Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social que en este artículo utilizaremos para escudriñar el tema de la ganancia, la renta y la especulación capitalista como fuentes de la explotación y expropiación de los seres humanos y del deterioro ecológico de la naturaleza.
El proceso económico capitalista resulta de la interacción de unos elementos naturales que habitualmente cumplen menguantes funciones mediáticas y objetivas y de unos seres humanos que usualmente ejercen los enajenantes papeles de sujetos explotadores y explotados en aras de una cada vez más obsesionante obtención y acumulación de riquezas que abreva en la ganancia,.la renta y la especulación. Ganancia en la que subyace principalmente el usufructo de la fuerza de trabajo y complementariamente los pasivos ambientales; renta en la cual se haya oculta, primordialmente, la diferencias de los niveles de productividad de los medios y objetos naturales y especulación donde cardinalmente se esconde la acumulación de riquezas en virtud de la cual se manipula el mercado monopolizando la oferta.
Escenario capitalista prescrito por una implacable competencia que, al obligar la transferencia del derecho a gobernar sus bienes patrimoniales al ser humano ejecutor del papel del sujeto explotador, lo transmuta en un ser enajenado ante el más preciado producto de sus esfuerzos.
Contexto del capital dispuesto por una injusta distribución de las riquezas que, al forzar la cesión del derecho a hacer pleno uso del fruto de su quehacer laboral al ser humano practicante de la función del sujeto explotado, lo transfigura en un ser embelesado ante el explotador de su fuerza de trabajo.
Ambiente capitalista establecido por un deslumbrador consumismo que, al incluir los componentes naturales marcados por los más bajos niveles de productividad en el cumplimiento de las funciones objetivas y mediáticas del proceso de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, genera una renta que lleva implícito el deterioro ecológico de la naturaleza.
Realidad capitalista fundada por una cada vez más acelerada concentración de la riqueza que, al fortalecer la monopolización de la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, forja una especulación que implica el engrosamiento de las filas de los seres humanos explotados y expropiados en razón de las quiebras de quienes hasta el presente militaban en las huestes explotadoras.
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