Recuerdo aquella historia paralela
en Honduras cuando todo el destino se dirigía en secreto desde la base
militar gringa de Sotocano. Los militares son quienes más tarde o temprano
hablarán en nombre de la libertad, el ejército egipcio es el ejército
que mantuvo a Mubarak 30 años en el dominio de Egipto para favorecer
las políticas sionistas e imperiales, ¿es de fiar que hayan cambiado
por sortilegio y sean ciertamente ahora defensores del pueblo que tumbó
en las calles, con su furia, al ladrón que gobernaba entregado a los
designios del pentágono? No. ¡La respuesta es no! Ahora debe
comenzar la lucha. Se alcanzó una victoria importante y realmente la
pirámide social pareciera invertir las matemáticas de la dominación,
hay que mantener ahora ese poder popular y enfrentar un tiempo donde
desde el silencio Obama y la cúpula sionista, maniobrará en nombre
de la democracia y la libertad para colocar un nuevo títere.
Estados Unidos y el sionismo
no está dispuesto a permitir la unificación del pueblo árabe, otro
Irán destruiría su dominio sobre la riqueza petrolera y desestabilizaría
su poder sobre todo el medio oriente, sus más notables cerebros estarán
sobre los mapas diseñando lo que veremos suceder en los próximos días.
Igualmente las fuerzas del pueblo movilizadas por su .gran victoria
tienen la oportunidad abierta de cambiar el destino de la historia.
No es poca cosa lo que está en juego y las fuerzas de transformación
del planeta entero deben cumplir con la obligación de no dejarnos vencer
por las demoras, por las máscaras, por el teatro con el que se pretenderá
reimponer el control del poder.
No es un simple juego de guerra,
tampoco un cambio de marioneta. Es la fuerza incontenible de los tiempos
de revolución que soplan en todo nuestro planeta. La crisis expresada
en el poder de los explotados, la voz del humilde hecha fuerza incontenible
que con la movilización pacífica destroza estructuras de poder impensables
de derrumbar.
Los pueblos del mundo debemos
continuar alertas y en acción, esta fuerza de la paz convertida en
arma, de la multitud expresando la ira de la sumisión continuada no
es otra cosa que la explosión de la olla de presión que marca la
hora de cambios más poderosos en la relación de poderes a nivel mundial.
Es la hora de avanzar en multitud, de hablarnos, de tomar el máximo
de conciencia sobre lo que somos capaces de lograr cuando nos une un
sentimiento de revolución.
Es simplemente el final del
imperio capitalista y el florecer del nuevo orden socialista, es el
comienzo de la mutación social general, de la especie en su propio
contexto universal que debemos asumir para abrir la única puerta que
nos garantizará la vida.
70.000 Millones de dólares
es parte del botín de Mubarak, agreguemos el valor de las cosas que
ahora nos importan más que el dinero, el valor de lo robado en la explotación
del pueblo, del valor de las vidas sesgadas, el valor de la miseria
impuesta, de la ignorancia como bozal de dominio, el valor de lo que
su imperio lacayo le robó en felicidad a tantas y tantos. Millones
de billetes que no le permitieron comprar la sublevación de todas y
todos los que en este planeta hemos convocado la insurrección y el
castigo, el final y el comienzo de un nuevo camino. La victoria.
Comienza la lucha luego de
caída la masa inerte de la figura de poder. La pirámide tambalea sobre
las arenas de nuestros sueños de un nuevo mundo, hay que continuar
el avance, la lucha, la protesta, no son los militares quienes deben
ostentar el poder, es el pueblo egipcio, el pueblo árabe. Los pobres
y explotados por un capitalismo que fenece.
Adelante a vencer que ha caído la puerta que impedía el avance. La calle es el campo de batalla, en cualquier parte en donde se explote a un ser humano, en cualquier lugar donde el imperio pretenda eternizarse, allí debe llegar este fuego de cambios que alumbra la estepa con fulgores de esperanza.
brachoraul@gmail.com
¡Venceremos!!