Nadie podrá jamás dudar que no se podrá jamás avanzar en un proyecto socialista si no avanza el nivel de conciencia política de quienes lo impulsan. Porque el discurrir de la vida bajo un esquema socialista, es funcionalmente un fenómeno político-social de conciencia. Y la conciencia política avanza en los pueblos más con el ejemplo de quienes tienen posiciones de liderazgo. Y también mas aun, con el ejemplo de quienes ejercen funciones de gobierno, sobre todo salidos del voto socialista.
O sea, el ejemplo de la praxis socialista versus la cotorrería farandulera socialistoide y demagógica. Lamentablemente la praxis socialista todavía, se ve muy poco. Porque como implora con referencia al amor un viejo pasodoble, la conciencia ni se compra ni se vende. Es falso entonces, que exista la compra de conciencia, simplemente porque no se puede comprar algo que no existió. Y toda esta trama hace surgir expresiones de inconformidad política que empujan al incremento en los niveles de conciencia. Por eso recientemente en los mismos salones del PSUV en Coro, un líder social del sector oeste coriano, manifestaba su cansancio a buscar u orientar votos para que le restrieguen en descarada actitud, costosas valijas y prendas de suntuoso vivir por parte de quienes reciben el favor electoral. Pero también, menos mal, que a su decepción anteponía una fuerza de conciencia política creadora que se propone impulsar.
Y tenía razón el luchador social José Sánchez. Casi siempre el pueblo llano da las mejores lecciones de comportamiento político. Y el PSUV, por eso, junto al presidente Chávez, está brindando siempre las posibilidades de redención popular. De allí las primarias y la auto postulación como procedimientos de mesurar los niveles de conciencia socialista. Es una ventana para avizorar el avance de conciencia. Algo se ha avanzado pero falta más que algo. Es tanto o mayor el rendimiento en la creatividad de un pueblo consciente, que el de un aprovechado, cuando válido de demagógica destreza, logra penetrar filones de inconsistencia en el pensamiento popular. Por eso en estas elecciones socialistas internas, sabido por todos que va en juego la existencia de la revolución, el objetivo no es solo ganar.
Hay otro objetivo de suprema importancia. Y es, llevar a la Asamblea Nacional los hombres y mujeres con cuyas manos puedan desde ya, tejer la red jurídico-política por donde pueda andar el ciudadano común en búsqueda del tránsito hacia todos lo poderes con dirección a sus mejores propósitos.
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