Regresemos a Rodríguez Zapatero. Nos que conocemos algo de la política española porque la hemos vivido y convivido, nos asombramos con las primeras frases del discurso del Califa de Cadiz pero sin lágrimas cuando expresó que no va a llamar a elecciones porque “…el Gobierno debe culminar las reformas imprescindibles que necesita España…”; en frases nuestras: “…vamos a tranquilizar a los mercados financieros de la Comunidad Europea y a doña Angela Merkel porque de este ´camino´ que hemos acordado con Rajoy y las derechas europeas nadie nos va a sacar…” En ese contexto, cabe preguntarnos: ¿La dirigencia y los cuadros del PSOE permitirán la “masacre de Espartaco” que va dirigida a la reconstrucción del sistema capitalista y el regreso de la “Santa Inquisición”? Permítasenos referir a José Vicente Rangel en su columna “ElEspejo” de los días lunes en “Últimas Noticias” titulada: “A sangre fría” (lunes, 23 de mayo, 2011. Pag. 24 El País) donde nos “sacude fuertemente” cuando refiere y describe las políticas de torturas realizadas por Washington bajo la excusa de la “seguridad nacional” terminando haciéndonos y proponiéndonos preguntas que obligan a la reflexión y respuestas al más alto nivel de nuestros gobiernos progresistas. Hemos propuesto este apartado referido que agregado a la referencia a la “Santa Inquisición” y al martirio de San Lorenzo cuando se perseguía a los cristianos de base conjuntamente con aquel escrito de Umberto Eco sobre lo Medieval para resaltar que, en acuerdo con JVR, pareciera que estamos retrotrayéndonos a “tiempos pasados” pero siempre útiles para aquellos sectores sociales y sus políticos que, definitivamente, no quieren ni siquiera oír de la posibilidad de un objetivo progreso socio-económico horizontal para cualquier sociedad sin distingos alguno de cuál sea ella ni de la región geográfica a la cuál pertenezca.
Ahora nos trasladamos a la calle Génova, sede del Partido Popular Español, en Madrid. Los adherentes, partidarios, los tránsfugas, los resentidos y los franquistas se congregaron “como todo hijo de vecino de la Villa” ante las puertas de la sede referida; al tiempo y como siempre, en las puertas de la sede del PSOE en la calle Ferraz no había una “bendita alma” que “rezara por el defenestrado”. Algo que es lo normal de y en toda democracia sea ésta la representativa y/o la participativa. Durante todo el proceso informativo transmitido por televisión oficial española –Tve- cual seguimos con alto interés se pudieron captar las lógicas emociones de los ganadores y de los perdedores; pero algo nos llamó poderosamente la atención cuando don Mariano Rajoy salió al “balcón de las oligarquías” a congratular y compartir sus emociones, muy gallegas ellas, con sus adeptos presentes. Decimos que algo nos llamó la atención porque en un momento preciso “la masa popular-populista” comenzó a pedir la inhabilitación del partido vasco con el nombre de BILDU, partido vasco al que consideran “malo-maluco y terrorista” a pesar que dicho partido político del País Vasco se ha consagrado como la segunda fuerza política democrática de aquel país del norte del Reino de España. La curiosidad-extrañeza en nos, radica en que don Mariano Rajoy, por el lógico respeto a la Democracia en su concepto más amplio y aceptado, es decir, en democracia representativa y en Democracia Participativa, calló como aquel que dijo “…ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor…”, es decir, ¡de acuerdo, mis falangistas!; es decir, que las evidentes tendencias fascistas dentro del Partido Popular Español, inclusivamente, al más alto nivel de su dirigencia política han expresado su “profundo desacuerdo” con la presencia en las llamadas elecciones democráticas de España del partido vasco BILDU desconociendo así las voluntades y participaciones de un muy alto número de votantes-ciudadanos vascos y algunos no tan vascos.
Ambos dirigentes, don José Luis Rodríguez Zapatero y don Mariano Rajoy, han expresado su acuerdo a que hay que continuar con las “…reformas imprescindibles…” como lo expresara el primero y callara, en gesto zamarro, el segundo pero hay una pequeña diferencia en esas actitudes y quereres. Rodríguez Zapatero en sus primeras declaraciones buscó tranquilizar a los ¡capitales inquietos! Pero, al tiempo, buscó jugar con el debacle que el PSOE sufrió en estas elecciones, es decir, se “subió a la cruz, por España”. La lógica comunitaria europea nos dice que cuando un gobierno se le vota como la votación expresada por aquellos que votaron en estas elecciones españolas siempre, está bien, casi siempre, renuncia en pleno, primero el Gabinete para su recomposición total al tiempo que el Presidente llama a elecciones anticipadas, es decir, a la “italianización” de la política del país afectado que es, en última instancia, a lo que ha estado jugando desde hace ya algunos años el Partido Popular Español como buen partido demócrata-cristiano europeo. En ese contexto, la señora Angela Merkel como buen cuadro democristiano alemán había aprovechado para darle lecciones de buena conducción de la economía y como dirigir la “masa laboral” española a Rodríguez Zapatero “el bueno” quien ha seguido las lecciones recibidas “al pie de la letra” provocando, como diría en el día de ayer, Hugo Rafael Chávez Frías, un desempleo de 5 millones de “paraos”. En ese marco, cabe la inquietud: ¿debe Zapatero llamar a elecciones anticipadas como se lo están pidiendo los votantes del PP? Al tiempo que inquietarnos cuando nos asalta la duda de ¿cómo actuarán los sindicatos españoles en el corto y mediano plazo ante la realidad laboral española y los resultados electorales que los afectarán en cuanto a la continuidad de la implementación de las políticas económicas y sociales de las derechas comunitarias europeas? Ya el Presidente del Banco Central de España ha declarado que hay que realizar la reforma laboral similar y quizás más profunda que la que se implementó en nuestra Patria, Venezuela, por aquel que se regodeaba en los Champs-Elysées en su mercedes benz negro.
Analicemos. ¿Cuál es
el escenario probable? En primer lugar, los participantes en el Mayo-15,
es decir, la sociedad que ha ocupado las principales plazas de las más
importantes ciudades de España como, por ejemplo, la Plaza de Sol en
Madrid, que han decidido en Asamblea Popular desmontar, paulatinamente,
el tinglado e irse a las plazas de los barrios y pequeños pueblos.
En segundo lugar, con el triunfo de vascos y catalanes en las instituciones
gubernamentales de sus respectivas comunidades, el Gobierno Central
en La Moncloa en Madrid se debilita institucionalmente por las realidades
objetivas actuales y las que se desarrollarán a futuro. En tercer lugar,
el franquismo-católico del Partido Popular Español conjuntamente con
don José María Aznar se ha consolidado en Madrid, Valencia y Murcia
y ha conquistado la Región Central de la península, en Castilla-La
Mancha. En cuarto lugar, don Mariano Rajoy como buen gallego tiene dos
alternativas: la primera dejar que Zapatero y el PSOE continúe en La
Moncloa gobernando y aplicando las políticas de “…reformas imprescindible
que necesita España…” para evitar tenerlas en su programa de Gobierno;
y, en segundo término, lograr aquella aspiración de Luis Herrera Campins
cuando dijo aquello de los adecos, es decir, contra más desgastado
salga Zapatero y el PSOE de La Moncloa más tiempo permanecerá don
Mariano Rajoy y el PP en La Moncloa. La pregunta: ¿en qué se parecen
Rajoy y Juan Manuel?