Pues no es así, jamás voy
a sentir odio por estos insignes e ilustres ciudadanos del mundo, lo
que si voy a cuestionar, es la capacidad de cinismo que tienen
estos vecinos, miembros de la Unión Ruletea y la preponderancia que
siguen teniendo, sobre los habitantes de estas nuevas tierras como somos
los suramericanos, calificdos por ellos como sudacas.
Es el caso de las declaraciones
de esta españoleta de fina estampa y corazón partío, como dice su
compatriota y compañero del mismo camino y andanzas, alejandro Sanz.
En declaraciones dadas
por la doña, aparecidos en unos de los diarios de circulación regional
por estos paisajes de mi linda ciudad de Valencia la del Cabriales y
no la del rey como la califican algunos oligarcas, expuso lo siguiente
ante las autoridades españolas presidida por el Sr. Zapatero, el otro
empleado o vasallo del Rey.
Resulta y acontece que mi estimada
españoleta, Doña Trinidad Jiménez de la península ibérica y servidora
del Reino, como ministra de Asuntos Exteriores, se comprometió
a pedirle al gobierno de Venezuela, asi como se lee, ni siquiera osan
en decir República Bolivariana de Venezuela, todavía le tienen
miedo a todo lo que empiece por Bolivar, no vaya a ser que les hagamos
pegar una carrera, como la que pegaron el 24 de junio de 1821, en el
campo de Carabobo y que se extendió por América Latina, como anda
hoy su espada. Bueno, su excelencia la ministra levanta su queja
en nombre de su gobireno ante el Gobierno soberano de la República
Bolivariana, para exigir seguridad y respeto a la propiedad que hoy
gozan estos españoles, después que la mayoría salío de su país
por temor y represalias de los gobiernos que llevaron la riendas del
poder, bajo los mandos de sus reyes, como lo fue el caso de Sr. Francisco
Franco Bahamonde, dictador que tuvo el poder desde 1936 hasta 1975,
porque se murió, de otro modo, seguro estaría mandando, con la anuencia
de los honorables reyes de España.
Esta distinguida damisela de
la real estirpe española, se le olvida de cómo llegaron los primeros
españoles a estas tierras virgenes, limpias de toda mancha rebelde
de sacar como la propaganda del detergente. Algun@s seguirán
diciendo que sigo guardando un reconcomio hacia esta raza humana por
su ensañamiento contra nuestros ancestros y originarios, pero es que
cuando veo este tipo resoluciones que toman algunos gobiernos contra
los gobiernos de nuestra America, la india, la negra, la rebelde, la
sudaca, el indio se me sale y el negro se me alborota.
¿Con qué moral, estos integrantes
del mundo “desarrollado”, como se dicen estos miembros del club
la Unión Europea, van a exigirle a este gobierno libre y soberano que
les garantice a los ciudadanos españoles residentes y nacionalizados
como venezolanos, que se les garanticen sus derechos?. A
esta dama tenemos que decirle, que hasta los derechos de ella misma,
este gobierno se los garantiza.
No como ellos, que no se cansan
ni descansan de pisotear la dignidad de los venezolanos y los latinos
cada vez que les da la gana, desde l.492. Si se le olvidó la
historia, que revise los archivos de indias en el reino de España,
donde reposan documetnos, cartas, oficios y testimonios y vea
como se ultrajó y violó este continente. Así mismo los maltratos
que reciben los ciudadanos venezolanos y muchos latinoamericanos que
tienen que viajar a ese país. No hace poco nuestro embajador
en esa Repúbica sufrió los agravios, siendo una representación diplomática
ante ese país y la cantidad de confirmaciones, que tenemos los venezolanos
que levantar ante ese gobierno al pisar suelo español. Esa señora,
tiene que concoer y leer la Constitución de nuestra República Bolivariana
para que luego salga a dar declaración que caen en el vacío y no estar
dando pena ajena con afirmaciones como esa.
Venezuela se respeta, y no
nos da la gana ser una colonia ni de los gringos ni de ningun imperio
que se quiera imponer y como Venezuela, nuestra America mestiza, la
india, la negra, la brava, la rebelde, que no se somete ni se someterá
a las órdenes de extraños.
Por y para tener la patria
grande que soñaron nuestros libertadores.