Son las presidenciales en Colombia, el partido verde y su candidato show anuncian ya la victoria. Raros y novedosos elementos acompañan este fenómeno. Podría decirse que el surgimiento de la candidatura de Mockus es más una decisión del pueblo que un resultado real de sus campañas. La participación del mundo virtual, la comunicación vía Internet en faceboock y twiter arroja cifras impresionantes de seguidores: Con un crecimiento del 60 % en el último mes en su página de Facebook, lo que equivale a 255.322 nuevos seguidores, Mockus se ubicó en segundo lugar en la lista de los grupos de dicho portal con más usuarios a nivel mundial.
Pero cabe la pregunta que he propuesto desde hace meses: ¿Colombia está votando por Mockus o está votando contra Santos? Creo que la respuesta es la segunda, Colombia está cansada de la sangre y Mockus con su promesa de “legalidad” ha sido el seleccionado para darle un parao a las sanguinarias políticas paramilitares e imperialistas de Uribe y su sucesor en la contienda. ¿pero que es lo que hará Mockus?
Obama habla de virar a otras políticas diferentes a las de Bush y su guerra preventiva, si esto fuera cierto, entonces Mockus es el candidato para esta transición, Colombia adecentaría su rostro ensangrentado para transformarlo en una cara decente del mismo imperio a quien ha servido, como quien dice, todo tiene que cambiar para que todo siga igual. Ya los soldados gringos se ocuparán del trabajo de los paramilitares o mejor dicho el paramilitarismo será oficializado tan solo cambiando de nombre. Ante los medios comunicacionales Colombia habrá superado este decenio de asesinatos y desaparecidos y habrá entrado en el modernismo obamático: más silencio y peores acciones represivas disfrazadas.
Mockus no tiene bigotes para representar un cambio social verdadero. Le faltan bigotes, por no decir otra cosa, para ser un verdadero luchador social, es un muñeco de torta, otra marioneta con nuevos hilos que colgará igual de los dedos del Departamento de Estado. Es una lavada de cara y un cambio de traje para seguir de rodillas sirviendo al mismo imperio. Esto tiene que seguirse con atención: ¿Qué pasará con los carteles de la droga tan en las manos de la familia Uribe y Santos? Obviamente que cambiaran los carteles, jamás desaparecerán, pasarán a ser parte de la industria americana y gerenciados desde las 7 bases gringas. Nadie quita que hasta el mismo Uribe pasara a ser victimizado o desaparecido. Como cada vez es más rigor en Afganistán y el mercado de la heroína, el mercado de la cocaína tendrá nuevos gerentes. Bastante distracciones mediáticas tendrá Mockus para entretener a los colombianos y sus vecinos con investigaciones y castigos a los desafueros de Uribe, con esto distraerá la atención mientras se confecciona el verdadero plan de Obama. Cambiando de escenario, o más bien de actores, será más creible cuando se denuncie una agresión de Chávez a Colombia, ya no se supondrá que es otra patada a las rodillas de Chávez propinada por el cretino de Uribe o de santos, Mockus ha sido bastante recatado en su antichavismo y eso servirá para darle veracidad a la estrategia de la guerra con Colombia y darle paso a las estrategias de Obama, que, ha diferencia de Bush, toma más precauciones y es menos descarado, lo que no se traduce en que sea menos criminal y sanguinario, ya lo vimos actuar en Honduras y el medio oriente.
Mañana, sin embargo, estos resultados son más bien un presagio de conciencia popular. La tal llamada “legalidad democrática” de Mockus de igual forma deberá abrirle paso a nuevas expresiones democráticas, a esta misma expresión que hoy le da la victoria y que no es más que la transición a la Colombia que se despierta y empieza su lucha por los cambios por medio de los votos.
La historia marcha de a poco pero inflexible. En el andamiaje de la crisis imperial se bate en el temblor de las luchas sociales.
Mockus es un actor de pacotilla que tan solo podrá payasear en la casa de Nariño. Colombia estará más cerca de Venezuela fortalecida con su Asamblea victoriosa de revolución y cada día estará más cerca la gran Colombia que soñamos todos y que soñó Bolívar.
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