El 27 de abril de 2012, dos de los mayores traficantes internacionales de petróleo, Clyde Meltzer, norteamericano, y Bernard Langley, inglés, fueron condenados en Houston , Texas, a penas increíblemente leves si se tiene en cuenta que los fraudes cometidos alcanzaron cifras multimillonarias.
Meltzer y Langley han estado asociados durante muchos años a negocios en el mercado del petróleo mediante varias compañías con sede en Islas Vírgenes y otros lugares. Entre 2006 y 2009, mediante sobornos millonarios a Jonathan Barnes, administrador de la transportación marítima de crudos de una gran refinería en Houston, subsidiaria de LyondellBassell Industries (LYB), lograron que éste les adjudicara los contratos para el transporte de petróleo desde Venezuela.
Meltzer y Langley sobrefacturaban los costos de transporte y le pagaban a Barnes 1/3 de las ganancias ilícitas. Cuando Barnes fue descubierto, accedió a portar un micrófono oculto en reuniones con Meltzer y Langley en que discutían detalles de las operaciones fraudulentas (1).
En enero de 2012 Barnes se declaró culpable. Pudo recibir hasta 55 años de cárcel pero, debido a su cooperación con los investigadores, fue sentenciado a 7 años y a restituir 82 millones de dólares a LYB. Un cuarto implicado, Alireza Etessami, venezolano residente en Estados Unidos, fue detenido en Miami el 25 de noviembre de 2011 y su juicio está fijado para el 11 de junio de 2012.
Mientras los trabajadores de las subsidiarias estadounidenses de LYB, en bancarrota, se enfrentaban a rebajas de salarios, pérdida de beneficios y despidos, Meltzer, Langley y Barnes compraban fastuosas propiedades en Texas y Florida, joyas, y carros de lujo y clásicos, incluyendo diez Mercedes Benz y un Cadillac 1957 que perteneció a Frank Sinatra.
De acuerdo a las leyes norteamericanas, Meltzer y Langley debieron recibir sentencias no menores de 20 años de prisión cada uno. Sin embargo, recibieron solamente 5 y 4 años respectivamente. Descontando el tiempo que han estado en custodia y las rebajas por buena conducta, es probable que cumplan menos de la mitad de esas condenas. Sim Lake, juez de distrito de Houston, afirma que accedió a disminuir las sentencias por recomendación del gobierno (2).
La historia de Clyde Meltzer presenta numerosos recodos y vericuetos que conectan con poderosas corporaciones e importantes figuras de la política y los negocios. En artículo publicado hace algo más de un año (3), expliqué las conexiones de Meltzer con Marc Rich, llamado “el rey del petróleo”. En 1983 Meltzer enfrentó cargos junto a su jefe Rich y a su colega Pincus Green (alias “Pinky”). Rich y Green lograron refugiarse en Suiza mientras Meltzer era arrestado y se declaraba culpable. No obstante, la condena fue suspendida y quedó en libertad condicional.
Recordemos que Rich fue objeto de uno de los más controversiales perdones presidenciales, firmado sorpresivamente por Bill Clinton el 20 de enero de 2001 cuando faltaban solamente unas horas para el final de su mandato. Rich había sido acusado en 1983 por el fiscal federal de evasión de impuestos por más de 48 millones de dólares (la mayor en toda la historia de Estados Unidos), 51 cargos por fraude y más de 40 por actividades mafiosas; y por tráfico clandestino de petróleo con Irán durante la crisis de los rehenes de 1979-1980. El perdón concedido por Clinton se debió a fuertes presiones del entonces primer ministro de Israel, Ehud Barak, del rey de España Juan Carlos I y de algunos de los más importantes contribuyentes judíos a su campaña electoral.
Rich comenzó su historia trabajando para la corporación Philipp Brothers como traficante de metales en La Habana, hasta que el triunfo de la Revolución Cubana le obligó a mudar a La Paz, Bolivia, su teatro de operaciones. Más tarde se trasladó a España y realizaba transacciones con minerales sudafricanos.
En 1975 Rich creó su propia firma, Marc Rich + Co. AG en Suiza, para realizar negocios con petróleo sin cortapisas legales ni éticas. Con las ventas de crudo a Sudáfrica obtuvo ganancias enormes. Rich abasteció clandestinamente de petróleo a Israel y a Sudáfrica y traficó con el uranio de Namibia. Ciudadano estadounidense “fugitivo” en Suiza, viajaba con pasaportes de Israel y España y mantenía estrechos vínculos con el Mossad y la CIA. En realidad, tanto Rich como sus cómplices fueron tan solo peones que lucraron a la sombra de operaciones encubiertas, principalmente durante las administraciones de Ronald Reagan y George H. W. Bush.
Mientras Estados Unidos llamaba por un lado a cumplir las sanciones de la ONU, por el otro apoyaba al régimen racista sudafricano a través de Israel y de traficantes internacionales.
Con estos antecedentes ¿puede asombrarse alguien de que el sistema de justicia de Estados Unidos, el mismo que impuso a cinco patriotas cubanos condenas inconcebiblemente exageradas y crueles, haya perdonado por segunda vez a Clyde Meltzer, veterano lugarteniente de Marc Rich y artífice del famoso fraude petrolero de “la margarita” (“daisy oil chain”)?.
(1) Tom Fowler: “Ex-LyondellBasell employee pleads guilty in oil plot”, Houston Chronicle, March 12, 2011.
(2) Laurel Brubaker Colkins: “LyondellBasell Kickback Defendants Get Four, Five Years”, Bloomberg, Apr 27, 2012.
(3) Salvador Capote: “U.S.A.-Apartheid: relación que dejó agujeros negros”, ALAI, América Latina en Movimiento, Aporrea, Rebelión, La Polilla Cubana, etc., enero de 2011.
sccapote@yahoo.com