Colombianos en Venezuela, eligen a Santos

Colombianos en Venezuela, eligen a santos.

El trato dado por el señor presidente a los hermanos colombianos desde su asunción al poder, no ha podido ser más distante, al recibido por estos, durante los gobiernos de la cuarta república. Nacionalizarse en nuestro país dejo de ser una odisea interminable desde la asunción del gobierno bolivariano.

El presente artículo, no pretende generar descalificativos o acoso en contra de nuestros hermanos colombianos, mucho menos desmeritar sus muchos aportes para con nuestra nación, desde sus empresas o simplemente desde su vida en ciudadanía en nuestro país. Lo que se pretende es despertar la precaución y el cuidado en nuestros dirigentes, sobre posibles sucesos que pudieran generarse, a partir de la elección del genocida Juan Manuel Santos, frente a la presidencia del gobierno colombiano.

En Colombia, el 20 de junio, no fue electo un ciudadano cualquiera, fue hecho presidente, un representante de la derecha más recalcitrante del continente. Uno de los individuos más agresivo y provocador en contra de nuestro país, del proceso bolivariano y su presidente. Es parte de esa casta oligárquica, que se apropio de Latinoamérica, miembro de una de las pocas familias dueñas de Colombia y creadoras de opinión y de la conducta de los colombianos, a través de la propiedad de los medios de comunicación masivos más influyentes en el país. No son pocas las arremetidas públicas y ocultas que este señor infringió en contra de nuestro país cuando era ministro de defensa. Siempre ha sido un arrogante y asiduo colaborador, en la ejecución de los planes desestabilizadores que son forjados desde el imperio, en contra de nuestra nación. Y por supuesto que nunca dejara de serlo. Este señor, fue el promotor de la incursión llevada a cabo por el ejército colombiano en suelo ecuatoriano, violando flagrantemente la soberanía de esta nación, mediante la invasión y bombardeo a este país vecino. Allí sorprendieron mientras dormían y fueron aniquilados, encontrándose indefensos y en ropa de dormir, un grupo de sus enemigos de clase, históricos. Aquí hace una demostración por su preferencia en el empleo de los falsos positivos, “recuperando” de entre las ruinas ocasionadas por las bombas detonadas, la llamada; súper computadora, contentiva de todo tipo de acusaciones falsas, en contra nuestro país. Es un especialista en montajes, para justificar atrocidades. Otro accionar donde se deja ver la personalidad psicópata de este nuevo presidente, fue la operación jaque. Los militares colombianos lograron la libertad de Ingrid Betancourt, al disfrazarse de miembros de la cruz roja y de periodistas de Telesur. Mas respeto mostraron los “terroristas guerrilleros” frente a estas dos instituciones, que este individuo. Frente a estas dos acciones violatorias de todo derecho internacional, han mostrado su orgullo y jactancia. Todo esto, sin dejar de mencionar que es uno de promotores y defensores de las bases militares norteamericanas en tierras colombianas.

En Colombia, se ha elegido a una de las personalidades más hostiles en contra de nuestro país. Un individuo que no siente ningún tipo de respeto por el derecho internacional y mucho menos por sus vecinos. Es un fascista a carta cabal, un guerrerista, al igual que Uribe, aliado de los paramilitares, y de la línea intervencionista y de desestabilización del imperio norteamericano.

Lo que resulta increíble en este caso, es que a pesar de que los dos principales candidatos eran de derecha, ninguno compaginaba con la izquierda bolivariana, el 70% de los colombianos residenciados en Venezuela, decidieron elegir como presidente en Colombia al más agresivo contra nuestro país. Al individuo con el perfil belicista más adecuado para llevar a estas dos naciones hermanas a una guerra o al menos a situaciones que pudiera comprometer la seguridad nacional. Es preocupante esta situación, cuando hace algunos años, fueron detectados en nuestro país, mas de cien paramilitares que habían sido infiltrados, con el objeto de generar caos y muerte. Se presenta peligroso el escenario, cuando se oye que en varias regiones, vienen siendo insertadas células paramilitares, para ser activadas en algún momento coyuntural de la nación. No se puede ignorar los desmanes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en nuestro país.

El objetivo no es discriminar, criminalizar o cambiar la percepción que se tiene hacia nuestros hermanos colombianos, lo que se busca, es que los cuerpos de inteligencia de nuestro país, comiencen a determinar la labor que cumplen estos ciudadanos en nuestros suelos. Recordemos que son más de tres millones los hermanos bolivarianos, a los que se les ha dado cobijo en nuestra patria.

(*) Lcdo.

PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM


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Pedro Figueroa (*)


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