“Your country does not need you”. Asombran las decisiones del Presidente de los EEUU de América con relación a la “nueva doctrina Obama” (José Vicente Rangel dixit, –JVR-). En una decisión ejecutiva y de Estado, la Casa Blanca, en su Oval Office, decide trasladarse al Pentágono para informarle a sus aliados comunitarios europeos que la “nueva geopolítica” de los “Padres Fundadores”, en premonición de El Libertador, Simón Bolívar, de este año -2012-, en adelante, en tiempos actuales y futuros, se trasladará y se está trasladando a la gran región del Asia y el Pacífico decidiendo “mover” unos 7 mil miembros componentes del “ejército yanqui” desde Alemania hasta la nueva-futura base militar en Australia ubicada frente a las costas de Timor Oriental, unas millas más o menos; para los geógrafos cultos: cuidando el estrecho de aguas profundas que delimitan las costas australianas y timorianas que son tránsito obligado de los submarinos nucleares de cualesquier país de esos que dicen tener “perfect and good democracy”. Nos vemos casi obligados a recordarles a los expertos de los Estudios Internacionales que Australia, como un número importante de islas caribeñas orientales, pertenecen a la Commonwealth, cuya colegiatura no promociona ni expone nada de “prosperidad común” con los hermanos caribeños; si estamos equivocados que nos corrijan los expertos de los “think tanks” británicos.
Regresemos al “elegido”. Algo ha debido pasar para que el “camarita jaguayano” haya decidido irse al Pentágono a informarle a la “comunidad internacional”, sin su Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, la señora defensora de Tel Aviv, que de ahora en adelante la Política Exterior de los EEUU de América estará conjugada, primordialmente, con y por la Secretaria de Defensa y el Pentágono dejando a la Secretaría de Estado exponer las lecciones sobre la “perfect and good democracy”; es decir, las contradicciones a lo interno del gabinete de Barack Obama están en su máxima expresión sí nos recordamos aquella primera declaración del Secretario de Defensa sobre su oposición a los planes israelitas de bombardear las instalaciones nucleares de Irán aunque, por televisión yanqui, posteriormente, se retractó y aún sigue en esa nota justificativa.
Barack Obama lo tiene claro, para quedarse como huésped de la Casa Blanca hay que “casarse” con el Poder (Müller Rojas), con la industria militar, con la “derecha halconiana” y con el estamento militar, es decir, la Secretaría de Defensa y el Pentágono. Ese cuadre con “los halcones” lo podríamos considerar como un alejamiento de las “normales tesis” que han marcado al Partido Demócrata estadounidense en su historial político; pero debemos precisar que los tiempos históricos actuales son diferentes a aquellos que “enamoraron” a los “rosados venezolanos” (nos referimos a los “adecos” que no son ni blancos, ni verdes, ni rojos sino capitalistas “enmochilados” y, en fechas recientes, neoliberales sino que le pregunten a Zapatero y a los de acá). La historia contemporánea, si es que se sigue definiendo la Historia como contemporánea, desde que Deng Xiaoping impuso a lo interno de la estructura del Partido Comunista Chino, sus tesis de “geopolítica de bajo perfil” o como se ha denominado internacionalmente por los sinólogos: “soft power”, imponiendo la “apertura e inversión extrajera” en zonas económicas especiales –ZEE- como “núcleos experimentales” ante aquellas realidades del Estado chino tanto en su estructura como en su super-estructura; en ese contexto objetivo, la economía mundial en su sistema capitalista venía imponiendo la globalización en modelos económicos basados en “economía de exportación” (Tigres Asiáticos) sustentados en “mano de obra cuasi esclava y/o muy barata” y subsidios nacionales a las industrias dedicadas a la exportación de bienes de consumo masivo y/o semi-elaborados al mayor mercado de consumo de aquella economía globalizada y con destinos a sus colaterales en kowtow. Deng Xiaoping, sencillamente, montó a China en ese “tren en vías de descarrilarse” pero con condiciones inteligentemente impuestas a las inversiones llegadas a China desde nuestro vecino del norte y los imperios en decadencia comunitarios. El desarrollo de aquellas relaciones buscaban el “mutuo beneficio”, aparentemente, donde cada cual estaba concentrado en sus propios objetivos de política interna y geopolítica internacional; es decir, China buscaba alcanzar el desarrollo de su estructura, primariamente, y los EEUU de América tratando de, basándose en el desarrollo de aquella estructura en China, ir imponiendo los paradigmas de la super-estructura del sistema capitalista estadounidense en globalización ideológica en la mencionada super-estructura del “país del centro”, es decir, “pintarla de colores”.
