Seguramente, algunos de nuestros camaradas pondrían extrañarse por el título de nuestro artículo que hace de abogado del Diablo. Los marxistas no culpamos al gobernador de Lara, Henri Falcón, por haber abandonado las filas del PSUV y solicitar militancia en el partido “aliado” Patria Para Todos (PPT). Pues, creemos que Falcón ha hecho lo correcto y más conveniente para él y nosotros. El gobernador Falcón ha sido sincero y consecuente con su ideología cuando todavía otros continúan escondidos bajo el manto rojo de la revolución. Falcón ha sido claro cuando dijo que no renunciaba a su posición política de seguir apoyando al gobierno del Presidente Chávez, esta vez como aliado.
Ser un revolucionario (marxista) y ser aliado son cosas muy distintas. El PPT es un partido más, aliado del gobierno, pero claramente identificado ideológicamente con el proyecto de la pequeña burguesía. Eso no se discute.
Se equivocan rotundamente Francisco Ameliach y compañía cuando tachan a Henri Falcón de traidor. No es traidor quien desde siempre se ha manifestado como parte del proyecto político de la pequeña burguesía y hoy renuncia a un partido de izquierda para alistarse en otro más cónsono con sus ideales, pero que también apoya al gobierno. Para que Falcón sea considerado como traidor, este ha debido ser antes de izquierda y saltado la talanquera hacia la derecha. Siendo así, Ameliach, Diosdado y compañía tampoco podrían ser tachados como traidores puesto que, aunque también forman parte del mismo proyecto político de Henri Falcón (-identificados con la ideología de la pequeña burguesía, o derecha endógena-) ellos aun continúan siendo aliados del gobierno, sólo que erróneamente se encuentran dentro de un partido de izquierda. Traidores sí lo son Teodoro Petkof, Pompeyo Márquez y otros quienes antes de ser vulgares agentes del imperialismo eran militantes de izquierda.
Llegará el día en que nuestros caminos deban separarse. En ese momento Falcón, Ameliach y Diosdado tampoco deberán ser considerados como traidores, puesto que habrán cumplido cabalmente con su papel de clase, sin renunciar a ésta, y servido en una etapa del proceso revolucionario.
Felicitamos a Henri Falcón porque él, a diferencia de lo que piensen Ameliach y compañía, ha hecho lo correcto; ha sido consecuente. Los marxistas esperamos que el ejemplo de Falcón sirva para influenciar a otros confesos pequeños burgueses, que nos permita ir decantando al PSUV de la derecha endógena que tanto daño le hace a la revolución.
Nuestra revolución, sui géneris, ha demostrado que junto a ella tienen cabida todos aquellos que manifiesten deseos de trabajar unidos, y como aliados, y no como miembros del partido de la revolución que es muy diferente.
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