Roger Noriega, Patricia Poleo y otros voceros Sionistas-Norte Americanos, incluyendo senadores y personajes de alta posición gubernamental, han venido realizando una serie de agresiones y acusaciones continuas contra el proceso revolucionario venezolano, tratando de vincularlo con organizaciones terroristas de carácter militar, incluso satanizando las relaciones del gobierno bolivariano con gobiernos amigos como Irán, Siria y Cuba, y colocando en la opinión publica dudas sobre las relaciones con China y Rusia.
Esta campaña negativa de desprestigio refleja tres objetivos estratégicos orquestados por fracciones de la ultraderecha internacional, el gobierno de los Estados Unidos a través de los neoconservadores y el lobby sionista que dominan la política norteamericana hacía las dos regiones petroleras del medio oriente y el golfo pérsico:
Uno: Contrarrestar las políticas del proceso revolucionario en los escenarios internacionales, que se han venido fortaleciendo con los países considerados como socios naturales en materia política e ideológica, y en especial a lo referente al ámbito petrolero-económico e integración, con Medio Oriente, golfo pérsico y América Latina. Esta operación occidental (que incluye la unión europea) de desprestigio se enmarca en un plan impulsado desde el 2003 por la administración de George. W. Bush, con la finalidad de aislar a la República Bolivariana de Venezuela de los escenarios y ejes petroleros mundiales, tras el fracaso Imperialista-Occidental en Irak y Afganistán.
Dos: Criminalizar a los movimientos de liberación y de resistencia de América Latina y de los pueblos árabes, como organizaciones terroristas, cómo lo han venido haciendo personajes de dudosa personalidad entre ellos (vuelvo a citar): Patricia Poleo, Patrick Meehan, Mario Vargas Llosa, Otto Reich, Alejandro Aguirre, Roger Noriega, Álvaro Uribe Vélez, Peter Hakim, Carlos Alberto Montaner, Roberto Micheletti, Alejandro Peña Esclusa (preso en Venezuela por actos terroristas), Ileana Rose Lehtinen, José María Aznar, Connie Mack, Jorge Quiroga, Connie Mack, todos perteneciente a la política ultraderechista internacional, y que son financiados para crear laboratorios mediáticos y planes golpistas por instituciones como la USAID, el FLD filial del think thank, las Fundaciones ATLAS y FAES, la CIA, el Mosad, la RELIAL, grupos financieros judíos, a los que habría que sumarle a gran parte de la oligarquía venezolana, a los golpistas y autoexiliados en varios países de América, quienes en reiteradas oportunidades han señalado que Venezuela tiene vínculos con Hezbollah, Al – Fatah, Hamas, adhiriéndoles el calificativo terrorista, cuando estos Movimientos antes mencionados son de Liberación y de Resistencia contra la Ocupación y dominación Sionista-Israelí e Imperialista.
El uso de estos calificativos se encadena en una campaña mediática incriminatorias contra Organizaciones con las cuales simpatizan centenares o quizás miles de millones de seres humanos en el mundo, esto lo ha demostrado los propios pueblos europeos que en reiteradas ocasiones han salido a repudiar la asesina agresión e invasión de Estados Unidos contra Irak y Afganistán o los reiterados ataques militares de Israel contra el pueblo civil de Gaza – Palestina. ¿Por qué –estos personajes- no acusan a los pueblos y gobiernos de Francia y gran Bretaña de terroristas? La ONU, la liga árabe, la Unión Europea, la OEA y otros organismos internacionales son cómplices de estas arbitrariedades que llevan a cabo los países militares “aliados”, con otros países que tienen su propio modus de vida milenaria.
