Nuestra revolución no puede ser secuestrada

Es importante que los errores del pasado nos sirvan en la actualidad para no cometer las mismas fallas y, es necesario, que terminemos de asumir nuestro papel histórico en esta revolución. Sólo nosotros, el pueblo, a través de la participación y el apoderamiento del proceso revolucionario, lograremos llevar a su mínima expresión los errores que imposibilitan la cristalización del modelo de país que deseamos.

Nuestra revolución no sólo debemos cuidarla de las amenazas que vienen del extranjero y del sector disociado que tenemos incrustado en nuestro país, existe un enemigo interno en las filas de la revolución que no le interesa la transformación del Estado venezolano y que apuestan al modelo de status quo para garantizar sus ambiciones personales.

Ahora bien, ¿Qué debemos hacer como pueblo organizado?

Asumir la responsabilidad histórica que se nos ha presentado en los actuales momentos; no podemos doblegarnos ante las fallas internas que existen en nuestro movimiento, no podemos hacer como Henri Falsón que tomó como excusa nuestras fallas para dar un salto hacia lo que él persigue, no podemos caer en pesimismo, la tarea es derrotar a los tantos Henri falsones que hay en nuestras filas, y esa es una labor dura, pero ahí es donde quedará en evidencia la convicción y firmeza de cada uno de nosotros. De nuestra acción dependerá la vida de esta revolución.

Por lo tanto, es vital que en las primarias del PSUV asumamos la madurez política necesaria que permita golpear a los oportunistas de oficio hambrientos de poder. El momento está en nuestras manos, así como un día lo hicimos contra esa tiranía adeca-copeyana es elemental sacar del paso a esos palabreros que lo único que logran es debilitar nuestra querida revolución bolivariana y socialista. A esos que piensan que la revolución se construye sólo en las cámaras de televisión debemos decirles: ¡BASTA YA! que el pueblo es sabio, y por lo tanto, sabremos a quien dar nuestro voto de confianza. Será bueno restregarles a esos pseudo líderes que el liderazgo se construye con trabajo real y no se decreta con trasnochados lineamientos, ni se construye en radio y televisión.

¡La derecha enquistada en las filas revolucionarias no podrá secuestrar nuestra revolución!



¡A los falsos que buscan ocupar un curul en la Asamblea Nacional vamos a propinarles una paliza en las internas del PSUV!

Finalizo con un párrafo de "Pedagogía del Oprimido" de Paulo Freire:

“Incluso las revoluciones, que transforman la situación concreta de opresión en una nueva en que la liberación se instaura como proceso, enfrentan esta manifestación de la conciencia oprimida. Mucho de los oprimidos que, directa o indirectamente, participaron de la revolución, marcados por los viejos mitos de la estructura anterior, pretenden hacer de la revolución su revolución privada”


gaprevol@hotmail.com


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Gabriel Páez


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