No debería sorprendernos, aunque sí preocuparnos y mucho, lo que está ocurriendo en la hermana República de Paraguay, si asumimos que no es una obra de la casualidad y buscamos sus orígenes en ese gran contexto geohistórico que representa la América del Sur, decidida desde siempre a ser libre por encima de los empeños del Norte para apoderarse de nuestras ingentes riquezas a sangre y fuego, acostumbrados como estaban a vernos como su patio trasero.
Para las y los bolivarianos la canta de Alí Primera que “la oligarquía está unida bajo un mismo estandarte…”, cobra gran vigencia, razón por la cual nos resulta cierto que la nueva modalidad de “gorilismo legislativo” aplicado en el Paraguay está oligárquicamente articulada al “gorilismo policial” de Bolivia junto al “gorilismo mediático” en Ecuador, los cuales no son otra cosa que un ataque frontal del imperialismo al proceso de integración suramericana que lidera Venezuela, cuya Revolución Bolivariana ha venido siendo fortalecida precisamente a través del otrora instrumento favorito de los neo-oligarcas: las encuestas, que hoy marcan una tendencia electoral jamás vista en nuestro país ni en el continente y que, en su criterio, debe ser detenida a cualquier precio.
En otras ocasiones hemos referido que como pueblo políticamente maduro y conscientemente participante en los procesos de transformación de Nuestra América, las y los venezolanos hemos aprendido que en estos acontecimientos no hay “casualidad” posible. Sabemos cabalmente que existe una “causalidad” común y es el desespero producto de la resaca imperial para impedirnos a toda costa que logremos nuestro gran anhelo: ser absolutamente libres y plenamente soberanos, lo que sin lugar a dudas pone en gran peligro los intereses de quienes por siglos se han creído los dueños y señores de nuestras vidas y riquezas.
Indudablemente que para comprenderlo mejor es necesario completar la frase de Alí: “…si la lucha por la libertad se dispersa, no habrá victoria popular en el combate”, lo que nos lleva a entender la desesperación imperial por dispersarnos, atacando simultáneamente varios frentes a la vez y con diversas modalidades, intentando generar confusión a manera de “advertencias” para quienes sigan el ejemplo venezolano e inspirados en el pensamiento de Bolívar, Martí, Artigas y otros.
Asumimos esta reflexión partiendo de nuestra interpretación a lo expresado por compatriotas del pueblo en cotidianas conversaciones, quienes mucho más claros y seguramente más sinceros que algunos sesudos academicistas, nos han expresado de manera llana y sencilla la relación que ven entre lo ocurrido en Paraguay con los efectos de una resaca o “ratón” posterior a una embriaguez, cuyo malestar físico se intenta aliviar recurriendo desesperadamente a cualquier medio para detener las consecuencias del exceso y rescatar la normalidad, procurando quizás una nueva borrachera.
De esta manera apreciamos por la analogía popular que la embriaguez sostenida por tantos años de expoliación a nuestras riquezas, al usufructo perenne de nuestros derechos y ante la certeza de que, al menos en el caso venezolano, no volverán, ha generado el más grande ratón imperial e inducido a la elaboración desesperada de multiplicidad de “planes para el rescate” de lo que eternamente creyeron suyo por divina naturaleza, pues no olvidemos la enfermiza carga ideológica que subyace en quienes se consideran superiores a los demás y, por ende, desconocen los derechos del prójimo.
Paraguay 2012 así como Honduras 2009, son la consecuencia directa del fracaso obtenido en Venezuela 2002 y que se repetirá en 2012… eso los tiene “enratonados camarita”…
Cual fiera salvaje y hambrienta (con nuestras disculpas a la fauna por el símil), el imperialismo está agazapado, no duerme, no descansa, persigue y aterroriza, pues la presa a cazar es sumamente apetitosa y abandonar el acoso implica perderla, lo que podría costarle la sobrevivencia. Por eso el imperialismo no puede darse el lujo de perder a Suramérica. Sería fatal a sus intereses y al “prestigio” ganado con la sangre de los pueblos históricamente dominados.
Tal vez nunca como antes en la historia de la Patria Grande de Bolívar fue tan necesaria la unidad evitando la dispersión que produce la mezquindad y el individualismo. Quizás nunca como hoy la integración de los pueblos, la organización de las bases y la elevación de la conciencia mediante el debate y el conocimiento, fue tan necesaria para ser libres.
La Venezuela cansada le puso coto al imperio transnacional en 1998 con resultados electorales tan contundentes que les dejó perplejos. La Venezuela Bolivariana que nació en 1999 se aferró a sus aspiraciones de libertad en abril de 2002. La Venezuela Revolucionaria y Popular de 2012 no dejará que le arrebaten sus logros e impulsará solidariamente la liberación de otras hermanas y hermanos nuestroamericanos, luchando por fortalecer la unidad e integración de la Patria Grande…
Porque en Venezuela sí estamos preparados y dispuestos a quitarle la resaca y sacarle el ratón a cualquiera...
(*) Economista Agrícola.
Profesor de la UPT “Argelia Laya”
albanozam@hotmail.com