De crisis en
crisis se va llegando al temido final donde se quiebra lo establecido
y surge briosa la fuerza contenida de los cambios. Todos vivimos este
oleaje incesante, como un tejido que se va completando, como un dibujo
que se acaba y muestra la nueva imagen, como un parto que finaliza con
el grito de un nuevo ser que nace luego de los dolores terribles del
parto.
La crisis es
el combustible de la revolución. A veces nace del empuje hacia el futuro
por nuestras fuerzas revolucionarias y las otras naces de la resistencia
a nuestro combate y al deseo de permanencia de las fuerzas establecidas.
Pero cada vez se arma más de cerca la gran crisis final, innegablemente
que marchamos hacia momentos muy difíciles, la carga de la historia
es imprevisible, la búsqueda de un modelo nuevo para la vida de nuestra
especie y para la vida del planeta que habitamos pueden no tener
asegurada
la victoria, ante el poderío militar desarrollado por el imperialismo
y su ceguera clasista y egoísta, enfrentamos un futuro en el que solo
vemos dos puertas de salida: vencer o morir. Recuerdo entonces las
palabras
de José Félix Ribas, prócer de la independencia venezolana quien
dijo: “entre vencer o morir, necesario es vencer. En la actual coyuntura
política mundial se respira ya ese olor nauseabundo de la guerra, los
movimientos que nos alerta Fidel en el medio oriente y ahora el
entretejido
con que se despide de su mandato Álvaro Uribe, quien indispone de
antemano
a José Manuel Santos hacia Venezuela, son señales en las que podemos
leer la proximidad de las batallas.
Santos,
heredero
del servilismo de Uribe y su cara de seminarista pederasta, desde su
nombramiento como presidente el próximo 9 de Agosto, no perderá
ni un solo día en desplegar una estrategia para tratar de desestabilizar
a Venezuela y la fulminante victoria de las fuerzas populares en la
consulta electoral del 26 de Septiembre. Casi es la única carta que
le queda al imperialismo ante la improductiva capacidad de generar nada
que tiene la oposición venezolana que cada día se desintegra a pedazos.
Venezuela es
un lugar importante ante el desarrollo de las estrategias militares
que anuncia Fidel contra Irán, las grandes reservas de petróleo
que tenemos en nuestro subsuelo son la garantía de la energía durante
el tiempo en que el imperio trate de someter a Irán, lo que querrá
decir, bastante tiempo, a menos que el ataque a Irán se realice de
forma nuclear, lo que de igual inutilizaría la industria petrolera
del medio oriente y obligaría a crear un nuevo orden de poderes a nivel
mundial.
Hay que tener
en cuenta hasta donde se puede enfrentar este destino, hay que salir
a inventar nuevas y arriesgadas estrategias, hay que despertar a toda
una humanidad que no se da cuenta del precipicio en donde termina esta
marcha cotidiana. El papel de Chávez y nuestra revolución bolivariana
no es un extraño fenómeno tropical, como si se tratase de un ciclón
con destino indeterminado que tarde o temprano desaparecerá. Es el
despertar de todo un continente, es el grito de todas y todos los que
amamos la paz y el socialismo, es decir es la voz antiimperialista que
nace para despertar al planeta entero y convocar la revolución
mundial.
La unidad de
los combatientes por el mundo nuevo debe de ser cada vez más
contundente.
Debemos estar preparados para lo inesperado. Podría mañana desaparecer
Internet y con él esta capacidad de comunicarnos, nos incomunicarán
y atacarán, solo el rumor nos traerá parte de las atrocidades que
sucederán en la distancia, el imperio aplastará los derechos
humanos como quien desecha el papel toalet en el sanitario, por tanto
debemos estar alertas desde ya.
Crear formas
de comunicación alternativas, crear formas de lucha paralelas, tener
reservas de todo tipo, son cosas que todo grupo o movimiento a nivel
mundial debe preparar con premura. Estar alertas ante un ignominioso
ataque imperial para la invasión planetaria se hace indispensable,
pero más indispensable es nuestra voluntad de expresar nuestra fuerza
de amor por la vida, de tomar todas las calles del mundo, de salir todas
y todos a luchar por lo nuestro, a combatir por todos nuestros sueños,
más allá de la muerte. ¡Necesario es vencer!!
¡Venceremos!.
raulhbracho@hotmail.com