En estos momentos, la patria y nuestro Líder, nos pide voltear la revolución como a una media. Revisarnos desde muy adentro, desde lo más profundo de nuestra organización.
El llamado constante del Presidente de no perder el andar que le hemos puesto desde un principio a las misiones, nos recordó que Barrio Adentro no está funcionando como otrora y eso hay que mejorarlo lo más inmediato que se pueda. Esto nos atañe tanto a los venezolanos como a los cubanos.
Las misiones que están formando al hombre nuevo, como Simoncito, Robinson, Ribas, Sucre, etc. también deben ser revisadas, así mismo como a los Ministerios y sus organizaciones internas. Sabemos que hasta la fecha, no hemos podido sanear, en su totalidad, los puestos claves en nuestras empresas estatales, pero nosotros, los revolucionarios debemos estar prestos a evitar gastos innecesario, malversación de fondo y todo aquello que se produce, cuando existen apátridas laborando en las mismas.
Tenemos que ver si las personas que están en estas Instituciones, lo están haciendo por amor al pueblo o por algún beneficio propio, o también por una automatización que los hace caer en el burocratismo, nombre que los de la 5ta. República no nos gusta oír, hemos tenido bastante de eso por muchos años.
El avance del venezolano ha sido grande, para el tiempo que tenemos luchando por una mejor calidad de vida para el pueblo. Permite hacernos veedores en todos los campos donde pueda haber bajas tentaciones y cuando digo bajas, no me refiero a personas bajitas, digo bajas de honorabilidad, honestidad y confianza, es allí donde tenemos que estar ojo avizor.
En la prensa venezolana, nos tildan de “soplones, chismosos de nuestros mismos compatriotas”, pero las patrullas que se están conformando para visitar a los vecinos y verificar si las cosas se están realizando como se debe, que se le está dando el debido apoyo, beneficio y respaldo a las personas que necesitan una casa, un negocio, médicos, etc., es una de las mejores organizaciones que cualquier país debe tener, por el bien de él mismo.
Debemos sentirnos orgullosos de poder estar al frente de los cambios tan grandes que se vienen realizando en Venezuela y comprometemos a conformar un pueblo productivo en todas las necesidades de la población.
Es el momento de poner nuestras barbas en remojo y la mejor forma es la UNIDAD, INTEGRIDAD, ENTEREZA Y FORTALEZA. El mundo sigue con los ojos puestos sobre nosotros, enseñémosle de que están hechos los hijos de Bolívar.
Por lo pronto seguiré en mi trinchera y con el llamado a nuestra gente, para congratularnos de los logros alcanzados con nuestra hermosa Revolución o para hacerles ver, en mi humilde visión, cuando estamos pifiando.
¡PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!
¡¡VENCEREMOS!!
carbeatriz@hotmail.com
31 de julio de 2009
