El “Rey de la Propaganda Negra” o el “Nuevo Goebbels del nazismo moderno”, como llamó el periodista mexicano Ramón Betancour* a este sujeto, quien frente a la siguiente reflexión que le hizo el 27 de agosto de 2011 la periodista María Jimena Duzán, como preámbulo a una entrevista para la Revista Semana de Bogotá: “Le confieso que usted siempre me ha parecido un personaje oscuro. Su fama de ser el rey de la propaganda negra lo precede”, le respondió lo siguiente: “Te voy a decir dos razones que explican por qué tengo esa fama. La primera es una mezcla de competencia desleal. Estoy convencido de que los primeros en ayudar a construirme esa mala fama fueron mis propios colegas”, a lo que la Duzán le ripostó: O sea que usted fue víctima de su propio invento…(?)
Efectivamente, este llamado gurú de la política sucia ha sido contratado por los factores más recalcitrantes de le derecha venezolana para ver si logran sacar de abajo la candidatura de Capriles, la que, según todas las encuestas, sin excepción, apuntan a que el Comandante Hugo Chávez le lleva una ventaja que oscila entre el 25% y 35% y tómese nota de que cada semana que transcurre se amplía más esa diferencia. De manera que vemos como bien cuesta arriba que este personaje logre sacar del foso al “Rarosqui”, pues -debemos recordarle a los lectores- que su contendor, nada menos que el barinés, lo dejó como “parajito en grama” en el referéndum del 2004, oportunidad esa en que le sacó una ventaja a quienes apostaban a su salida del 20% (60% frente a 40%), a raíz de lo cual decidió abandonar el país con sus brebajes y se puso a ofrecer los servicios en el extranjero, donde consiguió en Colombia que el partido de la U de Uribe ganara y que Porfirio Lobo hiciera lo propio en Honduras. Sobre esos “triunfos” de J.J. vale recordar que en el caso de Colombia quien lo ayudó a ese triunfo fue el paramilitarismo que logró, sobre la base del mayor terror, que aumentara la abstención e igual sucedió en el país Centroamericano, donde se realizaron elecciones bajo un gobierno títere de Washington, pero en sus últimos compromisos, adquiridos recientemente, apenas el pasado año de 2011, en la misma Colombia, así como en el Perú y en la Argentina, salió con las tablas en la cabeza y veamos el desempeño que tuvo en esos lugares:
1) Para la Alcaldía de Bogotá asesoró al candidato Enrique Peñaloza frente al opositor Gustavo Petro y su pupilo perdió por amplia diferencia. Petro ganó con el 32,16% y Peñaloza sacó el 24,93%;
2) Para la Alcaldía de Medellín le sucedió lo mismo. Su candidato Luis Pérez Gutiérrez fue el perdedor con Aníbal Gaviria por una diferencia de 5,4%. El ganador sacó 238.970 votos y Pérez 221.708;
3) En el Perú sufrió otra trastada, su candidato Luis Castañeda Lossio apenas sacó en las elecciones presidenciales el 8,65%, quedando de quinto lugar y,
4) Para cerrar estos últimos “registros” de su carrera de artimañas y mentiras en la política Latinoamericana, veamos su peor desempeño en las primarias de Argentina con la derrota aplastante que sufrió su candidato Ricardo Alfonsín (h), frente Cristina Kirchner al quedar de segundo con una diferencia enorme del 37% y el obtuvo, apenas el 13,14%. Vale agregar que en las presidenciales, realizadas pocas semanas después, Cristina sacó el 54%...
¡Como lo ven, a este brujo de J.J. como que se le resquebrajó la bola de cristal hace rato…!
Pero es que no se trata de eso, sino simple y llanamente que los pueblos de este Continente y del mundo todo, llámeseles “pata en el suelo, lumpen, hordas o borrachitos con una carterita de ron o de vino en el bolsillo, etcétera, etcétera”, han despertado ya y no están dispuestos a aceptar engaños ni patrañas de ninguna naturaleza…
Esta es la realidad que la derecha se niega reconocer…
oliverr@cantv.net