Al despejarse la bruma
unas extrañas y gigantescas naves fueron dibujando su silueta, unas
banderas gigantescas con un extraño símbolo rojo dominaban la escena;
luego se enterarían los inocentes habitantes del lugar, que ese era
el símbolo de la cruz y que esta seria incrustada en sus entrañas
a sangre y fuego por orden divina, por orden real…por ordenes supremas
de un supremo Rey y un supremo Papa, quienes actuando unidos por orden
de Dios, venían a salvarlos del infierno eterno cuando murieran y decidieron
traérselos en vida.
Así comenzó
la tragedia americana, así comenzó el cambio de los cambios,
la suplantación de una raza por otra; no es cuestión de culpar a nadie,
¿para que? Lo pasado, pasado; lo pasado ya pasó; es cuestión de que
la humanidad, con todos sus avances y con todos los años trascurridos
sigue, en el fondo, siendo la misma.
Han cambiado de nombre
algunos territorios, ya la isla de guanahani, cuya situación exacta
aun se discute, es parte de las islas Bahamas, la isla de Juana, luego
se llamó La Española y hoy se llama Cuba (la bloqueada cuba, la sufrida
y altiva Cuba, que como en los tiempos aborígenes prefiere morir de
pie que vivir de rodillas).
Si, los nombres han
cambiado pero las situaciones no, los gritos de terror de los despavoridos
y pacíficos indígenas; los gritos de guerra de los que no eran tan
pacíficos, los insultos, las suplicas, las hambrunas, la esclavitud,
la imposición…todo eso solo ha cambiado de nombre y de personajes,
pero en el fondo la situación es la misma.
Entonces el punto de
análisis de hoy debería ser: ¿Hasta cuando?; ¿Que los españoles
y portugueses se apoderaron de medio continente americano?, ¿Que los
ingleses y franceses se apoderaron del otro medio y de la mitad de África?,
bueno si, eso pasó…justamente, eso pasó…no le demos mas vueltas
a ese asunto, sacudámonos ese yugo y entonces luchemos por deshacernos
del colonialismo mental que nos dejaron de herencia.
Ali, el eterno Ali
decía en una canción: “José Leonardo fue sudor de negro y cacao,
cuando batía el melao pa sacar al español, que después se volvió
gringo y hasta al español jodió”; ese fue otro de los cambios, cambiamos
de imperio, se fue el español y vino el norteamericano; ya no nos
meten la señal de la cruz a sangre y fuego, ni nos empalan si no besamos
la mano; ¡no!, los métodos cambiaron: ahora nos meten el consumismo
y la estupidez a través de la educación, la televisión, la prensa,
la radio; ahora nos matan de hambre, bloqueándonos si no aceptamos
la doctrina que promulgan; ahora nos declaran terroristas, si no aceptamos
sus condiciones y nos lanzan misiles, nos invaden…y en los casos mas
subliminales nos alienan a seguir las costumbres que diseñaron para
nosotros y a exigir lo que no necesitamos, de este modo crean sociedades
débiles y dependientes.
Los españoles en su
lujuria y desorganización no lograron crear una sociedad fuerte en
America y esa suplantación de una raza por otra al eliminar hasta la
total extinción a muchas de las razas originarias, fue el peor de los
legados y el que mas ha sabido aprovechar el imperio del norte; como
diría Simon Díaz (¿que será del tío Simon?) ¿no ve Usted que si
los actuales sudamericanos no son descendientes directos de los indígenas
(porque a estos los exterminaron, o los mezclaron) no sienten el nacionalismo
ni el orgullo que hace fuerte a las razas?; ¿No ve usted que la mezcla
que surgió se siente medio europea y le enseñaron a renegar de sus
orígenes indios y negros para que, sin identidad, fueran mas fáciles
de dominar? (aclaro no digo aquí que Simon Díaz diría esto, solo
quise usar una frase de él donde comienza diciendo “no ve usted que
si no hubieran hombrecitos”… y por hay se va).
Bueno hoy 12 de Octubre
de 2009, quise reflexionar un poco sobre este día y dejar aquí
plasmada, la necesidad de reencontrarnos con nuestros orígenes. Cada
quien agarre el que mas le guste; americano, español, frances, portugués,
mezclado en diferentes proporciones; que si mis ojos, que si mi pelo,
que si mi color, que si mi nariz, que si mi boca…no importa, cada
quien acepte el origen y la proporción que le haga mas feliz; eso realmente
no importa ya.
Pero hay algo que si
importa y es el epilogo de mi reflexión: Respetemos la memoria de esos
seres que fueron inmolados y cruelmente masacrados, torturados y reducidos
a la esclavitud; respetemos su memoria y (independientemente del origen
que cada quien crea tener) sintámonos orgullosos y honrados por el
privilegio de pisar la tierra de estos gloriosos y sufridos pueblos;
sintámonos guardianes de su herencia y de su coraje, sintámonos obligados
a cuidar el territorio que ellos defendieron.
Busquemos en el fondo
de nuestro corazón, el reencuentro con esas almas nobles que pisaron
estas tierras antes que nosotros, cuidemos su heredad y seamos guardianes
de su cultura; hasta que, siguiendo el eterno ciclo de la vida, les
devolvamos su tierra, con nuestros hijos o con los hijos de nuestros
hijos convertidos en lo que fuimos en un principio (una raza noble y
orgullosa de sus raíces).
Hoy quinientos diecisiete
años después de aquel día (no le pongamos adjetivos, ya para que)
hoy quinientos diecisiete años después de aquel día, abracémonos
con alegría y comprometámonos a cuidar la herencia de los primitivos
habitantes de este sagrado suelo que tenemos el privilegio de habitar,
sintámonos guardianes de la cultura Caribe, Jirahara, Pemon, Quechua,
Aymara, Guarani, Maya, Aztecas…y un sin fin de gente buena, quienes
sufrieron en carne propia la invasión europea, llena de soldados, de
gente extraña y un solo Dios.
Hoy quinientos diecisiete
años después, sintámonos honrados de haber nacido en el sagrado suelo
americano.
¡Viva Guaicaipuro, Viva Guaracay, Viva Tupac Amaru, Viva Tupac Katari, Viva Arichuna, Viva Manaure, Viva Paramaconi, Viva Paramacay, Viva Tiuna, Viva Yaracuy, Viva…Viva America!