos los mismos errores, será que no nos damos cuenta que de nuestras equivocaciones, quienes salen ganando son los enemigos del proceso revolucionario?
Sinceramente, que da coraje y ganas de decir muchas cosas, cada vez que detectamos, leemos o escuchamos la capacidad que tienen algunos camaradas para salir a la palestra pública a arremeter o responder a críticas a señalamientos que otro camarada, con razón o sin ella, equivocado o no ha vertido a los medios de comunicación.
Ah ahí si que somos buenos, corajudos, combativos, algo así como valentísimos. No damos ni un centímetro de ventaja. A ese o a esa camaradita, hay que darle hasta por la cédula, ponerles en su sitio y si es necesario descalificarle para que no vuelva ni siquiera pensar volver a sacar su cabeza.
Uno no sabe si esto es una enfermedad de la izquierda, pero la historia política se repite a cada rato. Inconformidades internas que se ventila abiertamente y de manera descalificadora y que son recogidos por los medios quienes los dimensionas y sacan en mucho de los casas de contexto, para el beneficio político de la derecha.
Lo más lamentable de todo, es que mientras esto acontece, casi nadie, para no decir que absolutamente nadie, enfrenta o confronta las acciones de la derecha oposicionista, que no desperdicia un instante para sacarle provecho a los problemas crónicos que aún queda por resolver y a los errores que dirigentes políticos progresistas o del gobierno pudieran haber cometido o cometer.
Y mientras estamos sumergidos en ese gravísimo error de ocupar la energía de lucha política entre nosotros mismos, el enemigo, está allí, al acecho, planificando, ejecutando sus diseños desestabilizadores. Escribiendo, en la prensa, hablando en la radio y en la TV, reuniéndose aún con todas sus diferencias, para ver cómo y de que forma, salen a corto, mediano o largo plazo de la cabeza pensante y líder de este proceso que tanto sacrificio y tiempo le ha costado al pueblo Venezolano.
Por eso creo y sostengo, que es una irresponsabilidad de quienes con razón o sin ella, abren fuegos hacía lo interno del PSUV, donde somos útiles todos, olvidándose o dejando que el adversario verdadero se recomponga y avance tal cual lo ha logrado en los últimos tiempos, en su objetivo contrarrevolucionario de acabar por la vía del golpismo con el proceso libertario que la mayoría de los Venezolanos nos hemos dado en estos últimos diez años: Creo que estamos a tiempo, no vaya a ser que mañana hipócritamente lamentemos haber perdido lo que hasta ahora hemos alcanzado, aún en medio de dificultades y carencia ideológica. La pelea es contra ellos, y no contra nosotros mismos. El oportunismo se derrota con trabajo al lado del pueblo.
(*Luchador Social)
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