La campaña de descrédito contra los grupos de resistencia del mundo con el objetivo de aislarlos, restarles credibilidad y apoyo popular con el cual gozan en la actualidad estos movimientos, para luego hacer ver a la opinión publica internacional, que los países que se relacionan con estos grupos de resistencia, apoyan el terrorismo, caso de Irán que apoya a los partidos políticos armados y de resistencia como Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza – Palestina. Cabe destacar que el Partido Político de Resistencia Hezbollah -en la actualidad- tiene una importante bancada parlamentaria, representado en el gobierno libanés con 5 ministros y más del 60 % de alcaldes electos popularmente por el pueblo de la República Libanesa. Asimismo el partido de resistencia armado de Palestina – Hamas, cuenta con la Mayoría de los escaños del parlamento palestino.
Tres: buscar crear matrices en la opinión publica señalando a funcionarios del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de tener vínculos con organizaciones terroristas, para presionar al gobierno y de esta manera aislarlos e eliminar todo tipo de obstáculo que pudieran estar -estos supuestos- causando daños a sus intereses. Por ello es la sistemática campaña interna y externa contra el actual Ministro del Poder Popular de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, quien ha venido dando importantes golpes contra el Narcotráfico y la delincuencia organizada. Asimismo ha venido humanizando los recintos carcelarios con planes de reinserción social, nunca antes visto en Venezuela. ¿Será la razón por la cual el imperio norteamericano acusa al ministro Tareck de tener vínculos con organizaciones terroristas? O ¿Será por la xenofobia que tienen algunos opinadores sin oficio contra la comunidad árabe internacional?.
La misma campaña de descalificación que se realizó con Ramón Rodríguez Chacín, en algún momento, también se viene realizando contra Ghazi Nassereddine desde el año 2008, cuando el departamento del tesoro estadounidense decretó un embargo sobre sus bienes, incluyéndolo –además- en una de las listas negras de personas que apoyan al terrorismo.
¿Cuál sería la razón?. Es bueno realizar la siguiente aclaratoria: Ghazi Nassereddine, venezolano de origen árabe, es un revolucionario anti-sionista y antiimperialista, apegado a la lucha incondicional y sin fronteras contra el capitalismo y las injusticias en el mundo. Nassereddine ha realizado una serie de labores políticas y sociales a favor de los intereses del proceso revolucionario, que automáticamente atentan contra los intereses e intenciones de dominación imperialista-sionista. Desde el inicio del proceso revolucionario ha trabajado con las organizaciones populares de los barrios venezolanos. Actualmente cumple funciones diplomáticas como Ministro Consejero en la Embajada de Venezuela en la República Árabe Siria.
Desde su llegada en el año 2005 a ese país, las relaciones de 40 años entre Venezuela y Siria, se fortalecieron y se consolidaron, a través de la concreción de una serie de acuerdos en él ámbito político, cultural, económico y social. Ghazi Nassereddine se considera de la corriente política-radical del proceso revolucionario, es partidario de la idea de organizar y formar al pueblo militarmente para repelar cualquier agresión Imperialista. Fiel al Liderazgo de Hugo Chávez. Fue miembro del MVR y actual militante del PSUV. Referente a las acusaciones que señalan a Ghazi Nesserddine de dirigir células del Hezbollah en América Latina, es sólo la búsqueda por parte de Roger Noriega y Patricia Poleo, de un chivo expiatorio para acusar al gobierno revolucionario bolivariano de relaciones con movimientos terroristas (soslayando –una vez más- que Hezbollah y Hamas son grupos políticos armados de resistencia y no terroristas como lo quieren hacer entender a la opinión publica internacional).
A Ghazi Nassereddine le “gusta luchar contra Estados Unidos e Israel en Castellano”. Estos son tres de los principales objetivos sucios que buscan crear una matriz de información para debilitar a la revolución bolivariana y de esta manera calar en los organismos internacionales para sancionar a Venezuela. El imperialismo y los sionistas dueños de las grandes corporaciones trasnacionales de los medios de comunicación, de las entidades financieras y con influencias desmedidas sobre los organismos internacionales, pareciera, que su único objetivo, es sembrar de miseria y acabar con el mundo, pero antes tendrán que librar la gran batalla con los movimientos populares que crecen a diario en todas las regiones del planeta.
Damasco, Siria.
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