Los sueños y las esperanzas de un pueblo; un solo poema

Con un saludo Revolucionario, Bolivariano, Socialista y Humanista me dirijo a todos los sucrenses, en pro de la reformulación de las estrategias y directrices de nuestro máximo y único líder Hugo Rafael Chávez Frías, enmarcados en el proyecto Simón Bolívar, y enrumbadas al bienestar de la sociedad venezolana, y en especial a las clases mas desposeídas de nuestro pueblo venezolano.

En este nuevo año hacemos una tregua de amor en el camino de nuestras luchas y de nuestros afanes; y sólo pensamos en las cosas buenas y bellas que nos ha regalado la vida, como nuestra revolución bolivariana, punta de lanza en la lucha de los pueblos en el mundo; en el año que se acaba hundiéndose, ya como un cometa en el horizonte de la eternidad, dejándonos una estela de recuerdos en el alma; y la culminación de un universo de obras que van enrumbadas al bienestar del pueblo venezolano.

En todos los hogares del mundo, hombres y mujeres, ancianos y niños de todos los pueblos, en este mismo instante están rindiendo homenaje al amor y están encendiendo en sus corazones las lámparas votivas de sus mejores recuerdos del año que acaba de fenecer. Nosotros en este inmenso hogar que es nuestra tierra, empezamos este nuevo año dándoles un grandísimo reconocimiento a aquellos venezolanos y venezolanas incansables que buscan a través de la justicia social la gran familia que por muchas décadas nos arrebataron.

Preside el acompañamiento a nuestro pueblo; la figura invencible de nuestros héroes, siempre acompañada por nuestro líder, nuestro conductor y nuestro amigo Hugo Rafael Chávez Frías. Aquí está, nuestro líder, mirando más allá del horizonte, con la mano firme puesta sobre el timón de nuestros destinos y con su corazón extraordinario, pegado a los sueños y a las esperanzas de su pueblo, sobre todos nosotros, que somos y que nos sentimos hermanos porque nos une el vínculo de los mismos ideales, las mismas luchas y de los mismos amores.

Por eso estas palabras mías se atreven a romper el bullicio o el silencio de este nuevo año, nos tenemos que animar a llegar con nuestros mensajes al corazón de todos los hogares que quieren una patria libre, que se derraman así sobre la mesa de una Patria Nueva, como un canto de amor y de esperanza.

Lo primero que se me ocurre es agradecer a nuestro comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías, porque en medio de un pueblo revolucionario, casi definitivamente olvidado del amor por parte de la oposición venezolana, nosotros creemos en él, y nos permitimos anunciar la buena nueva por el camino del socialismo.

Por eso nos regocijamos y nos alegramos por las nuevas medidas tomadas por nuestro comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías, en este 2010. Hace una década el pueblo venezolano eligió a Hugo Rafael Chávez Frías, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, para anunciar el advenimiento de la paz, la justicia, de la libertad de los hombres y mujeres del ALBA. Sobre este mensaje, los hombres de mala voluntad han acumulado medio siglos de crímenes, de explotación y de miseria, precisamente a costa del dolor y de la sangre derramada por el pueblo humilde de esta tierra grande llamada VENEZUELA. Y cuando todo parecía perdido, acaso definitivamente, nosotros, un pueblo humilde, a quien la soberbia de los poderosos llamó "descamisado, desdentado"; nosotros, un pueblo que repite en su generosidad, en su sencillez, en su bondad, hemos sido elegidos entre todos los pueblos y entre todos los hombres, para recoger de las manos de Hugo Rafael Chávez Frías, bañado en el fuego de su corazón e iluminado por sus ideales de visionario.

Podríamos decir que Hugo Rafael Chávez Frías, ha hecho grandes cosas entre nosotros, deshaciendo la ambición del corazón de los soberbios, derribando de su trono a los poderosos, ensalzando a los humildes y colmando de bienes a los pobres. Por eso este año nos embarga el corazón con la armonía de sus encantos prodigiosos, porque este año es nuestro, es el año de de la humildad, el año de la justicia, el año bicentenario, el año de la revolución.

Y el socialismo que Hugo Rafael Chávez Frías, nos ha enseñado y nos ha regalado como una realidad maravillosa de sus manos, de sus ideas es precisamente eso, la mayor suma de felicidad posible para su pueblo; algo así como el eco vibrante del anuncio del 13 de abril de 2002, como el reflejo encendido de la estrella que señaló el regreso de Hugo Rafael Chávez Frías, en la noche del 13-A, el revolucionario amanecer de una redención extraordinaria.

Porque la verdad, la indudable verdad es que todos somos ahora más felices que antes. Cuanto por la dignidad que nos da con su esfuerzo infatigable nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Si nuestra felicidad residiese solamente en las riquezas materiales, no tendríamos derecho a ser dichosos. Pero nos sentimos felices porque en el seno de la gran familia venezolana que conformamos, todos somos hijos iguales de la misma Patria VENEZUELA, con los mismos derechos y los mismos deberes. Nos mide a todos, con la misma medida, la vara de la misma justicia. Nos ampara la bandera tricolor de la dignidad y nos abraza la generosidad paternal del mismo amor que brota del corazón inigualable de Hugo Rafael Chávez Frías. Ahora sí podemos abrir nuestros corazones a la palabra ardiente del amor y comprendemos el verdadero sentido de la fraternidad.

Primero la justicia, que es algo así como el pedestal para el amor.
No puede haber amor donde hay explotadores y explotados. No puede haber amor donde hay oligarquías dominantes llenas de privilegios y pueblos desposeídos y miserables. Porque nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados y ninguna oligarquía pudo darse con ningún pueblo el abrazo sincero de la fraternidad.

Patria Socialismo o Muerte Venceremos.

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José Antonio Velásquez


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