Primero veamos la prueba
de que no existió avión alguno en la explosión ocurrida en el
Pentágono:
En el caso de lo ocurrido
en el Pentágono el 11S, después de analizar la fotografía que muestra
un orificio humeante de aproximadamente 1 metro de diámetro por 70
cm de fondo en el primer anillo de seguridad, hecho de concreto
armado especial, se concluye que ningún avión de pasajeros del mundo,
después de haberle caído tres pisos encima, podría producir un agujero
así, en un muro de concreto armado construido especialmente para dar
seguridad a edificios como el del Pentágono: se trataría, entonces,
de un auto-atentado terrorista… Si esto ocurrió en el Pentágono…
¿Qué habría sucedido en las torres?
En cuanto al terrorismo, existen tres tipos:
- El de Estado, como el practicado por la OTAN en Libia y los EU en Faluya (Irak).
- El “terrorismo” como respuesta a las invasiones, que no es tal sino una resistencia, como la que ejerció Francia cuando fue ocupada por los ejércitos alemanes, o la presentada por el pueblo afgano ante la invasión de los E.U. y la OTAN. Las comillas son para indicar que la palabra está siendo utilizada, deliberadamente, por los medios manipuladores, para satanizar a los árabes que han sido víctimas – por 40 generaciones – del colonialismo europeo, y ahora del neocolonialismo del eje E.U. / U.E., dados sus yacimientos de energía, como es el caso, más reciente, de Libia. Decimos Unión Europea, porque comoquiera que Inglaterra pertenece a la Unión Europea, o Francia, que acaba de mostrar las uñas sucias de Zarcosi, cuando cualquier país europeo decide participar en una agresión imperial, detrás va la OTAN o, lo que es peor, sus Fuerzas “Especiales” (léase probadores de armas, etc.). ¿Pueden justificarse, como es el caso de Libia, cinco mil incursiones aéreas contra un país por el sólo hecho de que su gobernante sea clasificado como un dictador? ¿Por qué no bombardearon a Chile, cuando mandaba el General Pinochet, de quien eran virtualmente aliados?
- El terrorismo por el terror mismo, como el de quienes matan a otros para desposeerlos de algo, asaltan para robar o aterrorizan sin causa alguna: obviamente, en el caso del Terrorismo de Estado siempre hay una causa, que en el Medio Oriente se relaciona con la energía y el posicionamiento estratégico de Occidente frente a China, la Unión Soviética y los países árabes emergentes.
Aunque el terrorismo de Estado, como en el caso de los ataques a Libia, es – potencialmente – para saquear energía, jamás podría compararse con el terrorismo “por el terror mismo”, dada su dimensión y su impacto en el colectivo social.
¿Qué le ha hecho Libia, para no hablar de Afganistán, a Europa para que los ataques superen, ya, las cinco mil incursiones aéreas? ¿Qué le han hecho al pueblo estadounidense?... Cinismo y doble rasero son las palabras que mejor encajan para calificar esta extraordinaria falta de ética reflejada en los medios virtuales y en los personeros del fatídico dúo E.U. / U.E.
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