Chávez crece en angustias cuando no ve ni a distancia que las modalidades básicas del socialismo hayan sido incorporadas en los proyectos que adelanta con frenesí. Se intranquiliza el presidente cuando denota con pasmosa preocupación que algún proyecto de vivienda popular no contenga los elementos básicos de subsistencia productiva, que como los métodos de producción social, son fundamentales para dar origen a la convivencia socialista.
Sufre a dolores el presidente, cuando ordena los grandes operativos para servicio de alimentación al pueblo y algunos negligentes operadores de Mercal se dejan pasar el strike de que un grupete de despreciables mercaderes del hambre popular, utilicen al pueblo mas humilde, a quienes conminan a realizar compras cargadas de productos básicos, para luego despojarlos de ellos por miserable paga y repletar sus almacenes en amplios restaurantes donde se tongonea la especulación al mismo pueblo. Padece todo esto el presidente Chávez.
Es imposible darle cuerpo al socialismo, si no se usan las etapas de transición para crear las redes socio productivas que abarquen amplios sectores de geografía nacional y que cada proyecto de cualquier índole las contenga, usando los recursos dinamizadores propios que cada comunidad muestre. Este es un sueño del presidente. Por eso se disgusta el presidente, cuando realiza estas preguntas de elemental sentido socialista en la programación de alguna actividad y tan sólo recibe evasivas, medias respuestas o simplemente negaciones. Parece que no se hubiera entendido el sueño del presidente.
O peor parece, que no se estuviera convencido del sentido practicista que se debe aplicar en el proyecto socialista. Porque que es que no es difícil entender que si no se tienen oportunidades de empleo socialista a un montón de estudiantes recién salidos de cualquier universidad nacional porque no se ha tenido la creatividad de fomentarlo, se estará a lo mejor sin quererlo, dando cuerpo a los estamentos capitalistas donde iría a parar el esfuerzo del gobierno para formar esos profesionales. A lo mejor es por eso que no se ha avanzado suficientemente en estos diez años. Y por eso las ansiedades de Chávez. Es su utopía que se agrieta en el discurrir de un tiempo efímero. Es casi un laberinto. Que se le agota en desespero. Y es la razón para ayudarlo, exprimiendo la creatividad que provee el socialismo en esta fase.
Porque si esas angustias no surten en otros sus efectos y los sueños no cristalizan en hechos concretos por asperezas de los que tienen la responsabilidad de concretarlos, esas utopías del presidente seguirán siendo utopías, pero esta vez inalcanzables.
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