1. No sólo me rompieron parte del texto del
cartel a media semana sino que tres días después la gobernadora y la alcaldesa
del PRI o los del PAN apoyándose en la Presidencia de la República, mandaron
arrancarlo del gigantesco árbol-laurel de la Plaza Principal de Mérida donde ha
estado 16 años atado con candados. Hace apenas un mes renové de manera total el
bastidor con buena lámina y bonitas maderas. La realidad es que es un Cartel
inofensivo que sólo medio leen los turistas, los policías, los curiosos y los
morbosos. Pienso que hasta los perros se orinan en él. Tan poco importante es
que pensé que un gobernador le pondría adornos y luces para llamar la atención.
Pero son tan tontos los gobiernos que esta es la octava vez que lo arrancan de
su lugar y sólo por algunas protestas y la insistencia, sigue presente. ¿Qué
vamos a hacer con estos malditos gobiernos que por ignorancia e intereses no
soportan la menor crítica?
2. No me explico porque en un pequeño
estado, como el de Yucatán (millón 900 mil habitantes), que tiene escasa
importancia en la economía (subsidiado) y en la política mexicana (unos cuantos
diputados y senadores), que además es el más pacífico y con menos participación
de fuerzas de oposición, no puedan soportar un Cartel donde no se le menta la
madre a nadie, no se habla mal de las personas y sólo se dedica analizar lo que
cada semana sucede: desempleo, salarios miserables, corrupción institucional,
dominio de la clase política, la explotación contra los trabajadores, el
asesinato de líderes sociales, la complicidad Iglesia/Estado, las guerras
imperialistas y, cuando denuncia al PRI, PAN, PRD, no nombra a personas sino
sólo a la estructura social capitalista. A mí siempre me ha parecido un Cartel
decente; no podría hacerlo mejor ni tampoco silenciar lo que pasa ante nuestra
vista. Por ahora debe investigar.
pedroe@cablered.net.mx