No sería necesario desarrollar el proceso de los últimos 30 años sobre la praxis en China de aquella política impuesta por Deng Xiaoping y las consecuencias de las mismas para el Poder (Müller Rojas) que dicha praxis ha venido ocasionando e impactando, objetivamente, en las realidades estadounidenses tanto a lo interno de dicha sociedad estadounidense como en las estructuras de Wall Street y la adquisición de bonos del tesoro estadounidense, para desglosar las reales razones expuestas en los contenidos de la “nueva doctrina Obama” (JVR) cuando leemos la “letra pequeña” y/o el entrelineado del texto propuesto en el Pentágono por Barack Obama. Es decir, la globalización, la economía de exportación, las asimetrías en el comercio bilateral sino-estadounidense, el desarrollo tecnológico chino, la profunda reingeniería de sector militar chino, las contradicciones que están ocasionándose en el mercado internacional de las materias primas y los alimentos, las fuertes inversiones chinas en los países emergentes de América Latina y África están alcanzando niveles graves e importantes de contradicciones en las relaciones bilaterales sino-estadounidenses; contradicciones muy importantes si, en un rápido mirar a la Historia del Imperialismo, captamos las evoluciones por contradicciones internas de aquellos llamados imperios que han circulado en la civilización judeo-cristiana; con ello no estamos aseverando que el Imperio estadounidense esté en “fase terminal” sino que el “imperialismo estadounidense” ha entrado en su propia contradicción en praxis cotidiana quizás por el propio desarrollo en negatividad del neoliberalismo en globalización con sólidos e importantes efectos en el sistema capitalista; a y como consecuencia de y por ello, el Poder (Müller Rojas) se ha visto en la imperiosa necesidad de “estallar la burbuja” de la “crisis neoliberal” desarrollando las realidades en caos (“…el caos nos ayuda a analizar sistemas inestables al mejorar nuestras capacidades para describirlos, entenderlos e incluso preverlos…” Smith, Leonard. Caos: una breve introducción. Madrid, 2011. Alianza Editorial, pág. 18)) para poder alcanzar la reingeniería necesaria y obligante del sistema capitalista actual con, quizás, nuevos paradigmas. Pero las contradicciones a lo interno de los países capitalistas con sus “democracias representativas” son profundas y graves que, basándonos en lecciones históricas, nos podrían llevar a conocer, de nuevo, gobiernos como los que se expresaron en las Europas en la entre-guerras. ¿Por qué lo expresamos? ¿Por qué es necesario en obligación el traslado de la geopolítica y la geoestrategia estadounidense desde la Comunidad Europea a toda la Región de Asia y el Pacífico? ¿Considera el Poder (Müller Rojas) estadounidense que son tiempos de divorcio de sus tradicionales “pares” visto las propias incapacidades y contradicciones ideológicas (léase: Merkel y Sarkozy) comunitarias, además, con economías débiles como son las mediterráneas y la expansión del islamismo por el Mediterráneo como conocimos con el “caso Libia”? ¿Por qué China y no Rusia? ¿Qué significa el acercamiento a la India por parte de Barack Obama y, también, a Indonesia? Tratemos un solo ejemplo: el petróleo.
El Imperio tiene “pies de barro” en cuanto a energía se refiere. Ello significa una objetiva dependencia con los mercados suplidores de crudo; como, también, significa que las reservas internacionales están en permanente disminución exceptuando en el conocimiento internacional del aumento de dichas reservas de crudo y gas en Venezuela. En ese orden, debemos tener presente las reservas de crudo y gas en existencia y por descubrir en Rusia. Debemos tener presente la agresiva política de desarrollo de la infraestructura rusa para el transporte de crudo y gas a mercados necesitados. Debemos tener presente que los oleoductos y gasoductos que transportan crudo y gas rusos están dirigidos, fundamentalmente, a Alemania para su distribución al resto de la Comunidad Europea y a China, península de Corea, Japón, Taiwan extensible al resto del Sudeste Asiático. Debemos tener presente las asimetrías reales de las economías estadounidenses y la china. Debemos tener presente los costos de transporte de crudo, a nivel internacional, al mercado estadounidense. Debemos tener presente que si la economía internacional se estabiliza, las economías que crecerán con índices –PIB- importantes serán aquellas que tengan acceso al crudo y gas, necesarios, y, a la mano de obra, relativamente, competitiva. Al desarrollar inestabilidades, podría significar la reconstrucción del mundo (si algo queda de nuestro planeta como lo vaticina el Comandante Fidel Castro).
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