Alquimia Política

El reto de gobernar: Planificar

Tengo que serles sincero a mis lectores: he sido siempre mal entendido. Quizás porque no he aprendido a minimizar el carácter académico de mi lenguaje, o quizás porque existo en un tiempo que, tal como le ocurriera al filósofo alemán del siglo XIX, Friedrich Nietzsche (1844-1900), es ajeno a mí. No piensen que trato de dar a entender que estoy por encima de este tiempo, quizás estoy muy atrás, pero lo que definitivamente es cierto es que mis ideas las siento tan claras y urgentes en esta realidad histórica que me preocupa apreciar el letargo conque son asimiladas por quienes tienen la responsabilidad de transformar la sociedad. He sido subestimado y eso ya dejó de ser un cuadro clínico para mí, ha pasado a ser una condición de vida. Pero de algo si les puedo asegurar, a diferencia de muchos que se hacen llamar políticos, benefactores, salvadores; soy un hombre que camina por ahí que no tiene un ápice de envidia ni vivo buscando riquezas materiales: ¿qué lástima me da los que me excluyen sólo por el hecho de no ser “guisador” ni corrupto? Lo bueno es que mis hijos, al sobrevivirme, heredaran dignidad y una inmensa biblioteca. Ahora bien, no perdamos el rumbo, hoy les escribo a esos tomadores de decisiones que me excluyen y no se toman el tiempo en pensar lo que yo pienso para que su gestión de Gobierno tenga el éxito que todos esperamos en revolución: la igualdad, fraternidad y solidaridad. Por ello, el tema a ahondar es la planificación como reto y estrategia para conquistar el buen vivir y por ende la prosperidad, la cual no es otra cosa que el “bien común”. 

     Planificar es aproximarse al futuro estando en el presente, para configurar modelos o escenarios a la medida de  nuestras ideas.  Existen autores que poseen diferentes puntos de vista sobre este tema,  cada uno tiene una forma distinta de definir la planificación, incluso, algunos la ven como una ciencia, otros como un proceso administrativo, pero analizando los diferentes puntos de vista, podremos construir nuestro propio concepto de planificación.

     Taylor, por su parte, define la planificación como: “Uno de los elementos de la administración científica es la “conveniencia de un departamento de planificación o de  preparación del trabajo”. Dos de sus conclusiones son: “armonía, no discordia” y cooperación, no individualismo”. “Llegara la época en que todas las grandes obras serán hechas por este tipo de cooperación, en la cual cada hombre ejecuta la función para la que se encuentra más capacitado, conserva su propia individualidad y sobresale en esa función, y todo ello sin perder nada de su originalidad y de su propia iniciativa, y,  sin embargo, controlando y trabajando armoniosamente con muchos otros hombres”.

     Fayol por su parte, la define como: “una función destinada a “prever, organizar, mandar, coordinar y controlar” y dice que prever es “escrutar el porvenir y confeccionar el programa de acción”. Al mismo tiempo, Friedmann opina: “En resumen el componente ideológico de la planificación dependía en su imagen como un instrumento eficaz, que en manos de economistas y tecnócratas hábiles, conducían a la realización de las aspiraciones nacionales”. Por otra parte, para Ahumada: “La planificación es ética y políticamente neutra. No es en sí buena ni mala. Se puede planificar para la justicia como para la injusticia, para la virtud como para el vicio. Es políticamente neutra, en el sentido que no exige ni mayor concentración ni mayor dispersión de decisiones”. Todos estos puntos de vista, de autores destacados, nos permite crear un concepto de planificación en un ámbito administrativo, enmarcándonos dentro de las instituciones venezolanas, llegando a definir la planificación institucional como:  “El proceso que permite expresar las decisiones políticas en objetivos institucionales en el corto, mediano y largo plazo. Esa Planificación institucional debe corresponder a los Planes de Desarrollo de la Nación  y expresar los “productos finales o terminales(Bienes y Servicios Finales) que realiza la entidad pública mediante sus programas institucionales”, los mismos que deben ser compatibles con los Planes de Desarrollo. Dentro del proceso administrativo, podemos decir, que planificar, consiste en sistematizar previamente objetivos, estrategias y políticas en planes y programas de acción. Los objetivos son fines que se quieren alcanzar y las políticas, el marco referencial que se fija para ayudar en la toma de decisiones.

