Decir que el liderazgo de Fidel Castro se pierde de vista no es un lugar común. Este hombre y compañero de la palabra y la acción fue referencia de primera línea en la segunda parte del siglo XX y en este que completa su primera década, millones de habitantes de este planeta lo asumen como fuente de aprendizaje y reflexión sobre el futuro del planeta en el cual vivimos.
Es más, si el imperialismo por intermedio de la CIA no pudo asesinarlo en más de trescientos intentos y que tantas veces anunciaron al mundo sobre su muerte, ahora sus directrices y portavoces han quedado perplejos con la elocuencia y vitalidad que demuestra en sus recién cumplidos 84 años. Fidel de manera insistente ha venido advirtiendo acerca del peligro de una guerra nuclear y sus tenebrosas consecuencias para todos sus habitantes. Más claro no se puede decir. Le ha hecho un contundente llamado al presidente norteamericano para evitarla a sabiendas que el resultado es una total destrucción de todo vestigio de vida. Bien equivocados pidiera estar el gobierno de ese país y de cualquier otro si piensan que estarán exentos de esta anunciada y posible catástrofe.
Ahora, desde esta patria Bolivariana, nos unimos a todas las voces del mundo que junto al líder de la Revolución Cubana se declaran en campaña para luchar contra el desarme nuclear, comenzando por los Estados Unidos que cuentan con el mayor y más peligroso arsenal. No podemos equivocarnos al creer que nosotros los venezolanos y demás países latinoamericanos o aquellos alejados de los centros en conflicto no vamos a sufrir las consecuencias de tal conflagración que extinguirá de inmediato toda forma de vida sobre el planeta, tal como lo advierte el compañero Fidel. Una guerra nuclear en estos momentos no va a discriminar a ningún ser vivo en cualquier lugar en donde se encuentre.
El pueblo cubano y su líder, como lo siguen demostrando, son fuentes de inagotable moral en la lucha por la paz. Ellos que desde el mismo momento de proclamar su victoriosa Revolución han sufrido el más criminal cerco y acoso impuestos por los gobiernos norteamericanos, a pesar de todas las resoluciones de la ONU para levantar el bloqueo, a lo cual EE. UU se niega. Ahora es el momento de multiplicar la voz de Fidel a favor del desarme nuclear como único camino para la convivencia planetaria en paz.
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