Revolución significa confrontación de clases, de los de abajo contra los de arriba, de unos intereses establecidos por otros intereses que buscan suplantarle; es decir una revolución para que sea revolución debe estar precedida de contradicciones de intereses que se puede graficar en batallas de ideas e incluso batallas cuerpo acuerpo, sin armas o con ellas, dependiendo del medio que se tome, de las circunstancias y momentos histórico en que se desarrolle; por eso quienes no entienda ésto, ni la remota idea tiene de lo que es en la vida real una revolución.
La revolución se busca, se hace y se concreta para que lo establecido se transforme dando paso a nuevos modos de concebir la vida y por lo tanto donde el manejo, fines y objetivos de las instituciones bizantinas den paso a nuevas estructuras para que dejen de estar al servicio de los intereses derrotados y comiencen a servir a las grande mayorías que en otrora estuvieron bajo el yugo de las minorías explotadoras que han sido desplazadas por la acción revolucionaria.
Si se llegara a considerar que revolución es solo para ganar elecciones, hacerse a un gobierno por un tiempo determinado y san se acabo, se estaría muy lejos de saber lo que ciertamente es revolución.
Una revolución para que sea revolución Socialista; sus conductores tienen que buscar el modo de asumir las empresas o medios de producción y ponerlas en manos de sus trabajadores, por ser éstos,( léase la clase obrera), quienes con su fuerza de trabajo producen bienes y servicios que históricamente se lo han apropiado los que se erigieron dueños absolutos de los medios de producción y por lo tanto se enriquecieron a costa de la pobreza de los trabajadores.
Para poder afirmar que se está haciendo revolución necesario es que halla justicia y por ahora el único que se propuso a hacer justicia Socialista, fue volado de su carro por una explosión de bomba y hasta ahora los actores intelectuales de su vil crimen siguen por allí conspirando contra el proceso que desde una posición definida de izquierda, neciamente se pretende construir como diría El Ché:-“con las mismas armas melladas del capitalismo”.
Buena es la recomendación que indica la necesidad de revisar en el contexto actual, si ciertamente se está haciendo revolución, o solo morisquetas que nada tiene que ver con algo que se pueda calificar de verdadera revolución, esto en razón a que el Socialismo en esencia es justicia y si persiste la impunidad sobre tantas cosas que han sucedido y siguen aconteciendo en nuestro país, bien se puede concluir que el hecho revolucionario se ha tardado en iniciarse.
Cómo pensar que se está haciendo Socialismo a través de la banca pública, si élla se rige por las normas de los estamentos legales del Estado Capitalista ha fijado para la banca privada donde se grafica con mayor nitidez la huella del sistema de especulación y usura. Banca Pública que
incluso en algunas oportunidades su comportamiento es aún más perverso que el privado; por eso para que se pueda decir que se está haciendo revolución financiera o bancaria, la Asamblea Nacional debe sobre la marcha reformar la ley de bancos, donde se diferencie la Banca Socialista de la banca privada, quizás entonces estaría llegando el inicios de la revolución.
La revolución solo la pueden hacer personas, grupos o movimientos sociales contentivos de un estado de conciencia de lo que significa revolución, es decir las revoluciones las hacen los revolucionarios, sujetos de carne y hueso que tienen la capacidad de convencer y movilizar masas populares dispuestas y conscientes a transformar el estado imperante por otro modelo que apunte a dar o suministrar bienestar y felicidad a las mayorías que en el sistema depuesto habían sobrevivido explotadas y excluidas.
¡Eh ahí algunas consideraciones para reflexionar sobre nuestra revolución bolivariana, que muchos esperan sentados que sólo Chávez y el pueblo que le sigue y ama la hagan realidad!
(*) Delegado I Congreso Extraordinario PSUV
macariosandoval@cantv.net