     Por otro lado, organizar, es otro de los conceptos que vemos ligados comúnmente a la planificación y se refiere a la obtención de recursos y a la estructura organizativo-funcional de la institución. Estructurar es determinar las unidades administrativas que componen una unidad mayor, las funciones que cumplen cada unidad, y las responsabilidades y autoridad que se otorga. En Venezuela, podemos hablar de planificación, como tal, es a partir de época reciente, puesto que se hicieron muchos intentos a través de los años pero todos resultaron con poco éxito y no lograron involucrar a los diferentes actores sociales de la nación.  A lo largo de esos intentos, las organizaciones venezolanas, fueron evolucionando y adaptándose a los cambios que se hacían inminentes para llegar así a definir lo que conocemos como proceso evolutivo de las organizaciones venezolanas, el cual pasa por cuatro etapas, en cada una de ellas las organizaciones presentaban ciertas características que las diferenciaban y definían su evolución hacia una nueva etapa.

      Para la primera etapa,  la organización se basa en un modelo instrumental que considera al trabajador como una pieza más de su estructura, esta etapa, llamada por algunos autores, tradicional, se vincula con las ideas de organización propuestas por Taylor y Fayol. Ellos tienen como referencia el cambio que le imprime a la sociedad la revolución industrial. Era necesario diseñar nuevas formas de elaboración para obtener  mayor producción y satisfacer las demandas crecientes de bienes y servicios.  Y las características de las organizaciones de esta etapa son : poseen un concepto formalista de la organización, un concepto mecanicista del trabajador, un concepto de la división del trabajo y el concepto ampliado del Homo Economicus, que no es más que aquel individuo que trabaja por una remuneración, más que por cualquier otra cosa.

     Luego, para la segunda etapa, que se da a partir de la segunda década del siglo XX se inicia una nueva concepción en el campo de la administración. Los científicos sociales reafirman que el elemento humano es el elemento más importante de la organización. Es aquí donde surge la denominada escuela de relaciones humanas cuyo sistema de valores se centra en armonizar el liderazgo, la comunicación y la motivación. Las organizaciones de la época poseían una  característica fundamental, y era la  convicción de que las instituciones  no crecían mas allá de las aspiraciones del hombre que actuaba dentro de ellas, al mismo tiempo, tiende a desaparecer el hombre máquina para dar paso a un individuo con motivaciones complejas y diferenciadas, socialmente integrado, capaz de reflexionar y participar activamente en las decisiones del grupo. Es decir, capaz de contribuir con los procesos de planificación.

     Después de la segunda guerra mundial, podemos decir que surge la tercera etapa dentro de la evolución de la organización venezolana, y en esta,  las instituciones son el elemento fundamental para la recuperación económica y moral de la sociedad. De aquí nace la idea de darle mayor impulso a la organización, observándola como un sistema. Es lo que hoy se llama “Enfoque de Sistema” o “Teoría de la Organización”. En esta etapa, la organización es un sistema de actividades similar en cualquier contexto, el sistema funciona mediante la incorporación de insumos al proceso y la salida de bienes y servicios, como resultado de la operación organizacional de transformación, las decisiones se desarrollan siguiendo una racionalidad aprehensible, el hombre tiene una escala de valores que debe interpretar en cada situación, se trabaja con modelos simplificadores que insumen todas las alternativas, el comportamiento de la organización resultara de las decisiones que se adopten basadas en el sistema planificador.

     Las etapas anteriores se caracterizan por los cambios ocurridos en la forma del trabajo, en la relación del individuo con la organización o en la sistematización de los procesos. En cambio, en la cuarta  etapa, los cambios no se producen en la organización sino fuera de ella, pero la determinan.  Y las principales características de la organizaciones de esta parte de la evolución organizativa venezolana son, la revalorización de los entornos, la renovación del sentido humano dentro de la empresa, la relevancia del conocimiento, la administración estratégica y el diálogo y negociación. Si bien es cierto que lo expresado es un acercamiento histórico-conceptual a la planificación, no es menos cierto que nuestros gerentes públicos no saben de esto y si adolecen del inicio, por supuesto el final (lo operativo de la planificación) tenderá a fracasar.

azocarramon1968@gmail.com



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Ramón E. Azócar

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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