Pudiera ser
una hipótesis de trabajo, pero siendo realista, es más que una hipótesis
de trabajo puesto que a pesar del celo y discrecionalidad con que
dirigen
su campaña de guerra hacia esa faz de la tierra e inclusive hasta los
medios de comunicación norteamericanos con capaces de fabular e indagar,
ahora ni una brizna de información suministran sobre los planes
militares
convirtiéndose en apoyo de la política de guerra de las administraciones
estadounidense.
Tan es así
que la política informativa comunicacional de EE.UU. es una propia
arma de guerra en si. Basta ver toda la estela que dejan a través de
sus portentosos medios de comunicación para disuadir, intimidar y cuando
quieren quebrar el perfil psicológico de los pueblos.
No se nos
antoja
a capricho pero la ubicación en Costa Rica de 48 buques de guerra,
más de 7.000 marines y toda una flota aérea capaz de desplazarse con
un alto radio de acción por todo Centroamérica y el Caribe apunta
a garantizar sus suministros energéticos para sustentar toda la
maquinaria
de guerra puesto que la resistencia iraní no se hará esperar e igual
en Corea del Norte y sería una guerra nuclear y de incalculable
consecuencia
para la humanidad y para toda la tierra.
Si precisamos,
de todo el planeta quien tiene la mayor reserva petrolífera es Venezuela
mientras que EE.UU. tiene reserva tan sólo para menos de dos décadas.
Traer petróleo desde el medio oriente tarda en llegar a las costas
estadounidenses casi 60 días y con ese caos no estará garantizado
el suministro para la guerra ni para la sustentabilidad interna de la
sociedad norteamericana mientras que desde Venezuela se tardaría de
4 a 5 días.
La tierra
de Simón Bolívar es la tierra de la esperanza, tenemos la razón
histórica
y la voluntad de dirigirnos a la construcción de una sociedad justa
y amante de la paz que es en definitiva, el Socialismo.
Hacemos un
llamado a los pueblos de América Latina, del mundo a la confección
de unas nuevas y justas Relaciones Internacionales y al dejar al desnudo
la globalización neoliberal que plantea un nuevo reparto del mundo,
la definición de nuevas áreas de influencia a interés y exclusivo
beneficio de EE.UU.
Estamos en
presencia del dilema como dice Rosa Luxemburgo entre la Barbarie
planteada
por el capitalismo – imperialismo y la civilización planteada por
honrosos y honrados países y pueblos del mundo para encaminarnos hacia
la exaltación de la humanidad.
(*)Profesor y
Periodista